22 DE marzo DE 2023
Ángel Marques Ávila. Periodista
La producción ecológica es un sistema de producción sostenible, basado en respetar los ciclos biológicos y los tiempos de producción, que no utiliza sustancias químicas de síntesis y da un valor añadido a las producciones. Además, es el único sistema de producción reglado en toda la Unión Europea que mitiga los efectos del cambio climático. Tanto la agricultura como la ganadería ecológica se caracterizan por asegurar las especies y razas autóctonas, respetar el medio ambiente y favorecer el empleo local.
Optimismo
El sector ecológico en España sigue creciendo, tanto en datos de superficie como en consumo, así en el 2022 se produjo un incremento del consumo de productos ecológicos, lo que se traduce en un valor total de mercado de unos 2.856 millones de euros, según la Asociación Profesional Española de la Producción Ecológica (ECOVALIA), de los que 2.532 corresponden al valor de mercado en hogares. El gasto medio total per cápita se situó en 60 euros por persona al año, de los que 53,20 corresponden a la cantidad que gastan los españoles en el ámbito del hogar.
La cesta ecológica en España durante 2022 estuvo conformada por un 64% de productos ecológicos de origen vegetal, principalmente de fruta (14%) y hortalizas (10%), y un 36% de productos de origen animal, fundamentalmente carne (27%).
El precio promedio de productos ecológicos se situó en 2022 en 3,90 €/kg. La media del precio de los productos vegetales ecológicos fue de 2,47 €/kg, mientras que para los productos derivados de animales ecológicos fue de 6,64 €/kg.
Cabe destacar que, si bien la variación del precio promedio de los productos ecológicos en España fue de un 7,32%, este porcentaje se incrementó hasta el 8,70% en los productos no ecológicos.
Encabeza
España es uno de los principales productores por superficie de la UE y del mundo, en este sentido Ecovalia es la Asociación Profesional Española de la Producción Ecológica, con más de treinta años de trayectoria. Tiene una masa social de más de 17.000 productores, agricultores, ganaderos, industrias, transformadores y elaboradores. En su trabajo diario les mueve valores como la integridad, el compromiso social, el respeto al medio ambiente y la responsabilidad. Su objetivo principal es seguir apostando por la producción ecológica, porque cuenta con argumentos contundentes que la posicionan como la herramienta más eficaz y el único sistema de producción reglado que contribuye a la mitigación y adaptación al cambio climático.
Atendiendo a los datos de superficie, España cuenta con 2.635.442 hectáreas, registrándose un crecimiento de un 26,6% en los últimos años. Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña mantienen sus posiciones de liderazgo en el ámbito nacional.
Por lo que respecta a la Superficie Agraria Útil en España, esta se encuentra en un 10,8%, superando la media europea que está en un 9,63%.
En cuanto a los cultivos en nuestro país, los principales son: los frutos secos, con 262.280 hectáreas; el olivar, con 256.507 hectáreas; los cereales, con 241.913 hectáreas; y los viñedos, con 142.176 hectáreas. No obstante, a nivel porcentual, los cuatro cultivos que más han crecido son: los frutos secos (33%); las plataneras y subtropicales (23%); los cítricos (21%) y el olivar (15%).
En España hay un total de 62.320 actividades ecológicas, categoría que ha registrado un incremento de un 41,7% en los últimos cinco años.
Según los datos relativos a la actividad ganadera, en España hay 9.247 explotaciones ecológicas, de las cuales el 50% son de bovino; el 27% de ovino y el 8% de caprino. En todas ellas, así como en la de aves, sigue prevaleciendo la orientación cárnica. Por último, las industrias ecológica se dedican: un 86% a la producción vegetal y un 14% a la producción vegetal.
Para Álvaro Barrera, presidente de Ecovalia, el sistema de producción ecológica “respeta los ciclos biológicos de los alimentos, además de su bienestar. Esto conlleva a la expresión total de las vitaminas y minerales en los alimentos. Es decir, dejamos que las vitaminas hidrosolubles se expresen en los alimentos. Además, una fertilización orgánica aporta unas cantidades de agua adecuadas que mantienen un equilibrio entre la materia seca y acuosa en el alimento. Esto provoca el sabor tan apetecible de los alimentos ecológicos”.
Altos beneficios
Y nos señala que “los productos ecológicos tienen múltiples beneficios. Siempre la vemos en el ámbito medioambiental, de la salud o englobada en agricultura, cuando la producción ecológica es transversal. Da beneficios a la economía porque tenemos un valor añadido; beneficios a la salud porque aportamos salud a las personas; beneficios al medio ambiente porque estamos capturando más CO2. Además, también hablamos de vertebración del territorio y territorio rural. Y también trabajo, con un 30% más ".
Recalcando Barrera todo el bien que para la salud tienen estos productos “debido a la alta calidad que tienen en su composición, que conservan una mayor concentración de nutrientes (proteínas, minerales, vitaminas, sustancias antioxidantes…) y tienen también una mayor intensidad de las cualidades organolépticas: sabor, aroma, color, textura. Y esto lo podemos afirmar porque hay datos que lo avalan”.
Un producto ecológico es aquel que procede de la agricultura ecológica y está certificado por un organismo de control autorizado. Esto solo puede garantizarse mediante un etiquetado correcto. Y esto es fundamental; si no hay certificado no es ecológico y no puede etiquetarse como tal, esto es básico.
Un estudio elaborado por la Cátedra de Producción Ecológica de la Universidad de Córdoba, y dirigido por Eduardo Aguilera, confirma que todos los cultivos ecológicos reducen la huella de carbono, tanto por hectárea como por kilo de producto. Por ejemplo, en el caso del olivar, la huella de carbono incluso llega a ser negativa: estamos hablando de -0,1 kilo de CO2 por kilo de producto. Debemos recordar que un litro de aceite de oliva ecológico mitiga el CO2 que puede emitir nuestro coche en un mes en un trayecto diario a nuestro trabajo. Además, otros cultivos como los cereales de invierno, subtropicales y cítricos también contribuyen a la reducción, en más de un 42%, un 40% y un 60%, respectivamente.
Biodiversidad
La producción ecológica influye en el incremento de la biodiversidad a través de las prácticas agronómicas de asociación de cultivos y cubiertas vegetales, así como de la influencia de la biodiversidad cultivada y, en concreto, de las variedades locales en la obtención de alimentos equilibrados y con adecuados atributos nutricionales y organolépticos.
Además, en los objetivos de la producción ecológica que se recogen en el nuevo reglamento, además de contribuir a un alto grado de biodiversidad, se añade el objetivo de contribuir a un elevado nivel de biodiversidad, en particular mediante el uso de material genético vegetal diverso, como material heterogéneo ecológico y variedades ecológicas adecuadas para la producción ecológica. No hay nada más que ir a una finca ecológica para escuchar el sonido de la biodiversidad.
La agricultura ecológica desarrolla un sistema de producción que aúna la experiencia en este terreno con los últimos avances en innovación para impulsar la creación de alimentos de calidad, teniendo en cuenta razones sociales, ambientales y económicas que contribuyen a un desarrollo rural sostenible. La producción ecológica ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de las zonas rurales, en aspectos tales como: generación de empleo, incorporación de jóvenes, lucha contra el despoblamiento, así como en una mayor presencia de la mujer en el ámbito agrario.
Sistema Sostenible
Es un sistema sostenible en 360 grados, porque universidades como la de Córdoba así lo demuestran, con estudios e informes. Es sostenible medioambientalmente, ya que estamos produciendo sin contaminar acuíferos, sin salinizar suelos y no hipotecamos suelo a futuro. Es decir, estos suelos seguirán siendo fértiles y útiles pasado el tiempo. Es sostenible también porque, gracias a los avances científicos y tecnológicos, tenemos un sistema con unos niveles de producción similares al convencional gracias al conocimiento. Es sostenible porque estamos en un desarrollo medioambiental y económico para el productor -agricultor o ganadero- que utiliza este sistema de producción.
El reto, tanto a corto como a largo plazo, debe ser aumentar el consumo: que el consumo converja con Europa. En esta línea, Ecovalia ha asumido la responsabilidad de trabajar por el sector ecológico en España y se ha marcado como objetivo que en el año 2030 España logre alcanzar los niveles de nuestro entorno europeo. “Estamos hablando de 7.000 millones de euros más o, lo que es lo mismo, llegar al 10% en consumo en nuestro país”, nos dice su presidente Álvaro Barrera
Para alcanzar esta meta, esta asociación, según nos comenta su máximo responsable, tiene dos líneas de trabajo: conseguir que el 20% de las compras públicas sean ecológicas, tal y como marca el Plan de Acción Europeo, y la reducción del IVA a los productos ecológicos por su contribución a la sociedad. Además, Ecovalia ha conseguido un Plan de Promoción Europeo, dotado de 1.600.000 euros. Este tiene como principal objetivo mejorar la competitividad del sector agrícola ecológico de la Unión Europea, incrementando el conocimiento y reconocimiento del sello europeo de certificación ecológica, y el régimen de calidad que este representa. La Comisión Europea está apostando por la promoción de la producción ecológica y, en España, lo está haciendo de la mano de Ecovalia.
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