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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

19 DE febrero DE 2024

El cuento de los márgenes y el relevo generacional

Ricardo Migueláñez. @Rmiguelanez

Los agricultores españoles han tomado las calles con sus tractores para protestar contra las políticas públicas, que consideran que han llevado a nuestro sector a la peor crisis de su historia. Y esto no pasa solo aquí, toda Europa se ha visto atascada por los agricultores de un buen número de países. Algo pasa si esto ocurre en todos los sitios a la vez, está claro.

Los productores de alimentos quieren, con estas manifestaciones, llamar la atención de la sociedad porque la situación que viven es insostenible, porque no son capaces de cumplir con todas las normas que se han generado en los últimos años bajo el paraguas del “Green Deal” y han visto como su rentabilidad va mermando año tras año hasta hacer ruinosos sus negocios.

Pero, además, también quieren llamar la atención de la sociedad para que valore su trabajo y los medios de comunicación también, porque no lo están haciendo, ni siquiera estos días, ni los periodistas profesionales, ni los tertulianos. Los primeros porque cometen el error que cometemos todos de “yo lo sé todo, qué me vas a contar tú” y los tertulianos porque saben de todo y de nada, y normalmente desinforman más que informan.

Los profesionales del campo ven como la sequía ha dejado a determinados cultivos y al ganado extensivo en una situación de vulnerabilidad sin precedentes y también sufren como la burocracia que impone la Unión Europea supone una gran traba para su actividad, en algunos casos imposible de cumplir. Y a esto hay que sumarle el producto que llega de fuera y que no cumple, en muchos casos, con los mismos requisitos que los de la UE, y por tanto genera una competencia desleal.

Si a todo esto les añades un poco de política, que consiguió en un primer momento desunir a las principales Organizaciones Profesionales Agrarias, que ahora ya van unidas, y a oportunistas que aparecen para captar el foco de los medios de comunicación y tener su momento de gloria, pues tienes un coctel explosivo que no sé ni cómo va a acabar.

Sin embargo, esta situación viene de lejos. Nosotros ya lo advertimos en octubre de 2023 y por eso lanzamos la campaña de toda la cadena alimentaria, www.siyonoproduzcotunocomes.com y estamos trabajando para valorizar a los productores de alimentos, pero desde mi punto de vista esta situación nos tiene que llevar a analizar la situación con números, ver dónde estamos, qué se puede hacer y dónde queremos ir.

Y por todo lo anterior hoy quiero centrarme en los márgenes, que para mi son la madre del cordero, porque son los responsables de que los números salgan bien a los productores de alimentos, ya que eso les permite vivir dignamente e invertir de cara a futuro, al mismo tiempo que les permitirá ganar en competitividad, y es la cuestión básica de todo esto. Si el margen es el que tiene que ser para todos los eslabones de la cadena, todos contentos.

Yo creo que se me ha olvidado todo lo que aprendí en su día de economía agraria, pero voy a intentar definir el margen de un productor de alimentos: Ingresos por venta de producto + Ingresos por subvenciones (ojo, no todos los sectores agroalimentarios los tienen) – Costes de producción - Gastos fijos y amortizaciones – Impuestos. Ahí podríamos tener una fórmula. Pues bien, para que una explotación sea rentable hay que trabajar para que los ingresos por los productos sean los máximos posibles y que los costes, que recordemos han subido mucho en los últimos años también, sean todo lo más bajos posibles. Y esto complica seriamente el resultado de la ecuación, porque muchas de las políticas que se han implementado en los últimos años han supuesto un incremento de costes para los productores de alimentos que no compensan en absoluto el incremento de precios que pudiera haber habido, cuando ha sucedido, que no siempre ha podido ser así, claro. Y esto podría valer también, quitándole las subvenciones agrarias, para la industria alimentaria, tal cual.

Al campo no le salen las cuentas y no tiene aliados, porque la sociedad sigue sin apreciar su trabajo y no entiende porqué tienen que pagar más por los alimentos que consumen, porque siempre los han consumido a precios demasiado bajos. La cadena alimentaria ha malacostumbrado a los consumidores, a base de disminuir sus márgenes de forma importante en toda la cadena alimentaria durante los últimos años.

Quizás las políticas que se hagan, si es que se va a hacer algo, tendrían que ir en este sentido y mirar por la situación que tienen los agricultores, ganaderos, industria alimentaria y los que comercializan los alimentos. Que nadie se engañe, hacer cosas para uno u otro eslabón, sin tener en cuenta al resto es pan para hoy y hambre para mañana.

Hay que desarrollar políticas que ayuden a mejorar el margen de las empresas alimentarias y pesqueras, solo así se podrá avanzar hacia una producción de alimentos moderna, siguiendo las tendencias y querencias de la sociedad, que también ha de aprender a valorar los alimentos y a quien los elabora, y no solo por el precio que pague por ellos.

Las cooperativas agroalimentarias tienen mucho que decir en este trabajo que hay por delante, ya que ellas incluyen en sus estructuras a diferentes eslabones. Así lo manifestó recientemente en una jornada Tomás Rojas, director financiero y de Relaciones Institucionales de Cooperativas Agro-alimentarias de España, quien expuso muy bien todo esto que hemos escrito más arriba, pero terminó su intervención poniendo el dedo en la llaga del futuro, otro tema sobre el que se habla mucho, pero se hace poco, el relevo generacional. Habrá que trabajar entre todos por hacer atractiva la producción de alimentos, para que sea rentable y así quieran quedarse los jóvenes con las empresas de los padres, pero también tendremos que trabajar mucho más para que nuestra actividad sea vista como una profesión más que digna y esencial para la población. O No habrá remedio.

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