24 DE mayo DE 2022
Redacción Qcom.es
No existe nada que limpie y mantenga mejor los montes que un rebaño de vacas. La ganadería de vacuno de carne y sus “vacas bombero” juegan un papel imprescindible para mantener la vegetación a raya y las áreas de dehesa, prados y montes libres de biomasa o material altamente inflamable, convirtiéndose en uno de los principales aliados para la prevención de incendios. Tal y como explica el director de la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno (PROVACUNO), Javier López, el ganado permite al mismo tiempo grandes ahorros económicos porque contratar mano de obra y maquinaria para hacer estas mismas funciones de manera mecánica sería impensable así como por sus beneficios medioambientales dada la imposibilidad de actuar sobre miles de hectáreas de terrenos sensibles a los incendios forestales.
El sector del vacuno de carne reivindica el papel de las "vacas-bombero" para eliminar biomasa que fácilmente puede arder y a la ganadería, porque actúa como un "cortafuegos" eficiente para luchar contra los incendios forestales al mismo tiempo que se reduce el riesgo para las brigadas de extinción que se juegan la vida frente al fuego cada verano.
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la superficie afectada por incendios en 2021 fue de 84.300 hectáreas, de las cuales 66.783 correspondieron a zonas forestales y más de 17.400 a áreas arboladas. Asimismo, se registraron un total de 19 “grandes Incendios”, categoría que incluye aquellos que superan las 500 hectáreas forestales afectadas. Quince de ellos tuvieron lugar durante la campaña de verano y otros cuatro durante la campaña de invierno, con una superficie forestal dañada de 31.375 hectáreas. “Consideramos que es mucho mejor y enormemente más barato ‘prevenir que curar’ ¿Por qué no apostamos más por el mantenimiento de la actividad ganadera para luchar contra el fuego?”, se pregunta el director.
A juicio de PROVACUNO, no sólo debe invertirse en extinción, sino que también hay que apostar, muy especialmente, por la prevención. Y esto pasa por más apoyo a los ganaderos para que no abandonen la actividad y puedan mantener así un trabajo esencial, aunque poco conocido y reconocido actualmente. “Somos vitales para la conservación del medio natural y las especies que lo habitan”, recuerdan los ganaderos. Una tarea que se hace más importante cada año si cabe, porque el cambio climático está aumentando la dimensión y gravedad de los “grandes incendios”, que coinciden con frecuencia con las zonas donde se ha abandonado la actividad agrícola y ganadera, a juicio de la Interprofesional.
“España es uno de los países más vulnerables de Europa al cambio climático a tenor de lo que advierten cada vez más expertos mundiales. La combinación de olas de calor, sequía, baja humedad, a veces con fuerte viento, unido a una vegetación muy seca y bosques abandonados por la actividad primaria y forestal, convergen en episodios de incendios cada vez más preocupantes. De hecho, ya estamos soportando la aparición de los denominados “incendios de sexta generación”, recuerda el director general de PROVACUNO.
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