17 DE octubre DE 2024
Avanzada ya la vendimia e incluso concluida en muchas zonas, ¿cuáles son las últimas estimaciones de producción de vino y mosto que maneja su organización?
Fernando Ezquerro.- El Consejo Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias de España realizó en el mes de julio una de las primeras estimaciones de vendimia y dimos la cifra de 39,7 millones de hectolitros. No hemos realizado más estimaciones, pero seguramente la cifra sea incluso menor.
¿Cómo cree que evolucionará la actual campaña de comercialización, teniendo en cuenta que algunos de nuestros principales clientes, caso de Francia e Italia, han comunicado ya cosecha por debajo de la media de los últimos años?
Finalizamos la campaña 2023/24 con 31,04 millones de hl de vino, son 5,5 millones de hl menos que la campaña anterior y casi 1 millón de Hl de mosto (cuando en julio 2023 había el doble de existencias en mosto).
A esto hay que añadir que las cosechas de España, Francia e Italia se sitúan por debajo de la media, por lo que estamos con unas existencias y una producción que nos debe permitir comercializar de manera óptima los vinos que ahora se están elaborando.
¿Va a contribuir el nivel de stocks en las bodegas cooperativas con que iniciaron la actual campaña a que las salidas al mercado se realicen de forma pausada con los clientes y a precios razonables?
Las existencias de las bodegas cooperativas al igual que en otras bodegas son menores que las que teníamos la campaña anterior; esto añadido a que las bodegas cooperativas cada vez elaboran y comercializan vinos de mayor calidad, hace que afrontemos la campaña con optimismo.
Las bodegas cooperativas están en la cadena tanto en la producción, como en la comercialización. ¿Están a favor, como han defendido las organizaciones agrarias españolas en el Grupo de Alto Nivel de que la UE financie arranques selectivos de viñedo y congela las autorizaciones de nueva plantación durante los próximos años?
Hay unanimidad en el sector español, francés e italiano en defender el mantenimiento del sistema de autorizaciones de plantaciones, ampliando la duración de las autorizaciones a 8 años, con el objetivo de controlar el potencial vitícola, así como permitir un período de descanso más largo para el suelo, lo que mejoraría los beneficios ecológicos del viñedo y daría a los viticultores el tiempo que necesitan para evaluar los cambios del mercado y replantar las variedades adecuadas en el momento adecuado.
En cuanto a la posibilidad de abandono/arranque de viñedo, indemnizaciones y cualquier medida para eliminar viñedo de forma temporal o permanente, esto es algo que no está regulado actualmente en la OCM ni en la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV).
Este es un debate que continúa abierto en nuestra organización y no hay unanimidad de criterios, porque varían dependiendo de la zona de producción. En todo caso, se trataría de una situación extraordinaria, sobrevenida por bajada global de consumo, cambio de tendencias, incremento de costes, inflación y situación geopolítica internacional, que está provocando desequilibrios en el mercado global vitivinícola y una falta de competitividad de algunas explotaciones vitícolas
Por tanto, ante situaciones extraordinarias y sobrevenidas, desde la UE se debería habilitar un presupuesto también extraordinario para abordar dicha situación, pero no utilizar presupuesto de la ISV, que debería servir para dotar de herramientas a viticultores y bodegas que permanezcan en el sector y sigan intentando competir.
En este sector, ¿estamos ante una crisis coyuntural de mercado o ante un problema estructural que hay que abordar de forma lo más rápida posible?
Actualmente el mercado vitivinícola tiene grandes desafíos: disminución del consumo interno, cambios en las preferencias de los consumidores, mercado internacional inestable, producción menos predecible y cambio climático
No obstante, podría ya ser un problema estructural, consciente de ello, la Comisión de la UE ha creado el Grupo de Alto Nivel del Vino para intentar buscar soluciones.
Hace unas semanas se presentó la campaña de información y promoción europea de la cultura del vino “Vitaevino”. ¿Por qué no se plantean su defensa con los mismos argumentos mediante una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE), que inste a la sociedad a pronunciarse y, por ende, a Comisión Europea a adoptar medidas que lo defiendan, por ejemplo, diferenciándolo de otras bebidas con alcohol?
La iniciativa VITÆVINO es una campaña conjunta del sector a nivel europeo para movilizar al sector, las Administraciones y al público en general y para evitar el riesgo de deterioro de la imagen del sector.
VITÆVINO tiene principalmente los siguientes objetivos: proteger el papel del vino como parte inherente de la cultura, la historia y la gastronomía en Europa y su patrimonio cultural, valorar y reconocer su impacto socioeconómico y darle voz a la moderación y a aquellos que lo disfrutan de manera responsable en todo el mundo, evitando el abuso y los excesos, en el contexto de un estilo de vida saludable y equilibrado y a través del disfrute compartido del vino en las comidas con amigos y familia
La importancia socioeconómica de nuestros viñedos y la producción de vino en las zonas rurales es innegable y con VITÆVINO ponemos en valor en toda la UE los atributos del sector vitivinícola.
¿Qué conclusiones desearía que saliesen del Grupo de Trabajo de Alto Nivel para que las tuviera en cuenta la Comisión Europea a la hora de abordar acciones o medidas que contribuyan a mejorar la situación de este sector?
La Comisión tiene que reconocer la importancia de las políticas de promoción para comercializar nuestros vinos, y todavía queda mucho trabajo por hacer en este ámbito.
El vino, debe continuar siendo parte de la política de promoción en las mismas condiciones que el resto de los sectores, ya que es uno de los principales productos de exportación.
El apoyo a la promoción en este sentido sólo puede beneficiar y apoyar el consumo interno y la difusión. No puede seguir siendo un sector infravalorado y atacado frente a otros sectores, y debemos competir en el mercado con los mismos apoyos que tienen las demás producciones europeas.
Es fundamental optimizar los recursos, especialmente en la medida de promoción y comunicación en terceros países, en momentos de contracción del consumo, como es la situación actual.
Y en ese ámbito, además, es muy importante tener seguridad jurídica a la hora de la justificación, eliminando la obligación de presentar tres ofertas y fijar unos costes de referencia que darían seguridad y certidumbre al solicitante y eliminarían las diferencias de criterio que existen actualmente en el control de la justificación.
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