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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

5 DE junio DE 2025

Estrategia UE de Resiliencia Hídrica: sin garantía de acceso al agua para la Agricultura

Farm Europe. Think tank de la Economía Rural de la UE

El 4 de junio, la Comisión Europea presentó su Estrategia de Resiliencia del Agua, que persigue el triple objetivo de restaurar y proteger el ciclo del agua, construir una economía inteligente en el uso del agua, así como garantizar el agua y el saneamiento limpios y asequibles para todos.

Esta estrategia constituye una herramienta esencial para proteger los recursos hídricos de la UE y salvaguardar la producción agrícola y la seguridad alimentaria en los próximos años.

De hecho, es fundamental reconocer que los agricultores de la UE no solo "consumen agua", sino que producen alimentos sostenibles para todos, algo que ya no podrán hacer si no tienen acceso a suficiente agua de calidad.

Hoy en día, es evidente que necesitamos producir más a nivel de la UE para responder a la creciente demanda global e interna, no solo para fines alimentarios, sino también para impulsar la bioeconomía europea, mediante el suministro de biomasa agrícola.

En particular, Farm Europe estima que alcanzar los objetivos climáticos de la UE para 2030 requerirá un aumento del 13% en la producción agrícola, que deberá alcanzar el 25% para 2050.

Si bien la Estrategia prioriza correctamente la reducción del uso del agua, la mejora de la eficiencia y la protección de la calidad del agua, carece de un énfasis equilibrado en otorgar apoyo concreto a la producción agrícola y la seguridad alimentaria en el contexto del cambio climático, así como en las inversiones necesarias para la mitigación y la adaptación.

En resumen, la Estrategia carece de un enfoque y de propuestas concretas sobre el uso del agua en todos los sectores. La Comisión trata las infraestructuras de almacenamiento de agua con demasiada cautela en un momento en el que necesitamos garantizar el acceso al agua y anticiparnos mejor a las condiciones climáticas extremas.

Hace hincapié en la necesidad de priorizar las soluciones basadas en la Naturaleza y solo apoya condicionalmente los embalses artificiales, afirmando que estos proyectos requieren "particular atención y una planificación y coordinación prudentes, ya que muchos sectores económicos necesitan un suministro estable de agua y, a menudo, tienen diferentes necesidades a lo largo del año". 

La Comisión solicita una evaluación de impacto ambiental exhaustiva antes de la construcción de nuevas presas y embalses. Esta postura cautelosa indica una reticencia a comprometerse con la magnitud de la inversión necesaria para brindar visibilidad y estabilidad a los agricultores en condiciones ambientales cada vez más volátiles.

Es crucial que no se mencionen los próximos proyectos financiados por la UE para el almacenamiento de agua, destinados a reforzar la disponibilidad de este recurso para los agricultores.

Por el contrario, un plan de inversiones a nivel de la UE para el almacenamiento de agua evitaría ejercer una presión adicional sobre el presupuesto de la PAC, ya reducido en un 54% en el período 2021-2027 debido a la inflación, desvinculando las inversiones en infraestructura de los fondos de la PAC y de los Planes Estratégicos Nacionales. 

Ahorro de agua

El principio de "Primero la Eficiencia Hídrica" ​​sustenta gran parte del enfoque de la Comisión, estableciendo un objetivo no vinculante a nivel de la UE para mejorar la eficiencia hídrica en al menos un 10% para 2030, lo que implica, de hecho, un objetivo de reducción de la extracción de agua.

Sin embargo, a pesar de las peticiones del Parlamento Europeo, no incluye objetivos sectoriales específicos para garantizar que las reducciones se distribuyan de forma justa y viable entre las industrias. Si bien es fundamental mejorar la eficiencia de la gestión del agua en los Estados miembros, los agricultores necesitan un acceso fiable al agua para mantener sus rendimientos y satisfacer la creciente demanda de biomasa en la UE.

En cuanto a una mejor gestión del agua, en su Comunicación, la Comisión insta a los Estados miembros a aprovechar al máximo las prácticas agrícolas resilientes al agua. Acogemos con satisfacción esta perspectiva, pero enfatizamos que todos los agricultores deben estar en condiciones de hacerlo: es necesario agilizar la autorización de nuevas técnicas genómicas (NGT), ya que varias variedades de cultivos prometedoras están casi listas y podrían ofrecer mayores rendimientos con menores necesidades de insumos y agua.

Además, se deben incentivar y recompensar la agricultura de precisión y digital, la gestión del estiércol y la circularidad de los nutrientes derivada de la producción ganadera sostenible. 

En cuanto a la financiación, la Comisión describe herramientas prometedoras como el Programa del Agua del BEI y el Acelerador de Inversiones para la Resiliencia Hídrica.

Sin embargo, hay poca claridad sobre cómo se traducirán en beneficios tangibles para la agricultura. Sin financiación específica para infraestructura hídrica y adaptación climática a nivel de explotación, la estrategia corre el riesgo de dejar a los agricultores sin la preparación y el apoyo necesarios.

En resumen, la Estrategia ofrece una sólida narrativa medioambiental, pero no consigue aportar las medidas prácticas necesarias para garantizar la soberanía y la productividad agrícola de Europa en un clima cambiante.

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