22 DE junio DE 2023
Redacción Qcom.es
Cajamar ha presentado este mediodía el Informe 2022 del ‘Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo’, elaborado por Joaquín Maudos y Jimena Salamanca, especialistas del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).
El documento analiza la evolución de los principales indicadores del conjunto de la cadena de valor del sector agroalimentario español, que incluye producción, transformación y comercialización al por mayor y al por menor de productos agroalimentarios, en un año marcado por fuertes tensiones inflacionistas y el encarecimiento de alimentos, energía y suministros.
En la presentación de los resultados del Informe 2022 han intervenido el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde; el secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Fernando Miranda; el director de Desarrollo Sostenible de Grupo Cajamar, Roberto García; y el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y director adjunto del Ivie, Joaquín Maudos.
Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar, ha resaltado en su intervención de bienvenida que debemos estar orgullosos del sector agroalimentario que tenemos en España y de los resultados que obtiene, sin tener la mayor superficie agrícola útil, ni los suelos más fértiles ni beneficiarnos de la pluviometría que tienen nuestros socios comunitarios. “Sin embargo, somos la cuarta potencia productora y, año tras año, el valor de nuestras exportaciones bate récords, alcanzando ya casi los 70.000 millones de euros, y somos líderes en producciones mediterráneas y sectores como el porcino”. Todo ello, ha destacado el presidente de Cajamar, “es la consecuencia de que tenemos unos índices de competitividad y productividad superiores a la media comunitaria, sobre todo en el ámbito primario y la industria transformadora, lo que nos permite que la inflación registrada en el precio de los alimentos se sitúe por debajo de la media de la UE y los precios de los alimentos al consumo sean considerablemente inferiores a los del resto de los países comunitarios”.
Como áreas de mejora, Eduardo Baamonde ha señalado “la necesidad de invertir más en I+D+i para contar cada día con procesos más eficientes y productos diferenciados con mayor valor y mejor posicionamiento”; y en relación a la situación actual provocada por la sequía y los efectos del cambio climático, ha advertido que “el sector agroalimentario español debe contar con infraestructuras de regadío eficientes, que garanticen el suministro de agua que necesita, dada su importancia para la sociedad, la economía y el empleo de nuestro país”.
Fernando Miranda ha resaltado la importancia y relevancia del sector agroalimentario en España como motor de desarrollo económico y generador de empleo y riqueza. Con más de un millón de empleados en 2022, el sector agroalimentario ampliado ha contribuido con un 9,2 % al total de la economía española en Valor Añadido Bruto.
Para paliar los efectos en el sector agrario, el Gobierno ha combinado las medidas de apoyo a través de la PAC, con medidas excepcionales en forma de ayudas directas al sector que, a finales de 2023, totalizarán más de 1.293 millones de euros, incluyendo el Real Decreto Ley 4/2023, de medidas excepcionales para paliar los efectos de la sequía.
A continuación, Joaquín Maudos, como responsable del Observatorio, ha comentado en detalle los principales resultados del análisis, destacando que “el sector afronta importantes retos (medioambientales, digitales, sociales y económicos) pero desde una posición de resiliencia gracias a su elevada competitividad. Esos retos exigen aprovechar la oportunidad de los casi 1.320 millones de euros de fondos europeos NGEU que recibe el sector y cuyo grado de ejecución hasta ahora es reducido (poco más del 15 %)”. Como retos prioritarios ha señalado “hacer frente al aumento de los costes de producción, al relevo generacional en el empleo y al cambio climático”.
Finalmente, el director de Desarrollo Sostenible de Grupo Cajamar, Roberto García Torrente, ha cerrado el acto celebrando el incremento récord del valor añadido generado por el sector, pero llamando a su vez la atención sobre las notables diferencias que se observan en las distintas fases de la cadena: “Es especialmente preocupante -ha señalado- que la producción agrícola y ganadera haya sido la más afectada por los costes de producción. Si bien el valor aumenta un 11 %, los costes lo hacen en casi un 30 %”. En su opinión, “esta pérdida de rentabilidad puede tener consecuencias en el abandono de muchas explotaciones, situación que ya se está produciendo en el caso de la ganadería y, especialmente, en los subsectores de la producción de leche y cebo de porcino”.
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