En épocas como el verano, con la llegada de las altas temperaturas, la hidratación es fundamental para prevenir posibles trastornos funcionales y metabólicos del organismo. La ingesta de zumos puede constituir una de las formas más equilibradas de hidratación, desde el punto de vista nutricional.
En la playa, en la piscina... cualquier momento es bueno para beber zumo, hidratarse y disfrutar del sabor de la fruta. Para conservar estas bebidas en lugares expuestos al sol, lo mejor es un zumo comercial envasado en una nevera portátil. Así nos aseguramos que los zumos están en perfecto estado y podemos tomar fruta fresca de una manera fácil, sencilla y en cualquier momento.
Las pérdidas de agua habituales de la población están entre 1,5 y 2,7 l/día, pudiendo llegar a 3,7 l/día en condiciones normales (en circunstancias especiales esta situación cambia y puede ser más intensa). Ese es el volumen que habitualmente ha de remplazarse.
Beber agua de forma compulsiva se ha transformado en una epidemia moderna. En este sentido los zumos presentan algunas ventajas. Las distintas sustancias clave que componen los diferentes zumos nos proporcionan distintas maneras de hidratarnos. Así, por ejemplo, las pérdidas de sodio se pueden ver compensadas no solo por el contenido en sodio de los zumos, sino también por su contenido en glucosa. por este motivo el aporte de este catión es suficiente para contribuir significativamente a la recuperación de los niveles adecuados en el organismo.
Además, según describen los expertos, los zumos son la bebida que mejor ´densidad nutritiva´presenta.
De esta forma ayudamos a paliar uno de los problemas actuales en la alimentación de las sociedades avanzadas, donde, a pesar de la híper-alimentación (ingestión excesiva de comida), puede darse simultáneamente con la malnutrición, debido a que se encuentra muy sesgada hacia la comida basura.
Por otro lado, el contenido en fibra de los zumos y su capacidad de retención de agua contribuyen a la retención de la humedad en el tracto final del intestino.
Por tanto, el zumo puede constituir un medio de hidratación que además ayuda a paliar algunas carencias nutritivas que padecemos en nuestra sociedad opulenta. En este sentido, y contribuyendo a la estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si cada ración de fruta equivale a 150 ml de zumo, una recomendación racional estaría en una ingesta diaria de aproximadamente ½ L de zumos de frutas, es decir, de dos vasos de zumo al día, ya que no todas las raciones de fruta habrían de proceder de zumos, porque entonces se perjudicaría a la ingesta de fibra.
Qcom-es © 2024 | Todos los derechos reservados