14 DE octubre DE 2022
RedacciónQcom.es
Llevar una alimentación equilibrada es un aspecto fundamental para cuidar tanto de nuestra salud como de la de quienes nos rodean. En este sentido, el consumo de frutas y verduras es imprescindible para disfrutar de una dieta saludable, no solo porque es positivo a nivel físico, sino que también puede hacernos sentir más felices o relajados.
Sin embargo, son muchas las variedades vegetales que la tierra brinda y muy pocas las conocidas por los españoles. Tanto es así que un 78% de los españoles no sabría mencionar variedades de brotes más allá de la rúcula o el canónigo. Así lo revela Florette en El sabor de la felicidad, encuesta que recoge los datos de la II edición del informe ‘Comer Bien Para Ser Feliz’.
De este modo, y aunque existen más de 60 variedades de lechugas y brotes, muchos de ellos son desconocidos para los españoles. Entre ellos, el lollo rojo, la savia roja o el tatsoi que, además de tener sabores que combinan matices amargos, minerales y salinos, contienen vitaminas B6, B9 y hierro, fundamentales en la regulación de la serotonina u hormona de la felicidad.
Del mismo modo, la encuesta elaborada por la empresa de origen navarro revela que los brotes y vegetales más consumidos por la población, como la escarola o el canónigo, también son claves para mejorar nuestro estado de ánimo. Por ello, Florette aprovecha el Día Mundial de la Alimentación, que se celebra cada 16 de octubre, para profundizar en las características y beneficios emocionales de estas variedades.
Otro de los aspectos que los consumidores tienen muy en cuenta a la hora de llenar el carrito de la compra es el medioambiente. Además de contribuir con ello al cuidado del planeta, el 75% de los españoles afirma sentirse más feliz cuando consume productos sostenibles. Esto se debe a que, principalmente, se fomenta el consumo de productos locales y de cercanía, como los de Florette, cuyos vegetales se cultivan en todo el territorio español y con prácticas agrícolas enfocadas en el respeto de los recursos naturales durante todo el proceso productivo. Algunos ejemplos son el uso de desinfectantes naturales de residuo cero, el uso de bandas floridas como reservorio de insectos para controlar las plagas o la reutilización del agua de la lluvia en sus campos de cultivo.
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