Carmen Benítez. Periodista
Ravioli, tortellini, macarrones, tallarines, farfalle... Muchos son los tipos de pasta que conocemos y comemos, éste es un producto que ha pasado de ser algo internacional a poder degustarlo en cualquier parte.
La pasta es un alimento de la categoría de los cereales y derivados. Las proporciones de los nutrientes que tiene pueden variar según el tipo y la cantidad del alimento, además de otros factores que puedan intervenir como la preparación.
HISTORIA
Según la ‘Organización Internacional de la pasta' fueron los chinos los primeros en darse cuenta de las ventajas que suponía la buena conservación de este alimento antes de cocerlo pero, también, otros países asiáticos, como India, e incluso algunos países árabes, elaboraban desde tiempos remotos una especie de pasta que llevaba el nombre de ‘sebica' que significa ‘hebra'.
Es muy probable que la pasta fuese introducida en Italia durante la Edad Media por los árabes, posiblemente en el siglo XI, por tanto, antes del nacimiento de Marco Polo, y que rápidamente se extendiera y popularizara su consumo por todo el país.
En el caso de España, parece indudable que su aparición está ligada a los árabes, al menos no existe ningún dato que indique su consumo antes de la dominación musulmana.
FALSOS MITOS
Aunque la pasta ha estado considerada muchos años como un alimento calórico, las últimas investigaciones desmontan esta teoría; de hecho, incluida dentro de una dieta equilibrada, incluso ayuda a adelgazar y a quemar las grasas.
En las últimas décadas, el consumo de pasta ha caído en nuestro país, debido a su fama de ‘bomba calórica'. La preocupación por el físico decidió desterrarla de la dieta. Pero, por fortuna, los expertos en nutrición han acabado con esta teoría y han devuelto a la pasta a su merecido lugar en la saludable dieta mediterránea.
En 2010 científicos de trece países, entre ellos España, firmaron un consenso internacional sobre los carbohidratos y los beneficios que aportan para la salud, con el que quieren poner el acento en que no engordan ni son responsables de la obesidad. Este pacto se realizó en Río de Janeiro (Brasil) en el marco del IV Congreso Mundial de Pasta, y fue impulsado por la organización estadounidense Oldways, autora en 1993, junto a la Organización Mundial de la Salud, de la famosa Pirámide Nutricional.
CONSUMO
La Fundación Dieta Mediterranea recomienda el consumo diario de pasta por su composición rica en carbohidratos ya que nos aporta una parte importante de energía necesaria para nuestras actividades diarias.
Según los datos del panel de consumo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, los españoles consumieron en sus hogares 177,3 Millones de kilogramos de pasta en 2012, lo que representa un aumento del 2,8% con respecto a 2011. Además, la evolución en el gasto también ha sido superior con respecto a 2011, aumentando un 2,1%.
En la actualidad, el consumo per cápita de pasta en nuestro país, datos 2012, es de 3,8 kg/persona. Esta cantidad es muy pequeña si la comparamos a los 35 kilos que consume un italiano cada año, los 12 que consumen en Suiza o los 8 de Francia.
En la actualidad, Andalucía es la principal región productora de los trigos duros con los que se elaboran las pastas alimenticias en España.
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