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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

16 DE junio DE 2025

La producción de foie gras en Europa consolida su futuro

Enrique de Prado. Presidente de Interpalm

La producción de foie gras y de los derivados del pato se consolida como una actividad económica importante en determinadas zonas de la EU, como España, donde tienen una implantación importante que se ha consolidado en los últimos años. A medida que se recuperan los niveles previos a los principales desafíos sanitarios y comerciales, el sector no solo retoma su dinamismo, sino que avanza hacia un modelo más especializado, eficiente y diversificado.

Los datos de 2024 confirman que esta actividad no está simplemente recuperándose, sino que se está transformando para responder a nuevas demandas del mercado, manteniendo su relevancia económica y cultural en el conjunto de la Unión Europea.

Y además, la buena salud del sector en nuestro país también se refleja en que la Organización Interprofesional de las Palmípedas Grasas (Interpalm) cumple este año su 15 Aniversario desde que fue reconocida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y lo hace poniendo en valor el producto y el sector, a través de una campaña europea que está mostrando a los jóvenes en qué consiste el producto, cómo se elabora y quién está detrás de esta actividad.

Producción en cifras: consolidación y liderazgo

En 2024, Europa produjo más de 19.800 toneladas de foie gras. La producción continúa concentrada en cinco países principales, liderados por Francia, que mantiene su posición histórica con aproximadamente 15.840 toneladas, lo que representa casi el 80 % del total europeo.

Le siguen Hungría, con cerca de 1.940 toneladas, Bulgaria con unas 1.500 toneladas, España con casi 525 toneladas, y Bélgica, con unas 12 toneladas anuales. Estas cifras reflejan una estructura productiva consolidada, con polos muy especializados y capacidad de respuesta ante las demandas del mercado.

La evolución de los últimos años indica una tendencia al alza que se mantiene desde ciclos anteriores, impulsada tanto por la recuperación del consumo como por la reorganización interna de la cadena de valor.

Valor gastronómico más allá del foie gras

El foie gras sigue siendo el producto más representativo del sector, pero el aprovechamiento del pato va mucho más allá de su hígado. Cortes como muslos, magret, alas o aguja han ganado protagonismo en la restauración y el canal gourmet, respondiendo a una demanda creciente de productos de alta calidad y versatilidad culinaria.

Esta diversificación refuerza la sostenibilidad del modelo productivo, al maximizar el uso del animal y generar valor añadido en distintos segmentos del mercado. Es un enfoque que contribuye también a la eficiencia y al equilibrio económico del sector.

Impacto económico y proyección internacional: España afianza su posición

En 2024, España crió un total de 954.981 patos, lo que se tradujo en una producción de 524 toneladas de foie gras. El sector registró una facturación global que superó los 56 millones de euros, de los cuales 4,1 millones de euros provinieron de las exportaciones. De esta cifra, 2,6 millones correspondieron a ventas en la Unión Europea y 1,5 millones a mercados de terceros países, con una presencia consolidada en más de 30 destinos internacionales.

España se posiciona actualmente como el cuarto productor europeo de foie gras, pero es que somos el segundo mayor consumidor del mundo con casi 2.500 toneladas de foie gras, lo que revela una demanda interna sólida y una cultura gastronómica vinculada a este producto que nos hacer ver el futuro con optimismo.

Perspectivas: especialización y proyección de futuro

La evolución del sector del pato y el foie gras en Europa evidencia un modelo en transformación: más profesionalizado, más eficiente y con mayor orientación al mercado internacional. La tendencia de crecimiento no se limita a la producción, sino que también afecta a la estructura misma del modelo productivo, que tiende hacia una mayor diversificación, un aprovechamiento completo del animal y un enlace más directo con la cadena de valor agroalimentaria.

De cara al futuro, el bienestar animal, la sostenibilidad, la trazabilidad y la calidad seguirán siendo los pilares fundamentales de este sector, comprometido al 100% con estos conceptos. La consolidación de mercados, el refuerzo de las exportaciones y la adaptación a nuevas normativas marcarán el ritmo de una actividad que avanza con paso firme, manteniendo su peso económico, territorial y cultural dentro del panorama agroalimentario europeo.

Sigamos celebrando y disfrutando de nuestro patrimonio.

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