Cuatro años seguidos. Ése es el tiempo que el sector de los aditivos alimentarios lleva registrando una mejora de sus ventas en España. Todo un logro en plena crisis económica que se debe, fundamentalmente, al lanzamiento de los nuevos productos multifuncionales y al aumento de la penetración de los aditivos de origen natural en detrimento de los artificiales.
Dos razones con las que este sector ha podido cerrar 2013 con unas ventas de 430 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,4% respecto a las cifras de un año antes, según se desprende del Informe Especial Basic de DBK.
Un documento que también apunta a que el sector de los aditivos alimentarios crecerá entre un 4% y un 5% en 2014 y en 2015, alcanzado un valor de 470 millones de euros al cierre del año que viene, cuando también, según el mismo informe, se incrementarán las ventas de estos productos fuera de España.
A día de hoy, el segmento de los aditivos alimentarios está compuesto por unas 150 empresas, que generan un empleo en el sector de alrededor de 1.250 trabajadores.
Por Comunidades Autónomas la que más peso tiene en este sector es Cataluña, que reúne alrededor del 50% de las empresas. A continuación, aunque muy lejos, figuran en términos de número de empresas Madrid y la Comunidad Valenciana.
Entre los operadores destaca la presencia mayoritaria de empresas de mediana y pequeña dimensión, junto a las que opera un número más reducido de compañías de gran tamaño. Entre los principales competidores figuran filiales de grupos multinacionales extranjeros especializados en aditivos y complementos alimentarios, así como filiales de grupos químicos.
La actividad exportadora tiene una importancia relevante para las principales empresas del sector. En 2012 la facturación agregada en el extranjero de doce de las principales empresas especializadas en el sector supuso el 56% de su facturación total.
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