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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria
 

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

14 DE abril DE 2025

Impulso a la biodiversidad agrícola con cereales alternativos y sostenibles

David Caré, CEO de Biogran y presidente de la Asociación de Empresas de Elaboradores y Comercializadores Ecológicos (ASOBIO)

Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en la actualidad, de los 2.871 millones de toneladas de cereales que se producen anualmente en el mundo, la gran mayoría proviene de solo 9 cultivos principales: maíz, sorgo, mijo, trigo, arroz, cebada, avena, teff y quinoa.

Esto contrasta con la existencia de más de 30 tipos diferentes de cereales disponibles. Por si esto fuera poco, la FAO también señala que los alimentos en los que se basa la alimentación estandarizada también se basan en tan solo 9 cultivos, véase: arroz, soja, maíz, palma, caña, remolacha, trigo, mandioca y patata. Por lo que tenemos cuatro de los cereales más cultivados, entre los 9 alimentos más comunes en las dietas de las personas.

La proliferación de los monocultivos de cereales y de otros alimentos no solo repercute en menos opciones disponibles para el consumidor en el lineal, sino que representa una amenaza significativa para la biodiversidad agrícola, ya que contribuye a la degradación de los ecosistemas al ser más vulnerables a plagas y enfermedades; de manera que necesitan mayor cantidad de químicos, los cuales agravan los efectos de la crisis climática.

Además, cada vez se destruyen más hábitats silvestres para producir una poca variedad de alimentos. De las 6.000 especies de plantas que se cultivan para obtener comida, 200 contribuyen “de manera sustancial” a la producción alimentaria mundial y, como hemos comentado anteriormente, tan solo  9 representan el 66% de la producción agrícola.

Desde Biogran, empresa española pionera y líder en alimentación ecológica desde 1982, fomentamos la diversificación de cultivos de cereales como el mijo, teff, avena, centeno o quinoa, mediante técnicas agrícolas basadas en la rotación y asociación, las cuales favorecen la fertilidad del suelo y fomentan una mayor interacción entre plantas y microorganismos beneficiosos para la biodiversidad del entorno.

Este tipo de prácticas están apoyadas por instituciones como el CSIC (Centro Superior Español de Investigaciones Científicas), que señala que los cultivos alternativos pueden mejorar hasta un 20% la biodiversidad del suelo. Así mismo, el uso de semillas locales adaptadas al entorno permite reducir el consumo de agua y mejorar la resistencia frente a plagas.

Durante los últimos años, en Biogran hemos perfeccionado dichas técnicas apoyándonos en enfoques innovadores y sostenibles para ofrecer a los consumidores un amplio abanico de cereales, a la par que protegemos y restauramos el medioambiente.

En este sentido, las principales acciones que llevamos a cabo están enfocadas a rechazar el uso de químicos nocivos para el campo, promover el aumento del consumo de alimentos de origen vegetal y a impulsar prácticas agrícolas con estándares orgánicos, como la implementación de ciclos largos en la rotación de cultivos.

La FAO también señala que, desde 1900, los monocultivos intensivos han reducido la biodiversidad del suelo hasta en un 70% en algunas regiones del mundo, ocasionando que variedades tradicionales, como las del cereal, hayan desaparecido, dejando a los agricultores con menos opciones para adaptarse a condiciones climáticas cambiantes o plagas emergentes.

Además, la práctica de monocultivos intensivos agota los nutrientes del suelo y reduce su fertilidad. Hablamos de que más del 33% de los suelos agrícolas ya están degradados a nivel mundial. Y esto no solo afecta a la productividad agrícola, sino que también contribuye a la desertificación y la pérdida de carbono almacenado en el suelo, acelerando el calentamiento del planeta.

Restaurar y revitalizar ecosistemas

Por este motivo, y siguiendo nuestro compromiso como empresa B Corp, en Biogran fomentamos la restauración y revitalización de los ecosistemas degradados por la acción humana a través de proyectos de biodiversidad que desarrollamos junto a nuestros proveedores. De esta forma, colaboramos con productores para recuperar variedades olvidadas como el trigo khorasan o el mijo perlado, que requieren menos recursos hídricos y son más resistentes al estrés climático.

Otro ejemplo de nuestro impacto positivo en el entorno es el apoyo a los agricultores ecológicos y locales a través de programas específicos que incentiven métodos sostenibles de cultivo mediante la formación técnica y el acceso a mercados justos, apostando por cadenas productivas cortas y locales que les ayuden a reducir su huella de carbono.

Concretamente, a través de El Granero Integral, marca de Biogran especializada en el cultivo ecológico de cereales, llevamos más de 40 años trabajando con agricultores locales para impulsar prácticas regenerativas en la producción de alimentos, con el objetivo de beneficiar tanto a sus comunidades como al medioambiente.

El resultado no solo se traduce en cereales de alta calidad, libres de productos químicos y 100% naturales; sino también en un aumento de la fertilidad del suelo y una mejora de la salud de los agroecosistemas. Además, este tipo de paisajes acogen una gran tipología de hábitats que brindan refugio y alimento a la fauna y flora silvestre, permitiéndoles llevar a cabo sus fases vitales en perfecta armonía con la naturaleza.

Como CEO de Biogran y presidente de ASOBIO, considero que la única forma de preservar los múltiples tipos de cereales existentes y asegurar la salud alimentaria de las generaciones futuras es a través de un compromiso inquebrantable con la defensa, protección y restauración de la biodiversidad.

Esta es una filosofía que se encuentra en nuestro ADN. De ahí que trabajemos día a día con la intención de extender hábitos de alimentación ecológicos, saludables y responsables a toda la sociedad; pues el bienestar de uno mismo, empieza por el bienestar del planeta.

Qcom.es no se responsabiliza ni se identifica necesariamente con las opiniones expresadas por sus colaboradores, limitándose a convertirse en canal transmisor de las mismas