9 DE junio DE 2022
Redacción Qcom.es
Mejorar la fiscalidad y facilitar y fomentar la comercialización de productos ecológicos ha sido el principal mensaje compartido por los participantes de la mesa redonda ‘La cadena de valor de productos ecológicos’ organizada por la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES) en Organic Food Iberia 2022.
Aurelio del Pino, presidente de ACES, en su discurso inaugural ha afirmado que “tenemos que mantener un diálogo y comunicación intensa entre todos e identificar aquellos aspectos comunes en los que podamos ir trabajando para el logro de los objetivos marcados desde Europa. El cliente del supermercado cada vez está más concienciado con el bienestar y con el medio ambiente. España es el primer productor europeo en superficie dedicada a producción ecológica y una potencia en la comercialización internacional. Los supermercados de Alcampo, Carrefour, Eroski y Supercor son líderes en la comercialización productos ecológicos, y están impulsado este mercado, colaborando con el entramado de Pymes industriales, con proveedores de proximidad y desarrollado sus marcas propias. La amenaza de un contexto macroeconómico cada día más complicado hace que hoy, más que nunca, sea necesaria una revisión del tratamiento fiscal y la carga burocrática a la que está sometido el sector, si queremos en primer lugar cubrir la demanda que el cliente nos está pidiendo, pero sobre todo, si queremos alcanzar los objetivos de producción ecológica que nos hemos puesto en Europa. Para ello consideramos que resulta más necesario que nunca una reducción del IVA de los productos ecológicos”.
ACES ha querido aprovechar la Feria para reunir a representantes de toda la cadena de valor de esta industria y analizar sus oportunidades y amenazas.
Concha Fabeiro, presidenta de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica/Agroecología (SEAE), en su intervención ha declarado que “la producción ecológica es una necesidad para el planeta y para las personas. Es de justicia que esa necesidad sea cubierta con el pago del sobrecoste que implica producir de una manera más compleja. El mínimo que se nos ha marcado es alcanzar el 25% de agricultura ecológica en 2030, pero España debería compensar el margen que otros países no van a poder alcanzar. Deberíamos llegar a un 50% y es responsabilidad de todos”.
Por su parte Pedro López, secretario general de la Asociación Española de Elaboradores y Comercializadores Ecológicos (ASOBIO), ha analizado que “la sociedad no tiene interiorizados los valores añadidos que ofrece la producción ecológica. La metodología de producción protege el medio ambiente, fomenta la economía local, etc., pero el cliente en el lineal comprara con la producción convencional y el precio es clave. Si la producción ecológica rinde beneficios a la sociedad, parece de ley entonces que parte de esos beneficios se reviertan en la gente que está produciendo con un mejor tratamiento fiscal”.
Ecovalia, asociación profesional española de la producción ecológica, ha estado representada por Auxiliadora Vecina, directora de innovación, que ha comentado que “el crecimiento del consumo de producción ecológica va al alza y no se ha detenido a pesar de todos los acontecimientos ocurridos desde marzo de 2020. Por ejemplo, la Comisión Europea reconoce a la ganadería ecológica como el paradigma de la seguridad y bienestar animal, y este mensaje sí ha llegado al consumidor”. Mientras que para Rocío Amatriain, directora mercado BIO Carrefour, “existe un cliente fiel a esta producción, generalmente muy bien informado, pero la gran mayoría encuentra barreras para acceder a estos productos. Por nuestra parte creemos que la visibilidad es fundamental, democratizar el producto implica poder integrarlo junto con el producto convencional, en el mismo lineal. Para democratizar también sería necesario solucionar problemas de certificación en algunas comunidades autónomas y que el ritmo de autorizaciones y trámites se adecúe al dinamismo de nuestro sector”.
Por su parte Félix Martín, secretario general de Hispacoop (Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios), ha insistido en esos dos perfiles de consumidor, “existe un grupo de personas que, por compromiso con el medio ambiente y por la calidad, ha integrado esta producción en su cesta de la compra, asumiendo que el coste de estos productos es mayor. Sin embargo, aunque el 45% de los consumidores afirma que está dispuesto a pagar un poco más sigue habiendo una barrera de entrada en el diferencial de precios. El consumidor se pregunta si este brecha de precio está justificada y necesitamos que la Administración les estimule”.
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