16 DE julio DE 2015
Redacción Qcom.es
En 2014 se produjo un incremento en el consumo de papel de incremento del 2,8%, que duplica el crecimiento del PIB español y triplica la media de crecimiento del consumo de papel en la UE (0,9%).
Todos los tipos de papeles registraron en 2014 incrementos en su consumo, salvo los higiénicos y sanitarios que descendieron un 2,6%. En los papeles para embalajes, el cartón estucado creció el 2,9% y los papeles para cartón ondulado el 3,3%.
El consumo de otros envases y embalajes (papel kraft sacos, papeles para bolsas, papel/cartón para tubos, productos de celulosa moldeada…) fue el de mayor crecimiento con un 5,7%. También el consumo de papeles gráficos (prensa e impresión y escritura), los que más habían descendido durante la crisis, se incrementó el 3,3%. Los papeles especiales registraron una subida del 4,6%.
La inversión vuelve a la industria papelera y lo hace con fuerza, creciendo un 23% en 2014. En el conjunto de la UE, las inversiones de la industria papelera crecieron un 2,2%. Tras cinco años de descensos en las inversiones de la industria papelera española Se sucedieron después cinco años de descensos en las inversiones, destinadas fundamentalmente al aumento de la capacidad de producción, reducción de costes y renovación tecnológica e innovación.
Después de 13 meses consecutivos de descensos, la producción de papel vuelve a crecer en abril de 2015 el 4,6%, con respecto al mismo mes del ejercicio anterior.
Los datos estimados de mayo confirman la recuperación con un crecimiento de la producción de papel del 5,7%. El dato acumulado de los cinco primeros meses de 2015 se sitúa ya en cifras positivas, con un incremento del 0,5%.
La reforma eléctrica, que ha supuesto para el sector un deterioro de su competitividad en el peor momento, está sin duda detrás de esta pérdida de cuota en el mercado nacional y del retroceso de las exportaciones registrado en 2014.
La industria papelera española exportó en 2014 el 59% de la producción de celulosa y el 48% de la producción de papel. Precisamente los mercados exteriores han sido su motor a lo largo de la crisis, con un importante incremento de las exportaciones, llegando a vender en los mercados exteriores la mitad de su producción.
La fabricación de papel en España tiene un muy amplio y positivo impacto económico. La cadena del papel, desde el bosque, pasando por la fabricación de celulosa y papel y su transformación en todo tipo de productos papeleros (cajas, bolsas, libros, periódicos…), hasta su recogida y tratamiento para su reciclaje final en una fábrica papelera, cerrando el ciclo, es una potente cadena de valor, de creación de empleo y riqueza.
La industria de la cadena del papel, desde las plantaciones para papel, pasando por la industria papelera, las industrias transformadoras, impresores, editores de libros, empresas de marketing directo, hasta las empresas de la recuperación de papel y cartón suponen el 3% del PIB español.
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