3 DE julio DE 2020
Redacción Qcom.es
La demanda y los precios del pescado tienden a estabilizarse y a subir lentamente, aunque todavía están lejos de la situación óptima. Las ventas de marisco siguen siendo prácticamente inexistentes, pese a la paulatina apertura del canal de la restauración. Los responsables del Comité de Crisis del sector pesquero, integrado por la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (FEDEPESCA) y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), ven alejarse las perspectivas de recuperación a corto plazo.
Esa tónica se refleja en la actividad en lonjas y en los precios en primera venta. No obstante, los productos destinados al consumidor final van recuperando los precios previos a la pandemia, aunque la demanda no crece mucho. El sector confía en que el Gobierno desoiga la propuesta de subir el IVA reducido de la alimentación –situado en el 10%– planteada por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ya que estiman que perjudicaría al consumo y acentuaría la crisis.
Por el contrario, el sector demanda compensaciones para los trabajadores y empresas que hayan mantenido su actividad pese a registrar pérdidas, así como la exoneración de tributos (IVA, IAE, IRPF), y las tasas y cuotas a la Seguridad Social.
En esta misma línea, la Asamblea anual de FEDEPESCA, que se celebró en Valladolid el 28 de Junio, acordó volver a solicitar la reducción del tipo impositivo del IVA al 4% para los productos pesqueros y transmitir esta demanda, que cuenta con el respaldo del Comité de Crisis, al presidente del Gobierno, al vicepresidente Pablo Iglesias, por ser el responsable de Derechos Sociales y Agenda 2030, y al ministro Alberto Garzón, como responsable de la cartera de Consumo y, por tanto, de proteger los derechos de los consumidores.
Relevos pendientes
En este estado de cosas, los armadores españoles, con el apoyo del Comité de Crisis del sector pesquero y la colaboración de la Secretaría General de Pesca y de algunas Embajadas de España en terceros países, trabajan intensamente desde hace semanas para facilitar el reemplazo de los más de 300 tripulantes españoles que permanecen en sus buques de pesca, en alta mar, desde el inicio del estado de alarma, fundamentalmente de las flotas atunera congeladora, marisquera y de palangre de superficie. Algunos trabajadores llevan más de siete meses sin pisar tierra firme y sin garantía de relevo próximo y los ánimos empiezan a flaquear.
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