5 DE febrero DE 2025
El sector agrario en su conjunto y el canal de Hostelería y Restauración (Horeca) han pedido al Gobierno que la reducción de la jornada laboral propuesta a 37,5 horas semanales, aprobada en el Consejo de Ministros del martes 4 de febrero, se adapta y flexibilice teniendo en cuenta las circunstancias específicas de cada uno de estos sectores.
Así, las organizaciones agrarias de ámbito estatal (ASAJA, COAG, UPA y Unión de Uniones) coincidieron en demandar al Gobierno flexibilidad para adaptar la reducción propuesta de jornada laboral a las necesidades del campo.
Por su parte, el sector de la Hostelería y la Restauración (Horeca) insistió en algo similar y realizó una primera estimación del posible recorte de la jornada laboral en su facturación, previendo que descendería un 3 %, rebajando su facturación en unos 5.099 millones de euros.
La organización empresarial agraria, ASAJA, vinculada a la patronal empresarial CEOE, fue la más tajante en su rechazo, al considerar que tendrá un "grave impacto" en las cuentas económicas del sector.
En un comunicado, ASAJA señaló que esta medida se ha impuesto sin tener en cuenta las particularidades del sector agrario español y sin ningún consenso con la patronal de empresarios, previendo que conllevará serias dificultades de aplicación para las explotaciones agrícolas y ganaderas de todo el país.
En concreto, su presidente, Pedro Barato, manifestó que "dejará al sector en una situación más complicada de lo que ahora vive, puesto que actualmente ya viene sufriendo una grave falta de mano de obra en las explotaciones agrarias y en el desarrollo de las campañas agrícolas".
Por su parte, Andrés Góngora, portavoz de Relaciones Laborales de COAG, Andrés Góngora, incidió en que esta organización agraria está a favor de la mejora continua de las condiciones laborales de los trabajadores del campo, pero consideran también imprescindible que exista una negociación específica con un sector que tiene unas jornadas laborales muy particulares.
Góngora recordó también que tanto en agricultura como en ganadería se tienen unas jornadas de trabajo cambiantes según campañas, que están además muy vinculadas a la meteorología, por lo que su horario cambia y se debe adaptar a esas condiciones durante todo el año.
Además, quiso recalcar que en sectores agrícolas con mano de obra muy intensiva, como el hortofrutícola, este recorte del horario laboral semanal derivará de forma inevitable en un aumento de los costes de producción, imposibles o casi de trasladar a los precios de los productos que se comercializan.
Asimismo, desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) detallaron que su trabajo, junto a sus empleados, se lleva a cabo en el modelo familiar de explotaciones agrarias, coincidiendo en que el campo requiere en este ámbito una flexibilidad que se debe tener en cuenta.
Además, recalcaron que el incremento del coste laboral del recorte de las jornadas debería poder repercutirse con total naturalidad en los siguientes eslabones de la cadena alimentaria.
Desde Unión de Uniones, su coordinador estatal, Luis Cortés, explicó que, aunque está de acuerdo con esta medida, el Gobierno debe mirar también en la misma medida tanto por los intereses de los trabajadores, como de los empresarios, sobre todo de los más pequeños y, por tanto, gozar de flexibilidad para adaptarla a sus necesidades particulares.
Menor tiempo de servicio
Por su parte, en el sector Horeca, tanto la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), como Hostelería de España realizaron una estimación inicial de lo que supondría la reducción del tiempo de servicio a los clientes y de producción en sus locales, estimando un descenso del 3% de su facturación y en torno a casi 5.100 millones de euros.
Ambas patronales del sector Horeca advirtieron en un comunicado conjunto del “serio impacto” que esta rebaja de la jornada laboral tendría para las empresas, puesto que conllevaría una subida de los costes laborales, sumada también al nuevo incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y al alza consiguiente de las cotizaciones a la Seguridad Social.
En la hostelería la productividad está vinculada a la presencialidad y, por tanto, la reducción del tiempo de servicio y de producción en los locales "supondrá una reducción del 3 % de la facturación, que alcanza una cifra total de 5.099 millones de euros anuales", han precisado.
Al respecto, calcularon un impacto salarial directo de unos 2.538 millones de euros en las más de 300.000 empresas de Hostelería y Restauración, que existen en el país.
Esta medida penalizará en especial a las microempresas que, además, representan en número el 94% de las compañías de este sector.
En declaraciones a los medios, Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, señaló que “la medida de recortar la jornada laboral, sin consenso con la parte empresarial, vulnera el buen funcionamiento de diálogo social y de los convenios colectivos y, además, ignora el factor de la productividad, algo que puede traer efectos muy negativos para la economía nacional".
Por su parte, Jorge Marichal, presidente de CEHAT, recalcó que "el sector turístico está muy condicionado por la estacionalidad laboral y, por tanto, requiere una flexibilidad que siempre ha sido acordada con los sindicatos de trabajadores.”
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