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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

22 DE enero DE 2024

'Se vende bar'

Ricardo Migueláñez. @Rmiguelanez

A todos nos gusta escapar de la ciudad y dejar atrás el estrés del mundo urbano de vez en cuando. ¿Quién no quiere pasear por el campo, por los pueblos, subir montañas, pedalear y correr por senderos para terminar tomando una cerveza y un aperitivo en el bar del pueblo?

Pues para que esto pueda suceder, tiene que haber gente viviendo en los pueblos que los mantenga vivos, porque sin ellos no habría bares y por tanto tampoco podría tener lugar ese final feliz que a todos nos encanta.

Hay mucha gente que no entiende lo importante que es que viva gente en el medio rural y que mantenga la actividad de las tiendas y de los bares locales, porque para ellos es una cosa exótica, de fin de semana o de veraneo, y por tanto no entienden la importancia que tienen esas personas que habitan nuestros pueblos, apuestan por vivir ahí y lo mantienen vivo.

Luego hay otros que proceden de la “urbe” y parece que van a los pueblos para decir, vengo a hacerte un favor, vas a ser mi esclavo y hacer lo que yo te pida, al precio que yo te diga. Por supuesto, tienen prohibido decir gracias y se quejan por todo, sobre todo por el precio, insinuando y a veces manifestando que por estar en un pueblo tendría que ser más barato. Muchos de ellos están más tiesos que la mojama y se las dan de “importanciosos”, pero no, están caninos y por eso reclaman que el precio sea más barato.

No entienden que un pueblo no es su ciudad, si quiera el barrio donde viven, y que lo que realmente importa hoy en día es la gente que vive en los pueblos, porque en la ciudad ya hay mucha gente y lo que no hace uno lo hace otro. En los pueblos no es así, si no se queda la gente y hace vida en el pueblo, se cierran los bares y los domingueros se quedan sin final feliz para sus excursiones.

La mayoría no entiende que deberían mimar, aplaudir, cuidar y dar las gracias mil veces a los habitantes de los pueblos, porque son ellos los auténticos guardianes de la naturaleza, de los propios pueblos. Es más, son los productores de los alimentos que llegan a las casas del mundo urbano, siempre trabajando bajo las inclemencias del tiempo, habitando el medio rural todo el año, lo que permite que sigan abiertos los bares. Mientras hay bares, hay vida en los pueblos.

Y es que no entienden la función de los bares en los pueblos. El bar o el teleclub en los pueblos más pequeños, es ese lugar de reunión donde aún los paisanos se ponen al día, porque no todo se cuenta en las redes sociales, no, aunque la mayoría de los urbanitas así lo crea. Los mayores secretos se conocen en los bares y es allí donde se producen las quedadas más importantes.

Tenemos que salvaguardar y valorar más las personas que viven en los pueblos, porque hacen mucho más por todos que los que vivimos en las ciudades. Sin hacer nada extraordinario para ellos, porque es su día a día desde hace mucho tiempo, ningún urbanita podría hacer lo que hacen los habitantes del medio rural por la sociedad.

Creo que aún hay gente que piensa que los agricultores, ganaderos y pescadores son gente sin estudios, que viven ahí porque no pueden irse a otro sitio, que simplemente han tenido que dedicarse a ello obligados. Lo que no saben es que “los másteres que han estudiado en su vida” les permiten desenvolverse en el campo y también en la ciudad, lo que no les pasa a los que viven en las urbes, y además permiten que la sociedad pueda comer todos los días con las máximas garantías alimentarias, respetando el medio ambiente y a unos precios razonables.

Algunos activistas contrarios a los productores de alimentos, algunas administraciones públicas, muchos medios de comunicación, no entienden que con las políticas que se están llevando a cabo, donde se presiona cada vez más a los que nos dan de comer y guardan nuestros bares en el medio rural y cuidan del medio ambiente, se está arriesgando mucho y cualquier sorpresa internacional, como lo del Mar Rojo de estas semanas, otras guerras o desastres naturales, pueden ponernos en serias complicaciones a la hora de disponer de comida para alimentarnos, tal y como lo entendemos hoy en día.

Seguimos sin aprender y deberíamos preocuparnos por quien cuida de nosotros, porque no podemos depender de lo que venga de fuera, o de lo contrario podríamos vernos en un verdadero problema en cualquier momento.

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