17 DE abril DE 2024
¿Qué papel desempeña FoodDrinkEurope en la industria europea de la alimentación y bebidas y cuáles son sus objetivos?
FoodDrinkEurope es la voz de la industria europea de la alimentación y bebidas en Bruselas. Promovemos las ideas y políticas que permiten a la industria europea de alimentación y bebidas elaborar productos que no sólo son seguros, sino que también contribuyen a un planeta más verde, una vida más sana y una economía próspera. Concretamente, proporcionamos análisis políticos y normativos, apoyamos al sector en la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y abogamos ante las instituciones de la UE y otras partes interesadas por un entorno en el que todas las empresas europeas de alimentación y bebidas, sea cual sea su tamaño, puedan satisfacer las necesidades de los consumidores y la sociedad, al tiempo que compiten eficazmente por un crecimiento sostenible.
¿Considera necesarias las asociaciones público-privadas para ayudar al sector a avanzar? En este sentido, ¿cuáles son los vínculos entre FoodDrink Europe, las instituciones de la UE y el Parlamento Europeo? ¿Cuáles son las medidas más urgentes para el sector que reclama FoodDrinkEurope?
Sin duda alguna. Los retos a los que se enfrenta nuestro sector hoy en día son inmensos y sólo pueden abordarse si los gobiernos y la Industria colaboran más estrechamente. No hay más que ver el impacto del cambio climático: los agricultores y productores de alimentos son los primeros afectados por las malas cosechas debidas a sequías o inundaciones. La única manera de construir sistemas alimentarios resilientes es mediante una inversión masiva en prácticas agrícolas sostenibles, circularidad e innovación, que debe proceder de fuentes públicas y privadas.
En este sentido, hemos pedido un "Plan de Inversión y Resiliencia Alimentaria" de la UE, un "acuerdo industrial" para la agroalimentación. Además de la inversión y la innovación, también debemos reducir las cargas reglamentarias que pesan sobre los productores, evitar la fragmentación del mercado único, aprovechar el comercio mundial y garantizar una mayor coherencia política en el ámbito alimentario.
Trabajamos estrechamente con las instituciones de la UE -la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo- para asegurarnos de que consideran la agroalimentación una prioridad estratégica para el próximo mandato de la UE tras las elecciones europeas de junio de 2024.
¿Qué relación mantiene FoodDrink Europe con otras organizaciones de otros sectores?
También colaboramos estrechamente con otras organizaciones de sectores distintos al de la alimentación y las bebidas. En muchos casos, esto tiene sentido, ya que los retos suelen ser similares; pensemos, por ejemplo, en las normas sobre envases y residuos de envases o en el debate más general sobre la competitividad industrial de la UE.
Al mismo tiempo, el sector "agroalimentario" es bastante singular, ya que es muy diverso, está fragmentado (con casi 300.000 empresas, el 99% de las cuales son pequeñas y medianas empresas) y se encuentra principalmente en las zonas rurales de Europa. Los alimentos y bebidas son esenciales para la vida de las personas y por eso nuestro sector es estratégico para el funcionamiento de la sociedad.
Por otro lado, ¿cómo evoluciona la internacionalización del sector de la alimentación y las bebidas a nivel europeo, sobre todo teniendo en cuenta el impacto de la inflación mundial?
La UE es el mayor exportador de productos alimenticios y bebidas del mundo. Esto se debe en gran parte a la gran excelencia y reputación que nos hemos forjado a lo largo de los años. Los productos de toda Europa son conocidos por su patrimonio tradicional, su cultura, su seguridad y su calidad. Especialmente desde la pandemia de Covid y la guerra de Ucrania, el sector ha tenido que hacer frente a un fuerte aumento de los costes, por ejemplo de la energía, los productos agrícolas, el envasado, la logística, etc., lo que se ha sumado a la inflación en toda Europa y fuera de ella. Dado que la demanda mundial de productos europeos de calidad y las exportaciones agroalimentarias siguen creciendo, la internacionalización sigue siendo importante para el éxito económico de nuestro sector.
Hace unos años, en España, el Gobierno estableció la obligatoriedad de pagar por las bolsas de plástico en tiendas y comercios. ¿Qué medidas similares existen en el resto de Europa y cómo están afectando al sector?
La UE ha tomado medidas para restringir los envases de plástico de un solo uso y el próximo Reglamento sobre envases y residuos de envases abordará aún más la cuestión de los residuos de envases.
Aunque apoyamos la ambición de prevenir y reducir el efecto adverso de los envases y los residuos de envases sobre el medio ambiente y la salud humana, también debemos aclarar que los envases sirven para proteger los alimentos y las bebidas contra impactos externos.
En los próximos años, muchas empresas de nuestro sector tendrán que trabajar duro para integrar soluciones de envasado más sostenibles en sus operaciones, avanzando hacia un envasado verdaderamente circular. Seguimos firmemente comprometidos con este objetivo, pero necesitamos el apoyo de los gobiernos para crear la infraestructura y las condiciones propicias para hacerlo realidad.
Por último, ¿cuáles son los retos más importantes a los que se enfrentan los transformadores de alimentos y bebidas en Europa?
Los procesadores de alimentos y bebidas de toda Europa se enfrentan a crecientes presiones, muchas de ellas simultáneas:
- Los aumentos de costes, desde las materias primas hasta la energía y la logística, han ejercido una presión significativa sobre los márgenes.
- Al mismo tiempo, la inestabilidad geopolítica y el cambio climático repercuten en la cantidad, la calidad y el precio de las materias primas que necesitan los fabricantes para procesar. Por ejemplo, el precio y la disponibilidad de los tomates se han visto gravemente afectados por las sequías estivales en España. Veremos más vulnerabilidades en las cadenas de suministro si no pasamos a formas de agricultura más sostenibles, resistentes y regenerativas.
- Otro motivo de preocupación es la escasez de mano de obra y la falta de cualificación. En conjunto, el ecosistema agroalimentario es, con diferencia, el mayor sector de empleo de Europa. Sin embargo, las empresas encuentran cada vez menos trabajadores cualificados y existe un problema de relevo generacional en la comunidad agrícola.
- Por último, al igual que los agricultores, los transformadores también se enfrentan a mayores cargas normativas, administrativas y de información, a veces con objetivos políticos contradictorios, que no aportan la claridad, previsibilidad y estabilidad que los operadores económicos necesitan para preparar sus estrategias empresariales y sus inversiones.
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