Redacción Qcom.es
La vendimia en la Zona de Producción La Mancha para las variedades más adelantadas, ha comenzado con un retraso de entre una y dos semanas con respecto al año anterior. A mediados de agosto se inició la recolección de Chardonnay y el Moscatel.
Estos días son varias las bodegas que comienzan con el Verdejo y el Sauvignon Blanc, pero no será hasta las próximas semanas cuando se comenzará a generalizar la vendimia de éstas y otras variedades tempranas tintas como el Syrah, Merlot o el Tempranillo, lo que permitirá que el proceso de maduración, aunque lento, finalice de forma adecuada, y que la uva que entre en las bodegas lo haga en unas condiciones ideales, con un buen grado medio, de alrededor de 13 grados Baumé, y una intensidad de color correcta.
De momento, la calidad del fruto está siendo muy buena como admite Alfonso Monsalve, vocal de FEVIN en el Consejo Regulador: “el estado sanitario de la uva es estupendo y de momento de las variedades que estamos vinificando, que son cinco, tienen un equilibrio analítico magnífico”; aseveración que coincide con la de Miguel Ángel Valentín, representante de la Asociación Empresarial Vinos de Castilla La Mancha: “El Consejo Regulador es el reflejo de las mejores uvas que hay en Castilla La Mancha, y esa calidad es la que prima a la hora de calificar un vino con Denominación de Origen”.
Aunque, hay que tener en cuenta que las escasas lluvias de la campaña 2014-2015 haya provocado una sensible reducción de cosecha, como apuntaba Pascual Ortiz “una disminución en cosecha sobre un 20 ò 25 % menos, pero con una calidad, probablemente que supere ese merma que estamos perdiendo en kilos”
Es destacable que la planta mantenga su viveza pese al intenso calor y la falta de lluvias estivales, pero precisamente por la abundancia de sol, la ya escasa probabilidad de enfermedades que tradicionalmente hay en el viñedo manchego con respecto a otras zonas más septentrionales, es este año prácticamente inexistente.
Para Carlos Ayuso, vocal de FEVIN en la Denominación de Origen, el viñedo manchego está acostumbrado a soportar una escasez de pluviometría: “aquí, llueve habitualmente unos 600 mm anuales; el hecho de que hayamos recogido 20 ò 30 menos este verano no significa que la planta haya tenido algún problema, con lo cual tenemos uva de buena calidad y de excepcional presencia de momento”.
De hecho, no hay señales de oídio ni podredumbre en ningún viñedo de la Zona de Producción, ni siquiera en las tierras más frescas de las zonas de riego, por lo que todo indica que tendremos un gran año de calidad de vinos con Denominación de Origen La Mancha, tanto en blancos como en tintos, que probablemente estén ya listos para finales del mes de noviembre con el objetivo llegar al tiempo para las compras navideñas con vinos jóvenes muy expresivos en nariz y agradables en boca.
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