Los auditores piensan que son insuficientes los PEPAC

De acuerdo a un nuevo informe especial publicado por el Tribunal de Cuentas de la UE (TCUE) el organismo auditor de las políticas y del gasto comunitario, “existe una diferencia notable entre los objetivos medioambientales y climáticos de la UE y los Planes Estratégicos de la PAC 2023-27, elaborados por los Estados miembros."

La PAC de este periodo, según los auditores, concede a los países una gran flexibilidad para plasmar los ambiciosos objetivos ecológicos en sus planes estratégicos nacionales.

Todos los países aplican exenciones a las condiciones agrícolas y a las exigencias medioambientales, aunque algunos redujeron o retrasaron la aplicación de las ecológicas necesarias para obtener fondos comunitarios. Para el TCUE, por lo general, los planos definitivos no muestran un notable aumento de la ambición ecológica.

Esta institución recuerda los 378.500 millones de euros que están previstos que la PAC desembolse en el periodo 2021-27 para garantizar un apoyo equitativo a la renta de los agricultores, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia en las zonas rurales, pero también a proteger el medio ambiente de los daños del cambio climático, que pueden afectar directamente a la producción agrícola (por ejemplo, a raíz de fenómenos meteorológicos extremos).

Nikolaos Milionis, miembro del Tribunal y responsable de la auditoría indicó que “se ha mejorado la concepción ecológica de la PAC pero, sin embargo y a diferencia de lo que ocurría en años anteriores, no hemos visto grandes cambios en los Planes Estratégicos agrícolas de los Estados miembros.”

Por tanto, añadió Milionis, “concluimos que las ambiciones de la UE en clima y medio ambiente no se reflejan en el ámbito nacional, y también pensamos que en la evaluación del rendimiento ecológico no se tienen en cuenta elementos básicos.”

El TCUE considera que la nueva PAC introdujo más condiciones para poder fondos de la UE y, a la vez, otorgando más flexibilidad a los Estados miembros para aplicar algunas normas. Introdujo, por ejemplo regímenes ecológicos (ecorregímenes), que recompensan las prácticas beneficiosas para el clima, el medio ambiente y el bienestar animal, y reconfirmaron las medidas de Desarrollo Rural en este ámbito.

Estas dos actuaciones implicaban una serie de requisitos para asignar un porcentaje mínimo de fondos a medidas medioambientales y climáticas, y todos los Estados miembros los cumplieron, añade el informe.

Sin embargo, los auditores señalan que los PEPAC no son mucho más ecológicos que en el período anterior y que, además, se relajaron algunos requisitos de condicionalidad (tales como la rotación de cultivos para mejorar la calidad del suelo, que ahora es opcional), tras las protestas de los agricultores en mayo de este año, por lo que el impacto ecológico esperado podría ser aún menor.

Pacto Verde

Los auditores también constatan que los PEPAC no están bien alineados con el Pacto Verde, a pesar de ser éste una de las principales políticas medioambientales de la UE en la lucha contra el cambio climático.

El TCUE, señala que un Estado miembro no está obligado a introducir en su plan agrícola las contribuciones estimadas de la PAC a los objetivos del Pacto Verde. El único objetivo medible es el aumento de las tierras cultivadas mediante prácticas ecológicas, y el correspondiente objetivo del Pacto Verde para 2030 parece muy difícil de que se pueda lograr, según los auditores. Su análisis muestra que la consecución de los objetivos del Pacto Verde depende “enormemente” de medidas previstas al margen de la PAC.

Además, los auditores indican que se ha simplificado el marco de seguimiento para comprobar el rendimiento ecológico de la PAC, pero algunos elementos esenciales brillan por su ausencia de medidas. Por ejemplo, comunicar las propuestas o compromisos para reducir las emisiones (de gases de efecto invernadero, GEI), no quiere decir que se hayan reducido en realidad.

Por tanto, desde el TCUE recomienda reforzar ese marco, sobre todo con objetivos e indicadores de resultados claros con los que medir los avances.

El TCUE recuerda que la PAC es un ámbito político clave de la Unión Europea, que representa el 31% del presupuesto de la UE para el periodo 2021-27 y que está basado en una serie de planes estratégicos nacionales, definidos por cada Estado miembro.

España es uno de los países analizados en este informe especial, a los cuales la  Comisión Europea propuso elevar la proporción de superficie que debe ser objeto de rotación anual de cultivos en los regímenes ecológicos (ecorregímenes y condicionalidad reforzada). De hecho, los auditores señalaron que el Gobierno español aumentó el porcentaje mínimo del 40 % al 50 %.

Sin embargo, pese a que el Ejecutivo comunitario recomendó a nuestro país para que se incluyeran más regiones en las prácticas alternativas al control químico de plagas, las autoridades españolas no modificaron el plan, según el TCUE, al considerar que la agricultura ecológica, prevista en todos los programas o intervenciones de Desarrollo Rural, ya contribuía a dicho objetivo.

El informe hace mención a que en España y Francia las franjas de protección en los márgenes de los ríos deben tener ahora una cubierta vegetal, con el fin de  retener el agua y proteger el suelo de la percolación (filtrado lento de fluidos en suelos porosos) de plaguicidas.

La Comisión Europea, como no podía ser de otra forma, afirmó en sus respuestas al informe del TCUE, que toman nota del mismo, a pesar de que en algunos aspectos de sus conclusiones no está de acuerdo, como cuando señala que las prácticas agrarias de protección del clima y el medio ambiente, por las cuales se reciben ayudas de la PAC, sí están plenamente alineadas con los objetivos del Pacto Verde, caso de la reducción del uso de pesticidas, la creación y el mantenimiento de elementos paisajísticos o el apoyo a la conversión de la agricultura convencional a  orgánica o ecológica.

Texto del Informe del TCUE.

Respuestas de la Comisión Europea al informe.