26 DE noviembre DE 2024
El presidente electo de Estados Unidos no ha podido aguantar y anunció, a través de su red social, Truth Social, cómo no, que impondrá un 25% de aranceles a las importaciones de todos los productos procedentes de Canadá y México, incluidos por supuesto los alimentarios, y que incrementará también los de China en un 10%.
Todo ello, añadió, hasta que esos tres países apliquen una política más agresiva contra el tráfico de drogas y la inmigración que llega a Estados Unidos.
Trump ha decidido imponer un 25% de aranceles a Canadá y México, debido a que las "ridículas fronteras abiertas" de esos dos países vecinos, con los que se supone tienen un acuerdo de libre comercio (ATLC) y al crimen y las drogas, que cruzan por sus fronteras con destino a Estados Unidos.
En particular, hizo referencia al fentanilo, al exigir a ambos países que utilicen su poder al respecto y que hasta el momento en que lo hagan, “¡tienen que pagar un precio muy alto!", afirmó Trump.
Por otra parte, el presidente electo de Estados Unidos anunció que incrementará un 10% los aranceles, que ya tienen las importaciones chinas, hasta que Pekín, dijo, bloquee el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, “porque están entrando en nuestro país, sobre todo, a través de México, en niveles nunca vistos.
Tras ese anuncio, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, llamó al presidente electo y señaló que "el número de migrantes que cruzan la frontera canadiense es minúsculo en comparación con México", según el despacho de la agencia Bloomberg.
También reaccionó Liu Pengyu, portavoz de la Embajada de China en Washington, al señalar, después del anuncio de Trump, que nadie "ganará ante una guerra comercial o arancelaria", recordando que China ha venido trabajando con las autoridades norteamericanas para detener el tráfico de componentes (precursores) del fentanilo.
En principio, los mercados de divisas reaccionaron con mucho nerviosismo al anuncio (verborrea digital) de Trump, que llevó a la apreciación del dólar norteamericano frente a las monedas de los países afectados, sin que hubiese cambios apreciables por el momento con respecto al euro.
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