19 DE agosto DE 2016
Redacción Qcom.es
La gastronomía tunecina, con influencias de la cocina bereber, árabe, turca e italiana, cuenta con un elemento propio de sus grandes palmares que está repleto de propiedades beneficiosas, forma parte de la cultura y es símbolo de prosperidad: el dátil.
En el sur de Túnez, sobre las áridas tierras del Gran Erg, se erigen en los oasis las palmeras datileras. Cada una de ellas genera en torno a 100 kilogramos de dátiles por cosecha. Por tanto, cada año, se producen en Túnez más de 115.000 toneladas de dátiles recogidos de los palmerales de Gafsa, Gabès, Tozeur, Nefta y Kebili, que en conjunto suman cinco millones de estos árboles desérticos.
Al llegar la primavera, el fruto se presenta en forma de racimo, que puede llegar a pesar hasta 18 kilos. Al cabo de unos meses, con el calor del verano y el otoño, madura poniéndose amarillo, para finalmente arrugarse, tornarse en color ámbar y alcanzar su dulzor, momento óptimo para ser consumido.
El dátil suele formar parte de la repostería del país por su sabor dulce y se encuentra entre los ingredientes principales de postres como masfuf, hecho con pasas, granos de granada, dátiles y almendras; makrouhd, pastel de sémola y miel relleno de dátiles y frito en aceite (o cocido al horno); y dátiles rellenos con pasta de almendra.
Además, este elemento tiene numerosas propiedades beneficiosas para la salud, ya que es rico en antioxidantes, aportando vitaminas como A, C y E, así como B1, B2 y B3. Asimismo, es una fuente de minerales como potasio, magnesio y calcio, entre otros. Da energía al cuerpo gracias a sus carbohidratos y su alto contenido calórico, por lo que se recomienda su consumo si se van a realizar esfuerzos físicos intensos.
El mejor momento del día para tomarlo es el desayuno, pero para personas diabéticas o con sobrepeso es un alimento que está contraindicado. Por otro lado, sirve para mejorar el tránsito intestinal y regular el colesterol –por su alta cantidad en fibra soluble e insoluble–; reducir la anemia –ya que contiene hierro vegetal– y preservar la salud de los ojos, la piel, o los huesos, entre otros, gracias a los betacarotenos, transformados por el organismo en vitamina A. Su decocción tiene propiedades sedantes, favorece el sueño y contribuye a la cura de las úlceras.
Qcom-es © 2023 | Todos los derechos reservados