Comenzar la búsqueda
 

buscar

Búsqueda en los contenidos de la web
El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

España, plata en producción de porcino

España es el segundo gran productor europeo de porcino, sólo por detrás de Alemania, y el cuarto mayor productor mundial de este tipo de carne (por detrás de China, EE.UU. y la propia Alemania). La carne de porcino representa el 82% de las carnes producidas en nuestro país en 2009 (el 61% si se incluyen avicultura y cunicultura).

Con una producción de casi tres millones y medio de toneladas en 2008 y 3,24 millones de toneladas el año pasado, junto a 1,25 millones de toneladas de todo tipo de productos elaborados, la industria española de porcino (mataderos, salas de despiece y fábricas de elaborados) representa una cifra de negocio de más de 10.000 millones de euros, con unas exportaciones de más de 2.300 millones de euros.

La Confederación de Organizaciones empresariales del Sector Cárnico de España (CONFECARNE) quiere poner de manifiesto con estos datos la importancia socioeconómica del sector porcino, el de mayor dimensión de la industria alimentaria española, y los retos e incertidumbres a los que se enfrenta la industria española de porcino, con motivo del Día Europeo de Reflexión del Sector Porcino, que bajo el lema "The Pig Meat Sector towards 2020" se celebra hoy en el Parlamento Flamenco de Bruselas, con el auspicio de la Presidencia belga de la Unión Europea.

Con motivo de este Día de Reflexión, la industria de porcino integrada en CONFECARNE quiere plantear  las medidas que considera necesarias para garantizar el desarrollo futuro de este sector estratégico y de cuya resolución depende la viabilidad de sus empresas:

  • Es necesario que se mantengan las medidas de apoyo al mercado porcino, con la reintroducción de las restituciones a la exportación tanto para carnes como para productos cárnicos, dada nuestra desfavorable paridad con el dólar. Una mayor demanda en los mercados exteriores generaría paralelamente un aumento de cotizaciones en el mercado interior, sin que ello suponga una pérdida de márgenes para la industria.
  • Otra cuestión importante para el sector son los acuerdos bilaterales de la UE con los países terceros, y en particular con la Federación Rusa. La inseguridad jurídica de los exportadores europeos es total, y la UE debería jugar un papel preferente en el último mercado de proximidad que le queda a la UE. Obviamente, este papel de bilateralidad en las relaciones comerciales internacionales debería aplicarse también a todos los mercados, ya que la equívoca situación bilateral para las importaciones y multilateral para las exportaciones podía ser un modelo en el contexto de la antigua CEE, pero no en el la UE, donde la economía y la política están a la par del aspecto comercial.
  • La industria española demanda una reforma de los Reglamentos de promoción de productos a países terceros, que están deficientemente diseñados, y no cumplen con su papel de promover las ventas exteriores de nuestras industrias exportadoras. Se deberían arbitrar más fondos de promoción a la exportación a países terceros frente a las subvenciones directas improductivas y a las rentas agrarias de grandes producciones agrícolas, de escasa utilidad.
  • El acceso a los fondos de I+D para la industria cárnica está totalmente mediatizado. En primer lugar, por las grandes corporaciones industriales que acceden a importantes fondos de I+D mediante grandes proyectos. En segundo lugar, porque en el contexto de las empresas agroalimentarias europeas, las multinacionales multiproducto son las grandes beneficiarias del I+D. El sector cárnico propone que los fondos de I+D para la industria alimentaria se distribuyan en razón de la importancia de cada uno de sus subsectores, y que las condiciones de acceso a los fondos tengan en consideración la tipología del tejido empresarial, compuesto mayoritariamente en el sector cárnico, y que en el contexto actual tienen difícil acceso al I+D y por lo tanto a la obligada mejora de la competitividad futura.
  • La actual política de calidad de la UE es una escenificación formal, pero con escasos recursos de promoción y nulas actuaciones de defensa. Como ejemplo, tenemos en España el caso del Jamón Serrano, protegido por una figura de calidad diferenciada como es la ETG (Especialidad Tradicional Garantizada), mientras que en países como Argentina, Canadá, México o incluso China se fabrica impunemente "Jamón Serrano". La posición de la UE en la OMC debería ser mucho más beligerante y exigente en esta materia.

Por otra parte, CONFECARNE reclama una clarificación de la ETG y una solución a una figura de calidad como ésta, que, una vez reconocida por la UE, deja en el desamparo e indefensión por parte de todas las administraciones a los elaboradores que apuestan por ella, que han de afrontar de forma privada toda la labor de defensa y promoción de un producto tan emblemático como éste a través de la FUNDACIÓN DEL JAMÓN SERRANO.

  • El sector quiere también dejar patente el anacronismo de la inspección veterinaria en mataderos, que es una ilustración de la ineficiencia y la burocratización de la Unión Europea, reclamando que se apueste por modelos más eficientes y contrastados basados en los autocontroles, la gestión del riesgo y las auditorías.

En este sentido, el sector manifiesta su oposición a las actuales tasas por inspección veterinaria que tiene que afrontar nuestra industria y que generan unos costes reglamentarios sin sentido, merma de la competitividad y un agravio comparativo frente a otros alimentos que se pueden comercializar libremente sin estos gravámenes adicionales.

  • Además, la industria española manifiesta la absoluta necesidad de que se termine de consolidar la "Lista Marco" de empresas exportadoras y que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) apueste decididamente por esta herramienta de acceso a los mercados exteriores, que considera totalmente estratégica para el futuro del sector porcino español.
  • La industria cárnica se suma a la petición mayoritaria de que se acelere el levantamiento de la prohibición de las harinas cárnicas y las demás medidas planteadas por la Comisión Europea en la "segunda Hoja de Ruta sobre las EETs", para una serie de áreas concretas (especies no rumiantes, evitando el canibalismo, reducción de los MER -Materiales Específicos de Riesgo- y elevación gradual de la edad de los animales sometidos al test obligatorio de la EEB), todo ello a la luz de la evidencia científica y combinando los más altos niveles de seguridad para los consumidores con los legítimos intereses sectoriales de toda la cadena de producción de carnes.

La industria española y europea lleva diez afrontando una desigual posición competitiva frente a la industria de terceros países en los que nunca ha estado prohibido el uso de harinas de carne.

  • Otro elemento a reflexionar es el ordenamiento jurídico actual, en relación con las marcas a blancas o marcas de distribuidor  (45% del mercado) y la libre circulación de mercancías. La aplicación de la sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas conocida como "Cassis de Dijon" provoca que la normalización de productos por parte de los Estados Miembros juegue un estratégico papel de competitividad. Al no existir un país de destino concreto (las cadenas de distribución son transnacionales), hay que aplicar la legislación de origen, y con Administraciones intervencionistas frente a Administraciones liberales en materia de regulación normativa, la capacidad de competir queda fuertemente limitada.


 

  • En relación con la producción porcina, el sector manifiesta su inquietud por el incremento de los precios de las materias primas para piensos, y especialmente por los cambios que se puedan producir a futuro, dado que la tendencia es muy preocupante. De hecho, según el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), los precios del pienso para cerdas y cerdos de cebo se han incrementado en un 21% entre los meses de junio y octubre, mientras que los precios de la carne han seguido la tendencia contraria.

La dimensión de la industria española de porcino

El año pasado, en el que la economía española e internacional soportó la dureza de la crisis económica, la producción de carne de cerdo sólo descendió hasta los 3,23 millones de toneladas. En 2008 la producción española de carne de porcino creció moderadamente con respecto a los volúmenes sacrificados en 2007, produciéndose un aumento del 1%, hasta los 3,5 millones de toneladas).

En cuanto a la producción de elaborados cárnicos, España, con más de 1,2 millones de toneladas anuales se sitúa en cuarto lugar en la Unión Europea, por detrás de Alemania, Italia y Francia. Por productos, destacan en volumen los fiambres cocidos y en valor los jamones y paletas curados (blancos e ibéricos).

España es un país con una fuerte industria exportadora de carnes y productos de porcino. Las exportaciones realizadas en 2009 representan el 38% de la producción porcina de España se destinó a las exportaciones de carnes, elaborados, despojos y otros productos, lo que  incide en la importancia estratégica que para el sector tiene el desarrollo y consolidación de los mercados exteriores.

La exportación de carnes de porcino en 2009 creció un 4,5% en volumen, alcanzando cifras de 864.938 toneladas, por importe de 1.634 millones de euros para los doce meses del año.  El sector porcino exportó además 231.604 toneladas de despojos y otros productos frescos, además de más de 96.659 toneladas de productos elaborados (jamones y paletas curados y cocidos, embutidos, fiambres, etc.).

Todas estas exportaciones representaron un valor total de unos 2.300 millones de euros. Las ventas a los países de la Unión Europea crecieron un significativo 6,2% durante 2009 (especialmente en países como Italia y Francia), mientras que en terceros países se registró un retroceso en las ventas a los destinos tradicionales (Rusia, Japón, Corea del Sur, Hong Kong). Paralelamente se perfilan nuevos destinos, que van tomando importancia, como China, Brasil, Singapur, Vietnam, Serbia, Liberia, Macedonia).

Por su parte, las importaciones se mantuvieron en el mismo nivel del año anterior (-0,1%), si bien las procedentes de países terceros bajaron un 15,8%, con lo que la balanza comercial de porcino continuó con un resultado muy positivo.

Hay que recordar, por último, que la Ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, resaltó la importancia del sector porcino español en el transcurso del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea celebrado a finales del pasado mes de octubre, en el que manifestó que los datos de 2009 demuestran la competitividad del sector porcino español en el contexto internacional, a pesar de ser un año económicamente difícil y al hecho de que no se activaran las medidas comunitarias de apoyo a la exportación de carne fresca.

 

La importancia nutricional de la carne de cerdo

La carne de cerdo es un excelente aliado de la salud dentro de una alimentación equilibrada y variada, según indican los diferentes estudios científicos que definen su composición y nutrientes. Numerosos estudios recientes están desmontando mitos y clichés sobre los productos porcinos que están instalados en el consumidor, e incluso entre los profesionales de la salud, sin base científica que los sustenten.

La carne de cerdo presenta un bajo contenido graso en sus cortes magros, como por ejemplo el lomo con un 3% de grasa. En cuanto a su perfil lipídico, el contenido en grasa saturada se encuentra en baja cantidad (1,2g/100g de lomo), y cabe destacar el contenido en ácidos grasos monoinsaturados, 1,3g/100g de lomo (en forma de ácido oleico, característico del aceite de oliva) y poliinsaturados, 0,6g/100g de lomo (linoleico y linolénico) que, al contrario que la grasa saturada, tienen un efecto cardioprotector. Además, la carne de cerdo no contiene ácidos grasos trans (que ejercen posibles efectos negativos sobre la salud), y el contenido de colesterol en la carne magra y semigrasa de cerdo (60-70mg/100g) es similar al de la carne de ave (72mg/100g de pechuga de pollo), y menor que en pescados como la merluza (67mg/100g) o la caballa (80mg/100g).

Además, las proteínas de la carne de cerdo son de alto valor biológico, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales y en las proporciones necesarias para la correcta nutrición humana. En este sentido, por ejemplo, se acaba de conocer un estudio, publicado por investigadores de la Universidad de Copenhague, que señala que una dieta más alta en proteínas y con menor índice glucémico es más favorable en la prevención y tratamiento de la obesidad.

Por otro lado, la carne de cerdo es una excelente fuente de vitaminas del complejo B, en especial de B1 y de B12. Es asimismo fuente de hierro hemo, de gran disponibilidad, y de zinc.

Por todo ello, la carne magra de cerdo es un excelente alimento para ser recomendado e  incluido en una dieta variada y equilibrada para la infancia y adolescencia, en mujeres gestantes, en la tercera edad, para los deportistas, para la prevención y tratamiento de la anemia, en dietas de control de peso e incluso para la prevención de la hipercolesterolemia y la protección de enfermedades cardiovasculares, ya que como se ha indicado, su composición de ácidos grasos, puede ayudas a reducir los niveles de LDL (colesterol malo) y a mantener los niveles de HDL (colesterol bueno).

En todo caso, la dieta equilibrada y un estilo de vida saludable y activo son fundamentales para conseguir una nutrición óptima. Para ello, es necesario combinar los nutrientes de los diferentes alimentos con los patrones de cantidades y frecuencia recomendados, con el fin de conseguir una ingesta equilibrada y saludable, complementada con el ejercicio físico necesario, para que se prevengan los trastornos del comportamiento alimentario, sobre todo entre la población joven. 

Los requerimientos y aspiraciones actuales de la población a una nutrición óptima y saludable han llevado a la industria cárnica a investigar, desarrollar y poner en el mercado una amplia gama de productos que satisfagan esa necesidad de productos cada vez más saludables, seguros y sensorialmente apetecibles. La industria cárnica española está fuertemente involucrada en el desarrollo y cumplimiento de la Estrategia NAOS, puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad y Política Social, a través de los acuerdos suscritos por la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) de la que forma parte, y que son controlados por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

Qcom.es no se responsabiliza ni se identifica necesariamente con las opiniones expresadas por sus colaboradores, limitándose a convertirse en canal transmisor de las mismas