3 DE mayo DE 2023
Entrevista a Raúl Lemes de León. Director general de Laboratorios Tecnológicos de Levante
Qcom.es.- ¿Cuándo nació y a qué se dedica Laboratorios Tecnológicos de Levante?
Raúl Lemes.- Laboratorios Tecnológicos de Levante es un laboratorio de ensayos de seguridad agroalimentaria que trabaja de la mano de las empresas del sector para darles toda la información que necesitan de sus productos, ayudándoles a ofrecer garantías al consumidor de la composición y la seguridad de los mismos, algo prioritario para estas compañías. Lo hacemos valiéndonos de la investigación, intrínseca a nuestra actividad, desarrollando y aplicando nuevas soluciones de futuro.
En nuestros laboratorios también trabajamos el área medioambiental, realizando estudios y ensayos del agua y ecosistemas acuáticos completos, para vigilar el estado ecológico de los mismos. Estas componen nuestras dos ramas de actividad actualmente.
Laboratorios Tecnológicos de Levante arrancó su actividad en 1992 para dar servicio inicialmente de consultoría medioambiental tanto en la Comunidad Valenciana como a nivel nacional. Con el paso de los años, fuimos ampliando nuestra actividad hacia la seguridad alimentaria, en la que hemos ganado reconocimiento en el sector de la alimentación y hemos llegado a convertirlo en la mitad de nuestro negocio.
Q.- Dentro del sector agroalimentario, ¿cuáles son las principales actividades que se desarrollan en el laboratorio?
R.L.- Nuestro laboratorio cuenta con casi 4.000m2 de instalaciones, un gran equipamiento tecnológico y profesionales muy cualificados, eso nos permite llevar a cabo un abanico enorme de análisis y hacer estudios adaptados a la necesidad del cliente. Destacaría que además de la cartera de servicios comunes, tenemos total capacidad para realizar estudios y ensayos en base a las necesidades emergentes del sector, que se enfrenta a muchos cambios en hábitos de consumo y normativas.
El pasado año realizamos más de medio millón de ensayos, de los que casi la mitad eran para el sector alimentación, y trabajamos con más de 84.000 muestras. Diariamente realizamos controles de seguridad alimentaria, garantizando el cumplimiento de las normativas europeas y nacionales; la detección de plaguicidas en alimentos, micotoxinas, microorganismos patógenos (como ejemplo la salmonella), etc.; análisis nutricionales para el etiquetado de los alimentos, así como de alérgenos o proteínas; la detección de residuos farmacéuticos en carnes; estudios alimentarios de vida útil, Challenge test; liberación positiva en menos de 24h; y el control y seguimiento de alertas sanitarias. Además de estudios de validación, que es comprobar la presencia o no de determinado factor que nos indique cliente.
Q.- ¿Cómo contribuye Laboratorios Tecnológicos de Levante a un sistema alimentario más sostenible y seguro?
R.L.- Nosotros nos ocupamos de ofrecer a las empresas del sector la garantía de que todos los cambios y mejoras que llevan a cabo en su producción y el producto final son seguros, inocuos y saludables para el consumidor. El sector de la alimentación se enfrenta a muchos cambios, por un lado para transformarse en un sector sostenible y por otro para responder a todos los nuevos requerimientos y hábitos de consumo del cliente final.
Por nuestra parte, acompañamos al sector en esos cambios estando alerta y anticipándonos a incorporar nuevas metodologías de análisis más innovadoras, eficaces y económicas, ampliar la cobertura de lo que somos capaces de analizar, ofrecer acreditaciones, certificaciones y sellos cada vez más exigentes…
A día de hoy nuestra compañía cuenta con más de 34 certificaciones, entre las que podemos destacar las acreditaciones como Laboratorio de Ensayo e Inspección, de acuerdo a las normas ISO 17025 y 17020, el sello QS, más de 500 plaguicidas acreditaciones, y otras muchas referentes a alimentación y medioambiente. Además contamos con certificaciones de Gestión de la Calidad (ISO 9001), Gestión Ambiental (14001) y Seguridad y Salud (45001).
Para nosotros esto es una prioridad, la confianza del cliente es esencial en nuestra actividad y esta es una manera de demostrarla.
Q.- La inversión en I+D+i es uno de los puntos fuertes de la entidad. En concreto, ¿qué importancia adquieren las técnicas genómicas en su línea de investigación?
R.L.- Para nosotros la I+D está en nuestro ADN. Tratamos de ofrecer soluciones a necesidades emergentes del sector, lo que nos lleva a estar en constante alerta, investigando, desarrollando e implementando nuevas técnicas y servicios que se anticipen a las nuevas tendencias de producción y consumo. De hecho, contamos con la certificación en Gestión de la I+D+i, de acuerdo a la ISO 166002.
Dentro de todo el campo de investigación, LTL lleva años apostando por el campo de la genómica. Creemos que es el futuro y tiene cantidad de aplicaciones prácticas que van a suponer una revolución en las metodologías ‘tradicionales’. Igual que ha sucedido en el área clínica, la genómica tiene mucho que aportar a otros sectores como la alimentación o el medioambiente.
El estudio del genoma, las cadenas de ADN, puede darnos mucha información sobre composición y origen de la producción, del alimento, de sus aditivos, etc. Y son metodologías rápidas, más fiables y más económicas que las habituales.
Q.- ¿Qué proyectos de innovación se están llevando a cabo actualmente?
R.L.- En el campo de la alimentación, el proyecto insignia es el de fraude alimentario. Este proyecto ya nos ha permitido desarrollar un nuevo servicio de detección de fraude alimentario en el que a través de la genómica certificamos la composición y origen de los productos.
Además, continuamos teniendo abierta la línea de investigación de la genómica para desarrollar nuevas aplicaciones en el sector de la alimentación.
Q.- El fraude alimentario constituye un grave problema, ¿en qué consiste el proyecto Fraude Alimentario y qué se ha conseguido al respecto?
R.L.- El fraude alimentario es un problema que afecta en gran medida al sector, tanto a nivel económico como de confianza del consumidor. Nuestro servicio de identificación de fraude alimentario surge del proyecto Food Fraud, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial de la Generalitat Valenciana (IVACE), a través de los fondos FEDER. En este proyecto hemos desarrollado una nueva metodología para el análisis y certificación de la composición de los alimentos, a través técnicas genómicas de secuenciación masiva, a fin de garantizar su calidad y combatir el fraude alimentario relacionado con el etiquetado incorrecto o la sustitución de ingredientes, entre otros.
Mediante el uso de estas técnicas se aísla todo el ADN presente en una muestra de alimento, y se identifica todas las especies animales y vegetales que lo componen, ofreciendo también información sobre el origen o calidad del mismo.
Esta metodología supone grandes ventajas frente a las metodologías de análisis comunes. Es más fiable, más rápida y eficiente, y con un coste menor, además permiten detectar de manera ágil especies que no se analizan de forma rutinaria.
Es una línea de implementación muy interesante porque su aplicación se traslada a todo tipo de productos animales, veganos o a la producción ecológica, que están ganando cada vez mayor peso en el mercado, y para los que hay que ofrecer garantías reales al consumidor.
Q.- ¿Por qué es tan importante la apuesta por la innovación para el sector agroalimentario?, ¿cree que se le da importancia que se merece?
R.L.- La innovación es lo que hace que avance y evoluciones cualquier área de lo que conocemos. En la alimentación creo que se invierte mucho en innovación y todo el sector es consciente de la necesidad que se tiene de ella. Además, cada día contamos con más información y conocimiento. Lo que sí se está viendo cada vez más es un mayor interés y concienciación por parte del consumidor, y eso hace inevitablemente que todos nos apresuremos para dar respuesta a todas esas inquietudes. Desde hacer más sostenibles todos los procesos, optimizar el uso del agua, hacer la producción más ecológica, la reducción de sustancias químicas o antibióticos en la producción, los productos veganos de calidad, proteínas… todo eso ahora es ineludible y el consumidor lo valora y está dispuesto a asumir un coste mayor por un producto de mayor calidad. Cuanto más se conoce de los efectos de la alimentación en la salud, más exigentes vamos a ser todos con lo que consumimos.
Q.- Por último, ¿qué retos cree que tiene el sector agroalimentario por delante en materia de innovación e investigación?
R.L.- Considero que el sector de la alimentación y todos los servicios auxiliares tenemos el reto de investigar e innovar en producción, para hacerla más sostenible, más ecológica, más saludable… Como decía antes, es lo que demanda el consumidor, el planeta y a lo que nos lleva todo el conocimiento que tenemos ahora.
A nivel general, la industria alimentaria se enfrenta a multitud de retos en este 2023, pero quizá el más acuciante sea la necesidad de proporcionar alimentos sostenibles, nutritivos y asequibles a una población mundial en aumento, reduciendo al mismo tiempo su impacto medioambiental.
Una solución para abordar estos retos es cambiar hacia prácticas agrícolas más sostenibles y regenerativas. Esto podría incluir técnicas como la agrosilvicultura, la rotación de cultivos y los cultivos intercalados, que promueven la salud del suelo, la biodiversidad y la reducción del carbono.
Además, la agricultura de precisión, que utiliza datos y tecnología para optimizar las prácticas agrícolas, podría ayudar a reducir los residuos y mejorar la eficiencia.
Otra solución es invertir en fuentes alternativas de proteínas, como las carnes de origen vegetal y celular, cuya producción requiere menos recursos y tiene un menor impacto ambiental.
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