5 DE junio DE 2023
Redacción Qcom.es
Los españoles son conscientes de la necesidad de practicar buenos hábitos alimenticios, sin embargo, tal y como se desprende de los datos de seguimiento de consumo de Kantar, esto se queda sólo en buenas intenciones y lo que realmente consumen no es tan saludable, lo que incluye que el consumo de frutas continúe bajando año tras año.
El informe de Kantar referente al primer trimestre de 2023 respecto a los hábitos de consumo y compra de fruta fresca por parte de las familias españolas arroja datos que indican que los hogares nacionales acuden a comprar fruta fresca con menos frecuencia que años anteriores (-2,8%) y cada vez que lo hacen, adquieren menos cantidad.
Así lo refrenda GfK, líder de datos y análisis en el sector de bienes de consumo, que en su último informe realizado en el mes de marzo y representativo de la población española, recoge que, si bien el 87,6% conoce la recomendación de consumir un mínimo de 5 piezas de frutas y verduras al día, sólo el 52,8% de la población asegura llevarlo a cabo.
Además, tan sólo un 38,7% de españoles indica que comer de manera equilibrada y variada es lo que más puede contribuir a su cuidado personal, porcentaje que se reduce al 32,9 cuando se trata de ponerlo en práctica.
Según los datos ofrecidos por KantarWorldPanel, fuente oficial del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la compra de frutas por parte de los hogares en España ha continuado reduciéndose a lo largo de todo el año 2022, con un descenso de más del 8% en la compra media, y ha mantenido la tendencia descendente en los primeros meses de 2023, bajando más de un 5% los kilogramos de compra media durante el primer trimestre de este año.
Una caída que profundiza los malos datos que venía arrastrando el hábito de consumo de fruta fresca, según datos del propio Ministerio. Si en el año 2012, el consumo per cápita anual de fruta fresca era de 102 kilos, la caída progresiva, sólo interrumpida temporalmente en 2020 por la pandemia, situó el consumo de fruta en el año 2021 en 89,77 kilos. Una caída del 12%.
Sin embargo, en el estudio de GfK, que analiza aspectos clave en el consumo de fruta y hortaliza fresca en los hogares donde viven niños y adolescentes, foco del programa Proper Diet, desarrollado por Plátano de Canarias y financiado por la Unión Europea, con el objetivo de luchar contra la obesidad infantil y promover hábitos saludables entre los más pequeños, llama la atención la diferencia entre la teoría y la práctica: aunque el público es conocedor de la necesidad de alimentarse con productos que más le ayudan a cuidarse, no se refleja en su consumo real.
Entre los factores que explican esa discordancia que existe entre concienciación de buena alimentación y practicarla destaca sobre los demás la barrera de la percepción del precio. Llama la atención el drástico incremento de este parámetro, que ha pasado de 17,6% a 47,7% (+30,1%), siendo una de las cifras más llamativas también de este estudio. En un contexto económico como el actual, un gran número de encuestados reconoce reducir la compra de este tipo de productos a pesar de saber que son los más saludables. De hecho, un 76,1% está de acuerdo en que limitar el consumo de alimentos procesados y sustituirlos por frescos y naturales es una práctica fundamental para mantener una alimentación equilibrada, pero la realidad es que esto no se traduce en un aumento en la compra de productos frescos, sino todo lo contrario.
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