Redacción Qcom.es
En España se vuelven a abrir bares. En 2015, se contabilizó un 3,6% más de aperturas con una previsión de crecimiento de en torno al 1,5% para este año, según los últimos datos ofrecidos por la consultora Nielsen a partir del Panel de Hostelería.
En total, son 260.000 establecimientos los que se contabilizan a lo largo y ancho de la geografía española, con una relación de un bar por cada 175 personas, la mayor densidad del mundo, y con un perfil tipo: seis de cada diez locales se corresponden con el llamado bar de toda la vida, con más de 15 años de ”tragos” a sus espaldas.
No obstante, se aprecia una tendencia creciente en España a la apertura de locales de restauración organizada, que son ya más de 7.500 los repartidos por toda la geografía nacional, según el Panel de Hostelería. En ello tiene mucho que ver la expansión vía franquicia como fórmula de autoempleo en plena crisis o inversión probada, que ha ayudado a acelerar su presencia por las calles de las ciudades españolas.
Y es precisamente la aparición de formatos “organizados” uno de los principales cambios que el canal Horeca está experimentado en nuestro país. Y es que España sigue siendo país de bares y los españoles siempre seremos “de calle”, pero esto es lo único que se mantiene.
Más de día que de noche
Una de las consecuencias de la crisis y cuyo eco aún prevalece es que los españoles salimos menos de noche. Y es que el ocio nocturno ha sido uno de los segmentos más castigados en los últimos años, tanto como que el gasto mensual en copas descendió de los 95 euros en 2009 a los 67 euros en 2015.
Con esta tendencia, no es de extrañar por tanto que en el último año y medio los españoles tengan a su alcance un millar menos de locales a escoger para disfrutar con su pareja y amigos cuando el sol ya ha caído. En concreto, si en 2014 había 18.604, en la actualidad hay 17.638. En cambio, el ocio diurno sí crece, alrededor de un 2%, con 226.450 establecimientos (sin incluir aquí restauración organizada y negocios estacionales de costa).
Y es que los españoles están cambiando la noche por el día, tal es así que el consumo diurno de bebidas alcohólicas de alta graduación crece por encima del 7%, casi tanto como la cerveza, que roza el 8% de incremento.
Y para aquellos que mantienen sus salidas nocturnas, se está viendo cómo muchos consumidores están cambiando la copa por la cerveza, que crece un 3,1%, frente al 0,7% de los espirituosos, a los que les ha afectado en los últimos años no solo la reducción de salidas y el menor gasto, sino también el endurecimiento del reglamento de Tráfico y la puesta en marcha del carnet por puntos.
Según el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez, “hay dos buenas noticias para la hostelería, que los españoles cuando ven que su bolsillo está algo mejor, enseguida vuelven a salir, y que el turismo que se mueve mucho en la calle está en cifras de record. Sin embargo, hay retos, especialmente para la hostelería tradicional, para el bar de siempre, que debe responder a un consumidor conectado permanentemente, que busca precio y experiencia, se informa previamente en Internet y comparte su impresión después en redes sociales y quiere que le sorprendan. Ya no pide una cerveza o un refresco, pide que le aporten valor y calidad/precio”.
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