Redacción Qcom.es
La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible celebrada el pasado mes de septiembre en París sirvió para que los estados miembros de la ONU acordaran la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Dicho acuerdo incluye los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con los que pretenden, entre otras cosas, erradicar el hambre y paliar en lo posible los efectos del cambio climático. Sin embargo, estas metas no serán posibles si no se alcanza una seguridad alimentaria a nivel mundial que no termine con los recursos naturales.
Estos nuevos objetivos se añaden a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, establecidos en 2000 con la vista puesta en 2015 y que, a pesar de los esfuerzos realizados, han quedado lejos de alcanzarse.
Gracias al aumento de la productividad agrícola en los últimos 20 años, el número de personas que sufren desnutrición se ha reducido a la mitad; sin embargo, casi 800 millones de personas continúan en esta situación. Dentro del objetivo dedicado a la erradicación del hambre, se hace especial hincapié en la agricultura sostenible como medio de alimentación, pero también como un medio de vida digno para millones de familias que en la actualidad se encuentran por debajo del umbral de la pobreza. La única forma de aunar todos estos objetivos es impulsar decididamente la innovación en la producción alimentaria, en un esfuerzo coordinado entre las administraciones públicas, los centros de investigación y las empresas privadas.
La disponibilidad de agua limpia y su gestión sostenible conforman otro de los objetivos, ya que la escasez de agua afecta al 40% de la población y se espera que la disponibilidad de este bien básico se reduzca con el paso de los años. De hecho, se prevé que en 2050 una de cada cuatro personas se vea afectada por la escasez recurrente de agua. La producción de alimentos es una de las principales industrias utilizadoras de agua, por lo que es necesario avanzar en técnicas que permitan una gestión más eficiente de los recursos hídricos y reducir así el impacto medioambiental de esta actividad.
Además, entre estos objetivos, que marcarán las políticas de los estados miembros de la ONU en los próximos 15 años, se contemplan otros temas de mucha relevancia como la utilización de energías renovables seguras y asequibles, a las que hoy día sólo tienen acceso 3 de cada 4 personas en el mundo; una industrialización sostenible e innovadora; un consumo responsable y un objetivo dedicado específicamente a la lucha contra el cambio climático, una realidad que casi nadie se atreve a negar y que tendrá efectos graves sobre la población y la economía de los países.
Es muy destacable que el último de los objetivos se dedique a las alianzas que se puedan establecer para lograr los 16 puntos anteriores, lo que apoya el enfoque global con el que se han concebido estos nuevos objetivos mundiales. Además, dentro de este objetivo se incluye el impulso a la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible y a la colaboración entre entidades públicas, entidades privadas y sociedad civil para aprovechar mejor la experiencia y los recursos dedicados a la investigación.
Desde Feeding The World aplaudimos el gran acuerdo que supone la firma de esta Agenda 2030 y sus 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible, pero ahora viene la parte difícil: asignar recursos y poner en marcha medidas concretas que paso a paso acerquen al mundo a estas metas.
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