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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

3 DE julio DE 2024

Crisis global: 1.700 millones de personas padecen inseguridad alimentaria

Redacción Qcom.es

A medida que la urbanización sigue transformando nuestro mundo, la atención a los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos se vuelve cada vez más crucial. El último informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición (GANESAN o HLPE-FSN por sus siglas en inglés) del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de las Naciones Unidas, titulado "Fortalecimiento de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos para alcanzar la seguridad alimentaria y afianzar la nutrición en el contexto de la urbanización y la transformación rural", lanzado hoy, arroja luz sobre este tema crítico.

Este innovador informe desafía las narrativas más frecuentes: contrariamente a la creencia común que pinta las áreas rurales como más vulnerables a la inseguridad alimentaria y la malnutrición, muestra que más de 3/4 de la población mundial con inseguridad alimentaria se encuentra en regiones urbanas y periurbanas; en otras palabras, de los 2.200 millones de personas con inseguridad alimentaria moderada y severa en el mundo, 1.700 millones viven en áreas urbanas y periurbanas.

"Con 1.700 millones de personas enfrentándose a la inseguridad alimentaria en áreas urbanas y periurbanas, no podemos ignorar la necesidad de intervenciones e inversiones específicas", explicó Jane Battersby, autora principal del informe, durante el lanzamiento. "Este informe subraya la necesidad urgente de políticas orientadas a abordar las complejidades de los sistemas alimentarios urbanos y proporciona una hoja de ruta para los responsables políticos para garantizar que nadie se quede atrás en un mundo en proceso de urbanización", concluyó.

El informe presenta los últimos datos disponibles y muestra diferencias regionales y espaciales. Encuentra que la inseguridad alimentaria es mayor entre las mujeres que entre los hombres debido a los riegos distintos asociados a shocks y a las diferencias en educación, ingresos, oportunidades, capital y redes sociales y derechos.

“El derecho a la alimentación es un derecho humano fundamental, sin embargo, debido a las disparidades socioeconómicas, la inseguridad alimentaria es alta y muy desigual en entornos urbanos y periurbanos”, destacó Akiko Suwa-Eisenmann, presidenta del GANESAN. Estas disparidades empeoraron durante la pandemia de COVID-19 debido a la pérdida de medios de vida e ingresos, menor acceso a programas de alimentación escolar (aumentando así la demanda de alimentos dentro de los hogares) y un aumento sustancial de las responsabilidades de cuidado que compiten con las actividades de los sistemas alimentarios.

Se encuentra que la inseguridad alimentaria y la malnutrición en áreas urbanas y periurbanas están moldeadas por los sistemas alimentarios y otros sistemas como la vivienda, el agua, la energía, el saneamiento, los residuos y el transporte. El informe también destaca cómo las regiones urbanas y periurbanas son sitios de innovación y oportunidades económicas y epicentros de nuevos hábitos alimentarios: las dietas urbanas tienen más alimentos de origen animal, frutas y verduras, aceites, azúcar, sal, así como alimentos ultraprocesados. Este patrón dietético tiene algunas ventajas para las poblaciones urbanas (mayor consumo de frutas y verduras), pero también se caracteriza por un mayor consumo de aceites, azúcar, sal y alimentos ultraprocesados, lo que, combinado con menos actividad física, lleva a un aumento del sobrepeso y la obesidad, incluida la obesidad infantil.

La prevalencia de la obesidad ha aumentado en las últimas décadas tanto en los países de altos ingresos como en los de ingresos bajos y medios, donde está aumentando particularmente rápido y se proyecta que los países de ingresos bajos y medios representarán tres cuartas partes de la población mundial obesa para 2025. En este caso también, se encuentra que las mujeres tienen tasas de obesidad mucho más altas que los hombres.

Algunos aspectos destacados del informe incluyen:

Evaluación de retos: el informe identifica los cuellos de botella para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición en áreas urbanas y periurbanas, enfatizando la necesidad de intervenciones a medida.
Vínculos con otros sistemas: explora cómo los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos interaccionan con los sistemas de agua, energía y movilidad, cruciales para lograr los objetivos de seguridad alimentaria y nutrición.
Transformación y equidad: se discuten estrategias para transformar los sistemas alimentarios urbanos para que sean más equitativos, accesibles, sostenibles y resilientes.
Recomendaciones políticas: el informe proporciona recomendaciones orientadas a la acción, dirigidas a los responsables políticos.
Los capítulos del informe profundizan en varios aspectos, incluidos los desafíos y las oportunidades que presentan las actividades del sistema alimentario, problemas de gobernanza e instrumentos políticos para el cambio. Se enfatiza la importancia de la gobernanza multinivel y de la necesidad de abordar las desigualdades estructurales.

El evento de lanzamiento el 2 de julio reunió a expertos de renombre mundial, académicos, responsables de políticas y diversos actores del sector privado y la sociedad civil para discutir los hallazgos del informe y trazar un camino a seguir para la seguridad alimentaria y la nutrición urbanas.

Representantes de diferentes países y agencias y programas especializados de las Naciones Unidas – FAO, PMA, FIDA, UN Nutrition – así como otros cuerpos científicos internacionales, como el Panel Internacional de Expertos en Sistemas Alimentarios Sostenibles (IPES-Food) y CGIAR, intervinieron durante un debate muy dinámico, facilitando la participación de los más de 1.000 participantes registrados en una discusión sólida sobre las implicaciones del informe y mostrando la complementariedad y alineación del informe del GANESAN con los más nuevos de otras instituciones y organizaciones sobre el futuro de los sistemas alimentarios urbanos.

Por ejemplo, un informe separado sobre seguridad alimentaria – que también ha sido publicado el 2 de julio por IPES-Food – encuentra que los mercados y las cadenas de valor locales demuestran beneficios para el acceso a alimentos nutritivos, la resiliencia a los choques, el medio ambiente y la cohesión comunitaria, y llama a la acción para relocalizar los sistemas alimentarios.

Las recomendaciones incluyen la necesidad de:

Integrar el sistema alimentario en la planificación urbana e incluir otros sectores relevantes para una planificación y diseño sensibles a la alimentación.
Asegurarse de que la política alimentaria urbana se enfoque en una dieta asequible, saludable y nutritiva para las necesidades de los grupos de bajos ingresos.
Reconocer y apoyar el papel del sector y los actores informales, mientras se garantiza la inocuidad alimentaria.
Fortalecer los aspectos locales y territoriales, reconociendo que muchos seguirán dependiendo de alimentos de otros lugares.
Invertir en tecnología de la información y digitalización para mejorar la formulación de políticas basadas en evidencia, asegurando el acceso a la tecnología para el sector informal y los pequeños productores de alimentos.
Proteger los derechos de los trabajadores y el empleo en los sistemas alimentarios.

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