Las siembras de patata bajan en España casi un 2% en la nueva campaña

En 2024 la superficie de patata en España ha caído un 1,9% en 2024 hasta las 60.800 hectáreas, según los datos del Ministerio de Agricultura, mientras que en Castilla y León se aprecia una ligera subida del 2,1%, hasta las 17.290 hectáreas, frente a las 16.931 ha del año anterior, consolidándose como principal región productora de este tubérculo en nuestro país.

Según destaca la Organización Interprofesional de la Patata de Castilla y León (OIPACyL), este crecimiento contrasta con la tendencia nacional y refleja el esfuerzo de los agricultores castellanos y leoneses por mantener y ampliar sus cultivos a pesar de los desafíos que enfrenta el sector, tales como la variabilidad climática, el aumento de los costes de producción y la competencia de importaciones.

La distribución provincial de la superficie cultivada de patata muestra variaciones significativas entre las distintas zonas de Castilla y León. Por orden, la provincia con más superficie es Valladolid, seguida por Salamanca, Segovia, Burgos, Ávila, León, Zamora, Palencia y por último Soria.

Los datos revelan que Salamanca ha sido la provincia que más ha incrementado su superficie destinada a este cultivo, con un crecimiento del 10,2%, mientras que Zamora ha registrado un aumento del 11,2%, consolidándose como zonas clave para la producción regional. Por otro lado, provincias como Soria y Burgos han experimentado caídas significativas, del 13% y 6,8%, respectivamente.

Mantener el consumo nacional

OIPACyL resalta la importancia de mantener el consumo de este tubérculo en los hogares españoles, ya que preocupa una tendencia de reducción del consumo de patata en España, que se refleja en el último Panel de Consumo Alimentario elaborado por el Ministerio.

Este informe reveló que el consumo de patata en los hogares españoles disminuyó un 1,6% durante el primer semestre de 2024, en comparación con el mismo período del año anterior.

En términos absolutos, el consumo doméstico se redujo a 417 millones de kilos en los primeros seis meses del año. Este descenso preocupa a los productores de patata, ya que el producto sigue siendo un alimento clave en la dieta mediterránea y en la gastronomía española, pero su popularidad está mermando por diversos factores, como la preferencia por productos procesados o dietas que limitan el consumo de carbohidratos.