16 DE septiembre DE 2022
Redacción Qcom.es
La localidad zaragozana de Ainzón ha acogido la tradicional Fiesta de la Vendimia de la Denominación de Origen Protegida Campo de Borja, en la que ha participado el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona. Un acto que este año cumple su edición número 32.
El consejero ha destacado “la actitud con la que el sector del vino afronta las dificultades del contexto actual, que es positiva y ambiciosa, dando un ejemplo a todo el sector”. Para Olona esto no es incompatible con la reivindicación y “ha recogido el guante para afrontar los retos de la denominación”, como es el de la remodelación de la nueva sede de la DOP que el consejero ha visitado antes del acto institucional.
Asimismo, Olona ha puesto en valor y ha felicitado a la denominación por el proyecto de cooperación financiado por el Departamento de Agricultura a través del PDR para la conservación de las garnachas históricas, pionero en todo el mundo. Se trata de poner en valor la edad del viñedo y los vinos que de él se extraen. Las dificultades de laboreo y la menor producción hacen que las viñas viejas estén en riesgo de desaparecer. El proyecto describirá las características organolépticas de los viñedos históricos en garnacha para poder certificar con un método científico la edad y, además, emprender una serie de acciones para sensibilizar a los viticultores y al conjunto de las bodegas de la importancia de conservar este patrimonio vitícola que es tan importante para Aragón y poderlo explotar promocionalmente.
El Gobierno de Aragón pone a disposición del sector vitivinícola más de 12 millones anualmente, a través de tres líneas de ayuda destinadas a los programas de reestructuración del viñedo, la inversión en bodegas y la promoción a terceros países.
El presidente de la Denominación de Origen Protegida Campo de Borja, Eduardo Ibáñez, ha señalado que “la calidad de la uva será excepcional, aunque la producción sea menor”. Las previsiones de cosecha se han visto mermadas, debido sobre todo a las altas temperaturas alcanzadas en los meses de junio a agosto, con varias olas de calor, unidas a la escasa precipitación acumulada desde el mes de abril”. Por lo que ha cifrado la producción entre los 26-27 millones de kilos, lo que equivale a una reducción en torno al 7% respecto a la del año pasado, y de un 10%, en comparación con las de los últimos 10 años.
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