27 DE enero DE 2025
Estamos en tiempos de incertidumbres, muchas, variadas, de diferente calado, extensión e intensidad, y por tanto necesitamos saber convivir con ellas y también en la medida de lo posible acotarlas.
En opiniones recientes se muestra lo que piensan varias personas en este país respecto la viticultura, como el profesor Gonzaga Santesteban de la UPN (https://vadevi.elmon.cat/entrevistes/gonzaga-santesteban-repte-reduir-superficie-vinya-129473/), que dice, “Tenemos un reto, reducir un 40% la superficie de viñedo”, el Dr. Mario De la Fuente, gerente de la Plataforma Tecnológica del Vino que afirma “El viñedo no será prioritario en el reparto del agua” (https://vadevi.elmon.cat/es/entrevistas/mario-de-la-fuente -ptv-vinedo-no-sera-prioritaria-reparticio-agua-108133/), o “en vitivinicultura cada caso es único, pero conectado con los demás y por tanto, para las soluciones, al igual que en las operaciones, hay de haber un buen cirujano junto con un buen o mejor internista, siempre acompañados de un contexto científico, técnico y humano que permita generar y mantener compromiso, para que este sector siga siendo viable, en las múltiples e intrincadas situaciones que le acompañan y le acompañarán”, según dice un grupo de jubilados del sector (Royo, B., Amorós, J.A., Medrano, H. y Savé, R. 2023. Una reflexión coral, sin pretensiones, con conocimiento de sus limitaciones y sin presión, respecto del futuro del sector vitivinícola español. ENOVOTICULTURA 82: 38-44).
Así pues, parece indiscutible que la realidad climática, visualizada en una mayor y más prolongada sequía, altas y/o bajas temperaturas distorsionantes en momentos clave del desarrollo de la vid y la uva, junto con plagas y enfermedades nuevas en formato e intensidad, promueve reducciones en la productividad puntuales e incluso permanentes.
Esta situación genera necesidad, ya que cambia la realidad del momento, sin embargo, con casi total certeza promoverá ganancias no solo económicas en el futuro, después de una transición hacia la nueva realidad, que es deseable sea estructurada desde el diálogo y el consenso, en el marco de la ciencia, la sobriedad y el sentido común.
Seguro que hay realidades y por tanto soluciones más allá de lo que nos parece indiscutible y pensamos improbable, pero tan normales, cotidianas y ciertas como las que conocemos (El cisne negro. El impacto de lo altamente improbable. N.M. Taleb. 2007. Editorial Planeta 2008. ISBN :978-84-08-00854-5).
Cuando se plantea como opción frente a la realidad climática, que se convierte en emergencia social, el decrecimiento, la sobriedad, que sin duda son conceptos que todo el mundo entiende, hay que considerar que la mayoría lo rechaza, desde la sensación de que su resultado será un mundo de limitaciones, de carencia de placeres, de restricciones, justo lo contrario a todo lo que preconiza el concepto de libertad liberal, que ahora predomina (www.medecc.org/wp-content/uploads/2021/05/MedECC_MAR1_SPM_SPA.pdf).
Así la falta o escasez de agua, deriva en necesidades de estabilidad productiva, de planificación del futuro, que ha sido y es importante, sino imperiosa para las DO Penedès, Cava, Catalunya, Corpìnnat, empresas vitivinícolas, trabajadores, sectores asociados y afines…y un paisaje vivo y resiliente (¿Somos conscientes de la importancia del paisaje? 2024. R. Savé, I. Funes, E. Sánchez, X. Aranda, M. Castellnou, F. De Herralde. ENOVITICULTURA 87: 40-44)
A principios de febrero de 2023, reuniones AVC, INNOVI, bodegas particulares con el equivalente del actual Departament d’Agricultura, Ramaderia y Pesca de la Generalitat de Catalunya, propiciaron y consolidaron, el encargo a un trabajo conjunto del IRTA (coordinador), INCAVI, ACA y Meteocat (*) de investigación, desarrollo y transferencia para el sector vitivinícola de esta zona, en el tema del conocimiento y control del estrés hídrico en las nuevas condiciones ambientales, con el fin de responder a preguntas como, ¿habrá suficiente agua para compensar las necesidades hídricas del viñedo, debido al cambio climático?, ¿Qué estrategias agronómicas se pueden desarrollar para mantener la funcionalidad operativa de este sector frente a la sequía?
Del estudio se deduce que las necesidades hídricas de los viñedos por todo el territorio vitivinícola del Penedès se mueven en una horquilla que va de los 20 hm3 en 2030, a los 32.5 hm3 en 2070
Por tanto, estos valores podrán ser compensados aproximadamente, entre el 40% y el 60%, teniendo en cuenta la disponibilidad de 22 hm3/año que es el caudal de agua depurada disponibles. Sin embargo, el volumen susceptible de ser regenerado para el riego de soporte del viñedo se sitúa entre los 8,5-13,0 hm3/año.
El recurso de aguas subterráneas, de freático, totales es cercano a los 7,2 hm3, mientras que el disponible está cerca de los 3 hm3/año, pero la extracción adicional no debería superar esta cifra, y como puede haber otros aprovechamientos de mayor prioridad, así como la importancia de reservar una parte para el abastecimiento municipal, el volumen susceptible de ser extraído para riego de soporte de viñedo estaría entre 1 hm3/año y no superaría el umbral de 2 hm3/año.
Por tanto, la disponibilidad contando con las 25000 ha de viñedo en la DO Penedès esta entre los 400 y los 540 m3/ha año, lo que hace que para el año 2030 la oferta de agua cubriría entre el 50 y el 68 % de las necesidades, mientras que para el 2070 la cobertura se situaría entre el 31 y el 42%.
Cantidades interesantes para el riego de supervivencia, incluso de soporte, según sean las condiciones de pluviometricas del año y las reservas hídricas en el suelo, pero lejanas de las cifras de 1200m3/ha año para asegurar una producción estable, siempre de acorde con la superficie y producciones medias actuales.
Por ello, hay que pensar la agronomía, que es la solución integral, holística, considerando la distribución espacial de los viñedos, las densidades de plantación, el material vegetal y su gestión, la preparación y gestión del suelo, las estrategias de riego basadas en la sobriedad hídrica junto con la eficiencia en el uso del recurso, todo lo cual es factible dado el nivel de conocimientos científicos y técnicos disponibles, así como el acompañamiento de apoyo, la transferencia y la formación a desarrollar adaptándolos a las necesidades de cada situación edafoclimática y productiva.
Este caso es un ejemplo de la frase de Ramon Lluch, “A gran necesidad, gran diligencia”, ya que, en el corto periodo temporal de un año, se ha conseguido cerrar un estudió de necesidades y soluciones, que hacen que pueda convertirse en regadío agrícola 25000 ha superficie de viñedo, sin rio, ni embalse que le proporcione agua. Es un reto científico y tecnológico, ya que supone generar un cultivo hidropónico a gran escala desarrollado con el trabajo de muchas y muchos, que deberá prolongarse en el tiempo.
Además, debe hacerse repensando el territorio vitícola, y con él el modelo de gobernanza del agua de acuerdo con unos objetivos concretos, pero plásticos en espacio y tiempo, desarrollados de una manera plural y coral en la Comunidad de Regantes del Penedès, que concretará su inició funcional el 30 de enero del 2025.
(*) IRTA, Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries
INCAVI, Institut Catala de la Vinya i el Vi
ACA, Agencia Catalana de l’Aigua
Meteocat, Servei Meteorològic de Catalunya
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