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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

19 DE junio DE 2023

Coherencia entre seguridad alimentaria y agricultura en la UE

Ricardo Migueláñez. @Rmiguelanez

La trifulca montada en el Parlamento Europeo ante la aprobación de la propuesta Ley de Restauración de la Naturaleza, muy criticada todo este tiempo por los sectores agrario y pesquero por sus efectos adversos sobre su actividad socioeconómica, ha centrado casi toda la atención  política y mediática en estos días y ha  “oscurecido” bastante otra resolución, muy trabajada y de enorme importancia, aprobada por amplia mayoría, sobre “Seguridad alimentaria y resiliencia a largo plazo de la agricultura europea.

La primera normativa lleva el sello de la Comisión de Medioambiente (ComEnvi) de la Eurocámara y la segunda es, sin duda, un amplio compendio de propuestas y peticiones realizadas por la Comisión de Agricultura (ComAgri) para garantizar la seguridad del abastecimiento alimentario de la propia UE y abordar la resistencia del sector agrario comunitario ante crisis como la pandemia de Covid, la guerra de Ucrania y el cambio climático.

Por 447 votos a favor, 142 votos en contra y 31 abstenciones la resolución de la eurodiputada alemana Marlene Mortler  (PPE, DE) salió adelante en el Plenario parlamentario del 14 de junio. Probablemente, no haya habido un texto tan transparente y tan clarificador respecto a la realidad de la encrucijada en que se halla el sector agrario y agroalimentario europeo ante las crisis coyunturales y a más largo plazo con las que ya se enfrenta.

¿Por qué digo esto?, pues porque la resolución pone el dedo en la llaga de los problemas que tiene ahora mismo y que debe afrontar el sector agrario, en base a las lecciones aprendidas de todas las crisis recientes, al hacer hincapié en que es necesario que la Unión Europea reduzca su excesiva dependencia de países terceros y diversifique el suministro de importaciones claves para la producción, caso de los fertilizantes, piensos y otras materias primas.

Para la organización COPA-Cogeca, “este informe completa las lagunas y los puntos ciegos del Pacto Verde, proponiendo un marco más coherente y sostenible para el sector agrario europeo, centrado también en soluciones que permitan a los agricultores abordar la transición.”

Los eurodiputados demandan un plan comunitario de seguridad alimentaria, basado en la creación de reservas estratégicas de alimentos, en una estrategia de proteínas y piensos y en un mayor apoyo financiero a los agricultores para que, entre otras cosas, puedan acceder a tecnologías digitales y a la agricultura de precisión, claves para elevar el rendimiento productivo y reducir el uso de pesticidas y el consumo de agua.

En este contexto, ven necesario poner en marcha un nuevo programa europeo para modernizar las instalaciones de riego e impulsar nuevas infraestructuras de gestión hídrica.

Reclaman también, aunque en algunos casos ya existe un desarrollo todavía incipiente, campañas de lucha contra la pérdida y el desperdicio alimentario, así como un apoyo de los Estados miembros para prevenirlo e instar a los supermercados a abordar con seriedad esta cuestión y a colaborar con los bancos de alimentos.

Consideran que hace faltas inversiones en infraestructuras para un transporte y almacenamiento de productos agrícolas más sostenible y estiman que los acuerdos comerciales deberían incluir un capítulo sobre productos agrícolas y alimentario que ayude a combatir la competencia desleal de los productores de países extra-UE que, a menudo están sujetos a una legislación menos estricta.

Pacto Verde y actividad agraria

Por otro lado, aunque reconocen que el Pacto Verde puede convertirse en un punto de inflexión en la transición de la UE hacia una economía y agricultura “más verde, sostenible y resiliente, recalcan que algunas de las medidas propuestas pueden tener efectos indeseados en la producción agrícola, que todavía no han sido evaluados en detalle. Y, por ello, piden a la Comisión Europea que, además de garantizar la aplicación de dicho pacto, “debe mantener la actividad y la iniciativa empresarial agrícolas en toda la UE desde un punto de vista estratégico  en términos de seguridad alimentaria”

La ponente Marlene Mortlet, no pudo ser más clara, al señalar que “la autonomía alimentaria no puede darse por supuesta. Europa debe ser autosuficiente y sólo podremos garantizarlo si los agricultores tienen una posición sólida y viable en la cadena alimentaria, y pueden invertir para el futuro.”  Para ello, propone “aumentar el apoyo a los jóvenes agricultores y a las mujeres, así como impulsar la inversión y la innovación. Es la “única manera”, añadió Mortlet, de ofrecerles una perspectiva positiva, también a las generaciones futuras y a la seguridad alimentaria.”

El texto aprobado aborda todos los problemas esenciales a los que se viene enfrentando la comunidad agrícola, al tiempo que presenta también iniciativas políticas ambiciosas y positivas, no incluidas en las Estrategias “De la granja a la mesa”, como la imperiosa necesidad de una estrategia europea para impulsar el relevo generacional o el enfoque específico a la innovación.

Respecto a la estrategia “ambiciosa y global” de la Unión sobre el relevo generacional en el sector agrícola, pide que esté destinada a aumentar el número de jóvenes agricultores y mejorar sus competencias y capacidades, en particular para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrecen la agricultura inteligente y la inteligencia artificial y, además, pide a la Comisión que incluya un “control socioeconómico” de los jóvenes agricultores  en toda la futura legislación agrícola, climática o medioambiental.

“Una falta de acceso a la tierra, una remuneración insuficiente que no permite una vida digna, unas mejores oportunidades en el empleo no agrícola y una carga normativa cada vez mayor son factores clave que explican por qué cada vez son más los agricultores que se siente obligados a abandonar el sector y por qué menos personas se inclinan por la agricultura.” Por ello, según el informe, es necesario “garantizar que los agricultores dispongan de una fuente de ingresos predecible y puedan ganarse la vida con su actividad.”

Los europarlamentarios llaman también la atención sobre la necesidad de impulsar la inversión en digitalización y, en este contexto, pide a la Comisión que, en estrecha cooperación con los Estados miembros, elabore directrices para facilitar las sinergias entre los componentes de financiación de la PAC y los de la política de cohesión.

Selección genómica

Para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo en la UE, la Eurocámara se posiciona a favor del fomento del uso y desarrollo de plantas obtenidas mediante nuevas técnicas de edición o selección genómica (NBT), en colaboración con los Estados miembros y respetando siempre el principio de precaución, con el objetivo de aumentar de forma sostenible los rendimientos de los cultivos y hacer que ésos sean más resistentes al cambio climático y a los nuevos agentes patógenos o plagas.

En este punto, pide al Ejecutivo comunitario que fomente el diálogo a escala comunitaria para informar y educar al público en general sobre las diferencias entre las plantas OMG (transgénicas) y los nuevos métodos innovadores de selección de cultivos; la importancia de la formación y el intercambio de conocimientos; medidas adicionales para desarrollar una cadena alimentaria más resiliente, transparente y justa, reforzando en particular la posición de los productores primarios; colmar la brecha en el sector agroalimentario, invirtiendo en las mujeres y promoviendo medidas para atraer a más mujeres al sector.

También pide a la Comisión una estrategia global de fertilizantes a largo plazo para lograr una autonomía, con apoyo a las fuentes alternativas de nutrición del suelo, como el RENURE (nitrógeno recuperado a partir de estiércol) digestato de biorresiduo…etc.

El documento detalla los retos de la seguridad alimentaria de la UE y las propuestas para enfrentarse a ellos; la necesidad y la importancia de contar con una agricultura sostenible y resiliente; la petición para que la CE presente de una vez una estrategia global de la UE en materia de proteínas y piensos; una perspectiva realista para la producción de biocarburantes; centrar el papel estratégico e integral de la ganadería en la UE, con apoyo al bienestar de los animales y a la seguridad alimentaria; la contribución de una agricultura más sostenible y eficiente, que proteja los recursos naturales (suelo, agua y bosques) y aproveche las oportunidades que le brindan la bioenergía y la bioeconomía sostenibles.

PAC y futuro

El informe dedica un capítulo a la PAC y al futuro de los agricultores, para que la primera sea más flexible y siga garantizando la seguridad alimentaria, a la vez que mejore la respuesta a las nuevas demandas sociales de alimentos sostenibles y una nutrición más sana, y para que la CE considere la posibilidad de hacer de ella una política que integre la producción de alimentos y la seguridad alimentaria de manera coherente.

El texto se hace eco y apoya las observaciones del comisario de Agricultura, Januzs Wojciechowski, que afirmó que el actual presupuesto de la PAC, inferior al 0,4% del PIB de la UE, es insuficiente para garantizar la seguridad alimentaria y debería aumentarse considerablemente, a más tardar, en el próximo Marco Financiero Plurianual.

Además, los europarlamentarios piden que la CE luche contra la disminución de las explotaciones agrícolas en las zonas recursos y recursos adicionales para dotar la reserva de crisis agrícola, que se ha quedado muy corta para todos los problemas a los que ha tenido que hacer frente en la campaña actual, y también que se garantice la continuidad entre la ayuda humanitaria, la cooperación al desarrollo y las acciones a favor de la paz para hacer frente a las causas profundas de la inseguridad alimentaria, abordando las deficiencias de los sistemas alimentarios en los países menos desarrollados.

Por último informe Mortler hace referencia a los ecosistemas resilientes y diversos como motor de la seguridad alimentaria, así como dedica un amplio capítulo a abordar la dimensión internacional de la seguridad alimentaria, con análisis y propuestas en este ámbito para que la Unión Europea continúe siendo un actor principal en el sector agroalimentario y en la cooperación y el desarrollo, con un incremento de la ayuda humanitaria y la asistencia alimentaria, y abogando por unos criterios de sostenibilidad mundiales más  exigentes.

En suma, pide a la Comisión que elabore una política que integre la producción de alimentos y la seguridad alimentaria de manera coherente, garantizando al mismo tiempo la coherencia con la política comercial, la política medioambiental y las políticas humanitarias e internacionales de desarrollo.

Coherencia es la palabra clave que, desde el COPA-Cogeca, se demanda también al propio Parlamento Europeo, en un momento en que la Comisión Europea está tratando de imponer propuestas, que podrían tener un impacto decisivo en el futuro de la agricultura en Europa, ya sean sus propuestas sobre la Restauración de la Naturaleza (NRL); el uso sostenible de productos fitosanitarios (SUR) o la Directiva sobre Emisiones Industriales (IED), con afección grave en el sector ganadero comunitario.

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