5 DE diciembre DE 2019
Redacción Qcom.es
Castilla-La Mancha dispone de algo menos de la mitad del viñedo de España (aproximadamente 444.000 hectáreas en 2018 de un total de unas 960.000 en toda España), concentrándose en la Zona de Producción La Mancha casi 300.000 hectáreas (unas 155.000 inscritas en la Denominación de Origen). Viñedos que colorean los campos en diferentes tonalidades cromáticas por estaciones del año, conformando un mar verde que es el verdadero pulmón manchego, una tierra árida cuyo nombre parece provenir del árabe “Manxa o Al-Mansha”, que significa “tierra sin agua”.
El viñedo es el sostén básico para el medio ambiente en La Mancha con un papel fundamental en la custodia y protección del territorio. De un lado, ejerce a nivel edafológico una misión vital sobre los suelos, evitando la desertización de los mismos. Su cubierta vegetal y su asentamiento con sustento en las raíces impiden los efectos devastadores de la escorrentía provocados por las lluvias torrenciales.
Por el otro, contribuye en parte a enriquecer la materia orgánica de los suelos (picado de sarmientos y caída de pámpanas), además de otros factores de conservación en el paraguas de protección que fomentan como eslabón del hábitat para otras especies botánicas y animales.
En zonas como La Mancha que presentan un clima estepario en un régimen pluviométrico que oscila entre los 300 y los 400 mm, la vid se presenta como una de las pocas opciones sostenibles a niveles hídricos. Se trata además de una planta capaz de soportar los rigores térmicos del invierno y las altas temperaturas del verano en el interior de la submeseta peninsular, de naturaleza mediterránea pero fuertemente continentalizado por su lejanía del mar.
Ante los retos inminentes del cambio climático, que exigen un viraje hacia nuevos modelos económicos de inversión, la industria vitivinícola también debe adaptarse. Por ejemplo, el reciclaje irá a más (las botellas de vidrio los son plenamente) y los modelos productivos estarán mucho más concienciados con la protección del medio. Por ejemplo, la DO La Mancha tiene autorizado el formato Bag in Box, más consumido actualmente en los mercados del norte de Europa.
Por otro lado, el papel de los entornos rurales como alternativas de a los núcleos y grandes ciudades pueden ser la llave en un futuro a medio y largo plazo. Invertir la creciente despoblación interior y volver a llenar la España vaciada debería ser un objetivo prioritario y, para ello, la viticultura también seguirá jugando un papel importante.
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