Defender una cocina auténtica no siempre es fácil en un mundo que busca la rapidez

María José, llevas años siendo el alma de Monastrell en Alicante. ¿Qué te motiva a seguir activa y apasionada por la cocina a tus 69 años?

La cocina es la forma de comunicarme con el mundo y de conectar con las personas a través de los sentidos. A mis 69 años, siento que tengo una responsabilidad hacia mis raíces, hacia la gastronomía mediterránea y hacia la sostenibilidad. Mi mayor motivación es poder ofrecer una experiencia auténtica, transmitiendo los sabores de nuestra tierra y creando un vínculo entre las personas y el origen de cada ingrediente.

Tu compromiso con la alimentación mediterránea es evidente. ¿Qué es lo que más te atrae de estos productos y cómo los eliges para tus platos?

La alimentación mediterránea es la esencia de una vida equilibrada, saludable y sostenible. Me atrae la frescura y pureza de los ingredientes como las verduras, las frutas, el pescado y, por supuesto, el aceite de oliva virgen extra. Cuando elijo los productos para mis platos, siempre pienso en la temporada y en la calidad; selecciono aquellos que están en su mejor momento y que provienen de productores locales o de mi propio huerto, Terramón, en Muchamiel. Así, cada plato cuenta una historia y nos conecta con la tierra.

Viajas por todo el mundo promoviendo ingredientes como el aceite de oliva, el vinagre y el azafrán. ¿Qué te impulsa a ser embajadora de estos productos?

Son ingredientes profundamente arraigados en nuestra cultura mediterránea, con propiedades y beneficios extraordinarios que muchas personas en el mundo aún no conocen. Mi impulso es dar a conocer su versatilidad y sus beneficios para la salud, pero también es una forma de defender nuestra cultura y nuestra forma de vida. Cada viaje es una oportunidad para mostrar cómo el aceite de oliva, el vinagre y el azafrán pueden transformar un plato, realzando sabores y aportando autenticidad.

Cómo crees que la gastronomía mediterránea puede contribuir a mejorar la salud y el bienestar de las personas?

La gastronomía mediterránea es un tesoro para la salud y el bienestar. Su equilibrio, entre proteínas, vegetales, granos integrales y grasas saludables, como las del aceite de oliva, proporciona nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para funcionar de forma óptima. Además, es una cocina que promueve el disfrute de la comida sin excesos, fomentando una relación sana y consciente con la alimentación. Creo que esta forma de comer tiene el poder de mejorar nuestra calidad de vida y de reducir enfermedades relacionadas con una dieta desequilibrada.

A lo largo de tu carrera, ¿cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado al defender la cocina mediterránea en el escenario global?

Uno de los mayores desafíos ha sido enfrentarme a la tendencia global de los productos ultraprocesados y la pérdida de identidad gastronómica en muchas culturas. Defender una cocina auténtica, basada en ingredientes frescos y en recetas sencillas no siempre es fácil en un mundo que muchas veces busca la rapidez o el exotismo. Además, transmitir la importancia de invertir en productos de calidad, como un buen aceite de oliva virgen extra, a veces se enfrenta a barreras económicas o de desconocimiento. Sin embargo, cada obstáculo me motiva a continuar educando y mostrando el valor de lo que tenemos en nuestra tradición mediterránea.

Por último, ¿qué legado te gustaría dejar a las futuras generaciones de chefs y amantes de la cocina mediterránea?

Me gustaría que las futuras generaciones comprendan y valoren la importancia de respetar el producto y la estacionalidad, y que sientan orgullo por nuestra herencia mediterránea. Quisiera que mi legado fuera el amor por el aceite de oliva virgen extra, por los ingredientes frescos y sostenibles y por una cocina que se preocupa tanto por el sabor como por la salud y el medio ambiente. Mi sueño es que cada chef y cada amante de la cocina mediterránea se convierta en un embajador de nuestra cultura y en un defensor de una alimentación responsable y auténtica por un mundo mejor que nos encontramos.