30 DE septiembre DE 2024
El sector avícola de puesta, como el sector porcino, nunca ha disfrutado de ayudas de la Política Agraria Común (PAC), ¿cree que la CE contemplará alguno tipo de apoyo financiero para afrontar las inversiones y hacer frente a las mejoras en bienestar animal que se plantean?
Enrique Díaz Yubero.- Sin duda, ese es uno de los grandes compromisos que siempre ha mantenido la Comisión Europea. Cuando en junio de 2021 el Parlamento Europeo emitió su resolución a favor de la propuesta “End the Cage Age”, que contempla el fin de la producción en sistemas de jaula acondicionada en la Unión Europea, la Eurocámara reconoció que los ganaderos tendrían que hacer grandes inversiones para adaptarse a la nueva normativa, y se solicitó a la Comisión Europea que en el desarrollo de la propuesta legislativa, se contemplen las ayudas financieras pertinentes a los avicultores, proporcionales a la inversión que deben realizar.
Un informe independiente sobre el impacto económico de la propuesta Legislativa de la UE en Materia de Bienestar Animal, realizado por los Dres. Carlos Garcés Narro y María Dolores Soler Sanchís de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, señala que las inversiones totales para la transformación de las granjas españolas a sistemas sin jaulas son superiores a 2.300 millones de euros, cifra equivalente a la facturación anual del sector, lo que supondría una gran dificultad de acceso a la financiación para muchas de nuestras granjas, sin contar con el fuerte coste adicional por el incremento en los tipos de interés para los préstamos.
Por tanto, creemos totalmente imprescindible que la CE dote de una línea presupuestaria específica de ayudas financieras, que permita llevar a cabo esta transición de forma viable para el sector, sin perder parte del tejido productivo, que sería difícilmente recuperable.
¿Qué plazo transitorio será necesario para afrontar estas inversiones, sin que se produzcan importantes distorsiones en los precios de los huevos y en la oferta-demanda de los mercados?
El plazo de adaptación debe ser lo bastante amplio para permitir hacer los cambios en todas las granjas, en un periodo de tiempo compatible con las necesidades financieras y de adaptación del mercado, y sin perder capacidad productiva en el proceso.
La Comisión Europea propone 10 años, pero es un plazo insuficiente para la mayor parte de los operadores del sector. Desde Inprovo creemos necesario al menos 15 años para evitar la exclusión de aquéllos con menor capacidad financiera o crediticia y de quienes no han tenido tiempo de amortizar sus inversiones más recientes.
¿Podrá la UE obligar a terceros países exportadores de huevos o de ovoproductos al mercado comunitario a cumplir la normativa de seguridad y bienestar animal exigida a los productores europeos sin afectar a la competitividad en el mercado interior?
Es algo esencial. Antes de que los productores españoles tengan que afrontar inversiones de tal magnitud, son necesarias unas garantías de protección y reciprocidad en los tratados comerciales con terceros países. De lo contrario, será incoherente tener un sistema que pretende ser referencia mundial en bienestar animal y sostenibilidad, y que finalmente resulte insostenible económicamente y aboque a la importación de productos con menores exigencias en las condiciones de producción y en la calidad, porque no cumplen la normativa europea.
Aunque el sector de avícola de puesta tiene un alto grado de bioseguridad y de sanidad, preocupa la expansión de variantes de la gripe aviar (IAAP) a nivel mundial. ¿Contribuyen los sistemas alternativos de cría, sobre todo los camperos y ecológicos al aire libre, a frenar la expansión del virus a través de las aves migratorias?
La gripe aviar es una de las grandes amenazas que afronta el sector a nivel mundial. Aquí debemos poner en valor el gran trabajo realizado por el conjunto de nuestro sector junto con las Administraciones públicas, donde en el último brote que azotó a Europa en 2022, en España se declararon muy pocos casos en aves de corral, pese a ser un territorio con grandes humedales y de paso de aves migratorias.
Es cierto que en los sistemas alternativos, como las aves están al aire libre, existe un mayor riesgo de contagio, al poder entrar en contacto con aves silvestres enfermas. Sin embargo, las granjas avícolas están en continua modernización y cada vez mejor preparadas para evitar la entrada de agentes infecciosos, y los sistemas de vigilancia y las medidas de bioseguridad que marca el protocolo de prevención en todo el territorio nacional son muy estrictos.
¿Podrá la UE obligar a terceros países exportadores de huevos o de ovoproductos al mercado comunitario a cumplir la normativa de seguridad y bienestar animal exigida a los productores europeos sin afectar a la competitividad en el mercado interior?
Es algo esencial. Antes de que los productores españoles tengan que afrontar inversiones de tal magnitud, son necesarias unas garantías de protección y reciprocidad en los tratados comerciales con terceros países. De lo contrario, será incoherente tener un sistema que pretende ser referencia mundial en bienestar animal y sostenibilidad, y que finalmente resulte insostenible económicamente y aboque a la importación de productos con menores exigencias en las condiciones de producción y en la calidad, porque no cumplen la normativa europea.
Aunque el sector de avícola de puesta tiene un alto grado de bioseguridad y de sanidad, preocupa la expansión de variantes de la gripe aviar (IAAP) a nivel mundial. ¿Contribuyen los sistemas alternativos de cría, sobre todo los camperos y ecológicos al aire libre, a frenar la expansión del virus a través de las aves migratorias?
La gripe aviar es una de las grandes amenazas que afronta el sector a nivel mundial. Aquí debemos poner en valor el gran trabajo realizado por el conjunto de nuestro sector junto con las Administraciones públicas, donde en el último brote que azotó a Europa en 2022, en España se declararon muy pocos casos en aves de corral, pese a ser un territorio con grandes humedales y de paso de aves migratorias.
Es cierto que en los sistemas alternativos, como las aves están al aire libre, existe un mayor riesgo de contagio, al poder entrar en contacto con aves silvestres enfermas. Sin embargo, las granjas avícolas están en continua modernización y cada vez mejor preparadas para evitar la entrada de agentes infecciosos, y los sistemas de vigilancia y las medidas de bioseguridad que marca el protocolo de prevención en todo el territorio nacional son muy estrictos.
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