31 DE enero DE 2025
El uso generalizado de fungicidas azólicos (azoles), en particular en ciertas prácticas agrícolas y hortícolas, puede aumentar el riesgo de que los hongos Aspergillus desarrollen resistencia a los tratamientos antifúngicos esenciales.
Este importante hallazgo se pone de relieve en un informe de las cinco Agencias de Salud y Medioambientales de la UE, con el apoyo del Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea. Las Agencias colaboraron en el marco de la estrategia «Una sola salud» para hacer frente a esta amenaza creciente.
Por primera vez, las cinco agencias de salud y medioambientales de la UE (EFSA, ECDC, ECHA, EEA y EMA)*, apoyadas por el JRC, examinaron cómo afecta a la salud pública el uso de sustancias azólicas fuera de la medicina humana.
Los medicamentos azólicos son esenciales para el tratamiento de la aspergilosis, una infección grave causada por hongos Aspergillus. Sin embargo, estos hongos son cada vez más resistentes a los azoles, lo que hace que el tratamiento sea menos eficaz.
Los azoles se utilizan ampliamente en productos de protección fitosanitaria (pesticidas) para controlar las enfermedades causadas por hongos en el ámbito de la agricultura y la horticultura, como medicamentos veterinarios para tratar las micosis en animales, como biocidas en conservantes de la madera, como productos químicos industriales (p. ej., sustancias intermedias y colorantes) y en cosméticos (p. ej., productos anticaspa).
El informe conjunto destaca que su uso generalizado fuera de la medicina humana, especialmente en la agricultura, contribuye al riesgo de que el Aspergillus se vuelva resistente a los azoles. La exposición a ciertos entornos en los que se utilizan o están presentes los fungicidas azólicos, tales como los residuos agrícolas y hortícolas o la madera recién cortada, podría aumentar el riesgo de infección por Aspergillus spp. resistente a los azoles.
Los datos recogidos de los países de la UE y del EEE (2010-2021) e incluidos en el informe detallan el uso de fungicidas azólicos en toda Europa. Los productos de protección fitosanitaria representan la mayor parte de las ventas notificadas en todos los sectores.
En concreto, Bernhard Url, director ejecutivo en funciones de la EFSA, declaró que "el impacto del uso de fungicidas azólicos en la agricultura y otros sectores ajenos a la medicina humana sobre la resistencia a los antifúngicos pone de manifiesto la necesidad crítica de equilibrar unas prácticas eficaces con la protección de la salud y el medio ambiente. El enfoque «Una sola salud» nos permite aunar diversos conocimientos para hacer frente a este reto y salvaguardar la salud pública para las generaciones futuras.»
Una sola salud: recomendaciones principales
Abordar la resistencia del Aspergillus a los azoles requiere una colaboración intersectorial. El enfoque «Una sola salud» reunió a expertos de la UE en medicina humana y veterinaria, agricultura y ciencias medioambientales para revisar los datos existentes, determinar los factores que favorecen la resistencia a los azoles y proponer medidas para prevenirla y controlarla.
Reconociendo la naturaleza interconectada de este reto, los expertos de las Agencias recomendaron las siguientes medidas:
-Añadir nuevos requisitos específicos a los procesos de aprobación y autorización de los fungicidas azólicos.
-Apoyar la investigación y el desarrollo de nuevos fungicidas con mecanismos de acción innovadores que no den lugar a resistencia a los antifúngicos utilizados en los tratamientos destinados a seres humanos.
-Seguir buenas prácticas de agricultura y horticultura, almacenar adecuadamente los residuos orgánicos, gestionar eficazmente los residuos y utilizar y eliminar de forma responsable los productos tratados con azoles.
-Aplicar una gestión eficaz de los residuos de la madera tratada con biocidas a base de azoles.
-Recoger más datos sobre los usos de los fungicidas azólicos y de los antifúngicos azólicos.
-Seguir desarrollando guías técnicas específicas y metodologías de evaluación de riesgos para apoyar las decisiones reglamentarias sobre la aprobación de sustancias azólicas y para mitigar el riesgo de resistencia de Aspergillus a los azoles.
-Realizar más investigaciones para responder a las incertidumbres existentes.
El informe refuerza el valor de la estrategia «Una sola salud» a la hora de abordar amenazas complejas para la salud, como la resistencia a los antifúngicos. Mediante la colaboración interdisciplinar continua, podemos reforzar la vigilancia, impulsar la investigación y aplicar medidas eficaces para proteger la salud pública, la sanidad animal y el medio ambiente.
*Acrónimos de las 5 Agencias: EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), ECDC (Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades), ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas), AEMA (Agencia Europea de Medio Ambiente), EMA (Agencia Europea de Medicamentos).
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