Coexphal hace balance de la campaña hortícola 2039/40*

Juan Carlos Pérez Mesa. Doctor en Economía Departamento de Economía y Empresa Universidad de Almería (UAL)*

Acaba la campaña agrícola en Almería con resultados positivos. Después de diez años continuos de descenso de la producción, la provincia consigue alcanzar el millón de toneladas.

La superficie invernada se estabiliza entorno a las 6.500 hectáreas. El precio medio en origen alcanza los 1,70 €/kg (un 1% más que el año pasado): los últimos ciclos han desanimado la inversión en la agricultura en favor del turismo y una economía sumergida basada en el tráfico ilegal de personas y otras mercancías.  

A pesar de los buenos precios, mantener un invernadero de última generación se ha convertido en una actividad muy difícil, tanto por los costes como por las inversiones necesarias.  

Pese a que el sector agrícola ya es una actividad económica residual, desde Coexphal denuncian en nota de prensa la existencia de los cientos de asentamientos de migrantes que tienen en Níjar y alrededores, muy cerca de los últimos invernaderos de la zona, un “centro logístico” que “exporta” personas al resto de países de Europa.

Inmigración

Almería se ha convertido en un campo de refugiados que visitan todavía periodistas de todo el continente.

Desde esta Asociación ponen de manifiesto la incongruencia de las ONG, televisiones y periódicos que siguen vinculando agricultura e inmigración. Por ejemplo, el último informe de la Asociación de Derechos Humanos “Andalusí”, destaca que “hay más de 25.000 trabajadores sin contrato ni derechos bajo el plástico de los invernaderos”.

De hecho, esta cifra es la misma que hicieron pública hace 15 años. El problema es que al confrontar con la realidad vemos que hace más de un lustro se logró el hito de sustituir la mitad de la mano de obra por robots especializados, algo que se alcanzó con la mejora estructural de los invernaderos. De hecho, la mano de obra empleada apenas llega ya a las 15.000 personas.

‘Mar de plástico’

Coexphal también destaca que este mismo hecho se repite con la utilización del plástico. Todavía aparecen noticias en diarios nacionales e internacionales denunciando la contaminación del agua por microplásticos como consecuencia de los invernaderos de la provincia.

De nuevo, estos periodistas obvian que desde hace más de 15 años se ha ido perfeccionando un sistema de trazabilidad que permite identificar al propietario/responsable del plástico agrícola encontrado en algún vertedero (con la consecuente multa); así como el sistema de reciclado que reutiliza el 100% del material de las cubiertas.

Otra vez, resulta fácil eliminar el contexto económico actual y centrarse en la agricultura.

En el “especial seguimiento de la competencia”, el balance de campaña hace mención a Marruecos, que ya concentra el 70% del suministro hortalizas a la UE y Reino Unido, en los meses de septiembre a junio, otrora típica campaña almeriense. 

Este poder de mercado les ha permitido elevar los precios en la negociación con clientes. Sin duda, las hortalizas se han convertido en un bien de lujo que sólo unos pocos pueden consumir.

Sin embargo, los sueldos y las condiciones laborales de los trabajadores agrícolas en Marruecos continúan muy por debajo de los estándares de la UE; por no hablar del aumento de las alertas sanitarias como consecuencia del crecimiento del uso de las materias activas no autorizadas.

Los productores del país vecino se sienten ajenos a los requerimientos de los clientes (gran distribución), que junto a las Administraciones suelen hacer la “vista gorda” para evitar el desabastecimiento de los lineales a precios “asequibles”. 

El comunicado reitera cómo todavía los medios de comunicación siguen centrándose en Almería, en vez de hacer hincapié en las condiciones de producción extra-UE.

Como anécdota, hay que destacar que el año que viene será rodada en Almería una readaptación de la aclamada serie “Mar de plástico”, ahora titulada “Vivir es difícil con los ojos cerrados”.

Sin duda, una buena noticia.

*Publicado originalmente en la web de la revista “AenVerde” de Coexphal