4 DE junio DE 2020
Redacción Qcom.es
Naciones Unidas, consciente de que la protección de la naturaleza es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del Planeta, designó el 5 de junio "Día Mundial del Medio Ambiente". En el contexto de esta jornada para la reflexión y el compromiso social, Aceites de Oliva de España, con la colaboración de la Unión Europea, quiere poner en valor el papel que juega el olivar tiene en la salvaguarda de la biodiversidad. Un bosque mediterráneo milenario modelado por el hombre, que sólo en España suma más de 2,6 millones de hectáreas, más que toda la superficie de la Comunidad Valenciana.
Los olivares peninsulares no sólo son un gigantesco “pulmón verde”, sino que también son el hábitat de un gran número de especies, muchas de ellas amenazadas. De hecho, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) llevado a cabo dentro del proyecto LIFE Olivares Vivos, coordinado por SEO/BirdLife con el apoyo de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, constatan que las fincas analizadas dentro de este proyecto, en su conjunto, se configuran como auténtico refugio de biodiversidad.
En concreto, tras el análisis de 40 olivares de Andalucía -Comunidad Autónoma que cuenta por sí sola con más de 1,5 millones de hectáreas de este cultivo-, se localizaron 165 especies de aves de hasta 119 géneros diferentes, es decir, la cuarta parte de todas las especies documentadas en la Península Ibérica hasta la fecha. De hecho, los científicos han podido localizar en estos olivares a especies que están catalogadas como en peligro de extinción, como varios tipos de aves y murciélagos.
Gracias al proyecto LIFE Olivares Vivos se detectaron, de igual forma, hasta 58 especies de hormigas (una quinta parte de las que existen en España, si sumamos Península Ibérica e Islas Baleares); más de cien especies de abejas, así como 549 tipos de plantas herbáceas y 137 leñosas (el 17% de la flora vascular andaluza y el 7% de la Ibérica).
Más aún, los científicos se toparon con una sorpresa inesperada y mayúscula, al descubrir una nueva especie vegetal endémica, designada como Linaria qartobensis, en uno de los trabajos de campo realizados en la campiña cordobesa objeto del estudio.
Los olivares de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Cataluña, Islas Baleares o Comunidad Valenciana, entre otros, son imprescindibles para la invernada de millones de aves de toda Europa, siendo el entorno ideal para proveer de alimento y morada a especies, como las aves, tan beneficiosas para el control de plagas, conviviendo simbióticamente y en armonía. Ecosistema singular, en suma, que mantiene una gran biodiversidad.
De igual forma, cabe destacar que el olivar tiene y tendrá un protagonismo esencial en la lucha contra el cambio climático y la desertización. Contribuciones positivas para el medio ambiente que deben ser tenidas en cuenta, a juicio del sector oleícola, en las políticas de la Unión Europea, nacional y autonómicas.
Y es que el papel de este bosque humanizado es incuestionable para mitigar los efectos del cambio gracias a la fijación de Dióxido de Carbono tanto en la masa leñosa y radicular formada durante el crecimiento del árbol como en el suelo, sin olvidar el potencial energético de los subproductos o el mejor aprovechamiento del agua de lluvia que permite el mar de olivos.
Como ejemplo, los expertos estiman que cada ejemplar almacena en sus primeros 20 años de existencia una cantidad de CO2 equivalente de 30,89 kg/año. Además, es una fuente de compuestos bioactivos, al tiempo que el aprovechamiento económico fija población al medio rural, evitando la degradación del paisaje y los incendios que son más frecuentes tras el abandono de la actividad agrícola.
Un tesoro que iniciativas como la Candidatura a Patrimonio Mundial de los Paisajes del Olivar tratan de valorizar. Y qué mejor que hacerlo en el Día Internacional del Medio Ambiente.
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