La dieta mediterránea y el vino

Redacción Qcom.es

En nuestro recorrido semanal a través de la historia y los fundamentos que constituyen la dieta mediterránea nos centramos en esta ocasión en el vino, una “bebida cuyo mal uso es indiscutiblemente malo para la salud por su contenido en alcohol, pero cuyo buen uso es beneficioso para salud y un placer en la gastronomía”, confirman desde la Fundación Dieta Mediterránea (FDN).

“Los mayores beneficios se logran cuando el consumo es moderado y está dentro de un patrón dietético saludable, como es la dieta mediterránea”, sostiene Ramón Estruch, uno de los jefes del grupo de investigación Predimed del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn).

La vid, una de las tres patas de la tríada mediterránea, junto con el trigo y el olivo, está contemplada doblemente en el decálogo de la FDM: como suministradora de la uva como fruta, principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de la dieta mediterránea (es fundamental consumir 5 raciones de fruta y verdura a diario); y como punto de origen del vino, alimento tradicional en la dieta mediterránea que, como ya se ha remarcado, puede tener efectos beneficiosos para la salud consumiéndolo con moderación y en el contexto de una dieta equilibrada.

Como recoge en su web la plataforma Wine in Moderation, la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en los países desarrollados y representa hasta el 50% de todas las muertes. Los estudios científicos muestran que el consumo de cantidades moderadas de vino reduce la mortalidad por enfermedad coronaria, así como por otras causas, en un 25-30% en personas de mediana edad, principalmente en hombres de más de 40 años y en mujeres post menopáusicas.

Denominaciones de origen, sello de calidad

En la actualidad, 69 vinos en nuestro país están acogidos al sello de calidad denominación de origen. La más vendida es la DO Rioja (La Rioja), seguida de la DO Cava (Cataluña), la DO Rueda (Castilla y León), la DO Ribera del Duero (Castilla y León) y la DO Valdepeñas (Castilla-La Mancha).

Entre las variedades de uvas más conocidas destacan, en blancas, albariño, airén, chardonnay, godello, verdejo, macabeo y moscatel, y en tintas tempranillo, mencía, cabernet sauvignon, garnacha, bobal, monastrell y merlot.