6 DE septiembre DE 2023
Redacción Qcom.es
Garantizar el suministro de agua en cantidad y en calidad suficientes es fundamental para el desarrollo de la sociedad y para la lucha contra la pobreza y las enfermedades en cualquier parte del mundo.
Pero ¿cómo pueden ayudar las empresas a la consecución de este objetivo?
Indicador 1: Número de instalaciones que cumplen los estándares de calidad del agua Número de instalaciones de una compañía que produce vertidos de aguas que cumplen con los estándares de calidad (necesitando o no, según el uso del agua, un tratamiento previo al vertido para alcanzar esos estándares) sobre el total de sus instalaciones.
Acciones: Las empresas pueden llevar a cabo mejoras en la calidad de los vertidos de aguas residuales reduciendo el uso de materiales y productos químicos peligrosos en las operaciones de la empresa, para minimizar el impacto medioambiental. También pueden tomar medidas para impulsar una mejor gestión del agua a través de todo el ciclo de vida de los productos.
Indicador 2: Porcentaje del total de agua reciclada y reutilizada
Cuando se habla de reutilización de agua, el mismo término induce muchas veces a un error conceptual. Es muy importante diferenciar entre: Aguas reutilizadas: el proceso industrial permite que se vuelva a utilizar el agua sin tratamiento o con modificaciones sencillas basadas en separación y/o enfriamiento. Aguas recuperadas/recicladas: las aguas utilizadas como proceso auxiliar (por ejemplo, aguas de refrigeración, evaporación, etc.) que, mediante pequeñas adaptaciones, como puede ser la cloración, vuelven a ser aptas para su uso.
Acciones: Las empresas pueden desarrollar tecnologías para ahorrar, recuperar y reutilizar agua. Para ello, deberán medir los m3 de agua reciclada y reutilizada de la que se hace uso al año para, posteriormente, comparar con las mediciones de años anteriores y observar la evolución en los casos en los que una empresa haga uso de este tipo de aguas en sus procesos.
Indicador 3: Ratio de uso de agua sobre unidad producida
Son los m3 de agua consumida para producir un kilogramo (kg) o litro (l), si se trata de una bebida. Se suele denominar “Huella Hídrica”.
Acciones: Entre las acciones que pueden llevarse a cabo para reducir la “Huella hídrica” se encuentran la realización de un diagnóstico del uso del agua de la empresa identificando el volumen del agua residual y sus componentes para tener un uso más eficiente del mismo; además de implementar tecnologías de ahorro de agua como temporizadores y controles para automatizar el uso del agua, sensores de humedad o apagar las unidades de refrigeración.
Qcom-es © 2024 | Todos los derechos reservados