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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

10 DE noviembre DE 2021

'Las industrias están inmersas en un aumento de los costes aunque el consumo global no ha alcanzado los niveles previos al Covid'

Mari Carmen Martínez- En la actualidad, ¿cómo se encuentra la industria harinera y de sémolas en España?

Ramón Sánchez- La industria harinera y semolera es un sector sólido, con implantación en todas las Comunidades Autónomas, especialmente en el medio rural, que abastece de una materia prima insustituible a más de una tercera parte de las industrias alimentarias de segunda transformación en España.

Sin embargo, en estos momentos atraviesa una situación complicada por la fuerte evolución alcista de las cotizaciones mundiales de los cereales y en concreto del trigo, así como de otros inputs como la electricidad y los combustibles.

Tras el inmenso esfuerzo realizado por las empresas del sector durante los momentos más duros del confinamiento en 2020 para que la cadena cerealista siguiera funcionando correctamente, las industrias se encuentran ahora inmersas en un entorno económico de fuerte aumento de todos los costes, cuando el consumo global de los productos transformados a partir de harinas y sémolas no ha alcanzado todavía los niveles previos al Covid.

MC.M- ¿Cuáles son, en su opinión, los grandes retos y asignaturas pendientes de la industria harinera y de sémolas en España?

RS- De modo sintético, nuestro sector debe afrontar los siguientes retos estratégicos:

  • Gestionar el riesgo de las materias primas, dado que los mercados internacionales de cereales presentan una elevada volatilidad en los últimos años, acrecentada por movimientos financieros
  • Generar rentabilidad en un entorno complicado de escasos márgenes, con un nivel de sobredimensión en su capacidad de transformación y en un contexto de crisis económica derivada del Covid-19.
  • La adopción de un modelo estratégico de cara a los sectores clientes, que potencie el consumo de sus productos finales.

MC.M- ¿Qué importancia, a nivel agroalimentario, tiene el sector harinero y de sémolas en España?

Nuestra industria transforma anualmente cinco millones de toneladas de cereales con destino principal la alimentación humana. Nuestro sector proporciona una materia prima básica y estratégica para un gran número de industrias alimentarias de segunda transformación, tales como los sectores de panadería, bollería, pastelería, galletas, pastas, pizzas, alimentos infantiles, platos preparados, snacks y un largo etcétera de productos, donde la harina y la sémola se encuentran presentes.  A todos estos productos transformados los españoles destinamos, aproximadamente, el 12% de nuestro gasto total en alimentación.

Por ello, la importancia socioeconómica de nuestro sector va más allá de su propio volumen de ventas, tanto desde la perspectiva de compras de trigo panificable y otros cereales a los agricultores españoles, como de suministro de una materia prima insustituible a un gran número de industrias alimentarias de segunda transformación.

MCM.M- ¿Cuántas toneladas de harina y sémola se produjeron en 2020? ¿Qué total se han derivado a la exportación y cuáles son los principales mercados?

R.S- La producción alcanzó los 4.000.000 de toneladas en 2020. En relación con la industria harinera cabe estimar que la reducción global de la producción durante el pasado año se ha situado en el rango del -10%, debido a las restricciones sufridas a partir del mes de marzo por el canal Horeca y a la pérdida del turismo internacional por la Covid-19.

La exportación de harinas y sémolas se situó en 220.000 toneladas, siendo los principales mercados Francia y Portugal para las ventas de harina, mientras que para las sémolas fueron los países de África Occidental, donde destacan Senegal, Costa de Marfil o Mali.

En los últimos años, ¿qué cambios ha sufrido el sector motivado por los nuevos gustos y demandas del consumidor? ¿Hacia dónde se dirige el nuevo mercado español de cereales?

Las principales innovaciones del sector se han centrado en atender las nuevas demandas de los consumidores y ampliar la gama de cereales, pseudocereales y legumbres que se transforman, con una tendencia clara hacia el consumo de harinas que aporten más beneficios nutricionales y saludables al consumidor.

La harina de trigo es la más habitual, pero existe una tendencia creciente a elaborar el pan y otros productos con nuevas harinas: harinas de cereales secundarios (centeno, avena, cebada, espelta, maíz), harinas de pseudocereales (trigo sarraceno, quinoa, amaranto) y semillas diversas, harinas de nuevos cereales (harina de tritordeum), harinas de granos antiguos o cereales ancestrales, harinas de legumbres, etc.

Otro ejemplo de cambio en la demanda de los consumidores es el aumento en la producción de harina integral, ya sea de trigo o de otros cereales, harinas que tienen un perfil saludable reconocido.

Y también ha aumentado la demanda de harinas que no contienen gluten, con el fin de atender la demanda de un segmento de consumidores que son celiacos o tienen intolerancia a esta proteína.

MC.M- ¿Qué papel juega el pan a la hora de llevar a cabo una dieta equilibrada? ¿Cuántas raciones deben de tomarse al día?

R.S- El pan resulta un alimento tremendamente valioso desde el punto de vista nutricional. Aporta hidratos de carbono complejos (almidón), cierta cantidad de proteína vegetal, prácticamente nada de grasa y, además, si es integral, una cantidad importante de vitaminas, especialmente vitaminas del grupo B, minerales y fibra.

Todas las guías alimentarias aconsejan incluir para seguir una dieta equilibrada, de 4 a 6 raciones de cereales y derivados al día. Entre los que se incluyen el pan, arroz, pasta y otros derivados de cereales. Recomendaciones que podrían ser cubiertas a partir del consumo de cualquiera de estos alimentos, siendo lo más aconsejable la variedad.

Sin embargo, considerando los hábitos alimentarios de la población española, el pan pasa a ocupar un papel fundamental a la hora de cumplir con el número de raciones diarias aconsejado de estos alimentos, ya que de acuerdo con nuestras costumbres, se trata de un alimento fácil de incluir en la dieta varias veces al día, pues se integra fácilmente en cualquiera de las comidas, es fácil de combinar con otros alimentos y, además, en España contamos con más de un centenar de especialidades con un importante valor gastronómico y cultural.

Desde la Organización Interprofesional INCERHPAN se está desarrollando la campaña de información nutricional “Buenos días con pan”, dirigida a niños de 6 a 12 años, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea y que recomienda el consumo, al menos, de dos raciones de pan diarias, para facilitar cumplir la recomendación de tomar entre cuatro y seis raciones de cereales al día y seguir una dieta equilibrada.

 

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