5 DE mayo DE 2025
ASEDAS, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, ha evaluado el impacto económico que el apagón eléctrico del pasado lunes, 28 de abril, generó en los supermercados y en la distribución mayorista, uno de los sectores más afectados por la caída eléctrica generalizada en la Península Ibérica.
De acuerdo con sus estimaciones, ASEDAS, que representa al 75% de la distribución alimentaria en España, calcula -en una primera valoración conservadora- que el conjunto de sus empresas asociadas habría sufrido pérdidas de un mínimo de 53 millones de euros.
El impacto principal se debe a los productos frescos, refrigerados y congelados que, como medida de precaución en los casos en que no se pudo garantizar la cadena de frío y la seguridad alimentaria, tuvieron que ser retirados.
Para ASEDAS, los sucesos del pasado 28 de abril, que tensionaron al máximo la cadena alimentaria, reflejan con total claridad la necesidad urgente de contar con mecanismos de protección real y automática para el sector estratégico de la distribución alimentaria, con el objetivo de garantizar el abastecimiento a la población.
Estos deberían tener en cuenta, añade esta Asociación, los resortes que deben activarse de inmediato, en el minuto cero de una crisis, para permitir el funcionamiento de las empresas. Entre otros, la movilidad de mercancías (transporte, carga y descarga, acceso a tiendas y plataformas…), la gestión de residuos y la gestión de comunicación para evitar falsas noticias y conductas de compra de acopio.
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