4 DE junio DE 2020
Redacción Qcom.es
A pesar de la situación tan complicada que estamos atravesando, los elaboradores han seguido luchando día a día para mantener las empresas abiertas y sus trabajadores en marcha, reaccionando rápido ante la nueva situación y tomando medidas para adaptarse al nuevo entorno.
El Consejo Regulador no ha dejado de realizar las tareas de control necesarias para mantener el sello de calidad de IGP; porque detrás del sello de IGP hay mucho trabajo, esfuerzo, hay calidad, hay tradición, historia, valor cultural y gastronómico.
"Hemos evaluado nuestro trabajo diario y añadido medidas de precaución cumpliendo con las garantías de seguridad e higiene sanitarias en la sistemática de control del cerdo negro mallorquín, en las auditorias de los elaboradores inscritos, en la recogida de muestras para análisis y ahora en el Jurado de cata", afirman.
La IGP retoma así la cata de sobrassada de Mallorca con la primera reunión de los catadores asumiendo todos las medidas necesarias para realizarla con seguridad para la dirección del comité de cata y los miembros del jurado que participan.
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