21 DE diciembre DE 2016
Redacción Qcom.es
Los hogares españoles tiran 1.325,9 millones de kilos de alimentos al año, según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA). Para conocer los hábitos de desperdicio de los españoles, la Asociación de Empresas de Gran Consumo (AECOC) ha llevado a cabo el estudio 'Hábitos de aprovechamiento de los alimentos', para impulsar buenas prácticas entre consumidores, fabricantes y empresas.
El estudio se ha realizado a través de una investigación en dos fases que incluye un análisis cualitativo a través de dos focus group y un análisis cuantitativo a través de 2.000 entrevistas online en todo el territorio nacional a personas de entre 25 y 65 años y responsables de la compra y de la cocina en su hogar. Destacan los siguientes datos: los consumidores son conscientes del problema que supone el desperdicio alimentario y un 87% se siente mal cuando se estropea un producto en la nevera y un 77% intenta reutilizar; más del 50% de los consumidores declaran comprar más alimentos de los que esperaban y casi el 30% tiene la percepción de acabar siempre tirando comida; 7 de cada 10 del total de compradores muestra una actitud favorable a guardar las sobras para cocinar otros platos; casi la totalidad de los entrevistados compran alimentos como mínimo una vez por semana; y sólo el 14% de los encuestados pide siempre llevarse las sobras en el restaurante.
Los cinco diferentes tipos de consumidor
Se definen 5 tipos de consumidor frente al desperdicio de alimentos según los diferentes hábitos de consumo extraídos del estudio:
Reaprovechadores: Son conscientes del desperdicio alimentario y constituyen el 32% del total, por lo que son el grupo más abundante. En un 59% está formado por hogares con hijos. Su actitud ante el desperdicio es la de reaprovechar la comida ya que un 22% no tira nada y un 54% poco. Hacen todo lo posible para sacar el mayor provecho a sus alimentos y un 69% elabora recetas creativas y nutritivas con las sobras superando a todos los demás tipos de consumidores.
A un 76% de los encuestados les gusta cocinar y lo hacen siempre que pueden y un 69% prueba nuevas recetas con las sobras que tienen en la nevera. Un 54% prefiere hacer compras grandes y menos frecuentes que el resto de los grupos. Un 47% de ellos consume los productos una vez superada la fecha de consumo preferente.
Los reaprovechadores son los que peor se sienten cuando se les estropea o pasa un producto en la nevera (94%).
Foodwaste generators: Suponen el 21% del total y son los que más comida desechan ya que un 11% tira mucho y sólo un 4% no tira nada. Entre sus componentes hay un mayor porcentaje de jóvenes, 32% y de hogares unipersonales. Son el grupo con peor planificación y control ya desde el momento de la compra. Tienen conciencia de que tiran mucha comida a la basura y son los que más tiran las sobras que guardan en la nevera (36%). Se dejan influenciar por las promociones que encuentran en los puntos de venta y son los más compradores por internet con un 24%.
Este grupo es el que presenta un mayor desperdicio en todos los tipos de alimento, especialmente fruta y vegetales (49%).
Busca caprichos: Representan un 16% del total. Son hogares con más mujeres (77%) responsables de la compra, y en un 58% residen en zonas urbanas, tampoco planifican la compra con antelación y son fácilmente influenciables por las novedades, descuentos y promociones en el punto de compra. Un 78% de los “busca caprichos” acaba comprando más de lo que esperaba, sin embargo, son los que tienen mayor percepción de que los alimentos son cada vez más caros (89%) y, por ello, un 80% busca más ofertas en alimentación superando en esta tendencia a los otros grupos. Pese a esto, un 36% se da un capricho todos los días.
A un 84% le gusta probar nuevos productos y sabores. Un 76% de los miembros de este grupo afirma pasar tiempo en las tiendas de alimentación descubriendo nuevos productos y son los que más compras pequeñas y frecuentes hacen (82%). Son los que comen más fuera de casa (41%), tanto entre semana como los fines de semana y un 67% va a restaurantes como mínimo, una vez por semana.
Price driven: Otro 16% de los consumidores corresponde a los hogares con menos ingresos y suponen el grupo más sensible al ahorro. Para ellos, el precio es un factor decisivo a la hora de realizar la compra y consideran que cada vez los alimentos son más caros y por ello son los que más han reducido su gasto en alimentación (40%).
Un 93% de los miembros de este grupo se siente mal cuando se les estropea un producto en la nevera y son, junto a los reaprovechadores, los que menos tiran con un 22%. Un 70% declara tirar poco o nada ya que no generan sobras y un 28% sólo tiran alimentos de poco valor. Suelen realizar todas las comidas en casa y a penas comen en un restaurante, cuando salen son los que más llevan su propia comida 79%. Los “price driven” son los que menos siguen la dieta mediterránea (49%) y también los menos dados a probar nuevos productos y sabores, sólo un 27%, también son los que menos caprichos se dan todos los días (3%).
Eco friendly: Suponen el 15% de los encuestados y en el 48% de los casos son parejas con hijos. En cuanto a sus hábitos a la hora de adquirir alimentos, un 81% dedica más tiempo a hacer compras pequeñas y frecuentes. De todos los grupos son los que prefieren las tiendas tradicionales, de barrio y mercados (49%) y sólo un 2% compra por internet. Se interesan por el consumo de productos locales y de proximidad (82%). Son a los que más les gusta cocinar sus propios platos (77%) y son los que más se comprometen con su entorno colaborando en acciones sociales (71%).
El 82% se declaran seguidores de la dieta mediterránea y tienen conductas de planificación de compra y sostenibilidad. Sin embargo, gestionan peor las sobras y su desperdicio alimentario supera al de la media, ya que sólo un 51% afirma tirar poco o nada. El 87% de los eco friendly recicla y reutiliza todo lo posible, superando a todos los demás grupos.
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