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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

Percepción del mercado en torno a la carne de cerdo fresca y elaborada

Ricardo Migueláñez. Ingeniero Agrónomo

Este informe servirá a la Interprofesional para identificar las necesidades de información de los ciudadanos y poder transmitirles de una forma adecuada la mejor manera de disfrutar de la carne de cerdo como un producto sabroso y saludable.

De los resultados del estudio se desprende en primer lugar que los profesionales de la salud tienen una mejor percepción de la carne de cerdo que el resto de la sociedad, en cuanto a sus efectos sobre el organismo se refiere, y reconocen su responsabilidad en haber contribuido a generar una mala imagen. Por su parte, el consumidor asocia erróneamente la carne de porcino como una opción poco saludable, aunque sí valora su buena relación calidad-precio y su inconfundible sabor. El estudio indica que al menos una parte de la sociedad se ha creado una imagen negativa acerca de la carne de cerdo que no es cierta, que incluso los propios profesionales médicos consideran equivocada. Es más, estos profesionales de la salud insisten en que una dieta equilibrada debe incluir una amplia variedad de productos alimenticios, y entre ellos se sitúa la carne de cerdo sin problemas, eso sí, de forma moderada y en sus partes menos grasas.

Otra de las conclusiones que se extraen del estudio es la necesidad de ofrecer una mayor información a los consumidores para acabar con los falsos mitos que confunden al ciudadano, ya que las “creencias, suposiciones y opiniones están influyendo en términos negativos” al consumo de carne de cerdo.

En la reciente presentación del estudio en la feria SEPOR, el director de Interporc explicó que la carne de cerdo, además de sabrosa, es una opción saludable dentro de nuestra dieta. “Un corte magro, como el lomo, contiene tan solo un 2 por 100 de grasa, lo mismo que un muslo de pollo”, señaló el director de la Interprofesional. Además, destacó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la carne de porcino como una carne blanca. Además, el 70 por 100 de la grasa de la carne de cerdo es subcutánea, fácilmente eliminable por el consumidor a la hora de preparar sus platos.

También destacó que el consumo de carne de cerdo es recomendable para todos los miembros de la familia, ya que aporta vitaminas y minerales para los más jóvenes y es fácil de masticar y digerir para los mayores. Aparte de prevenir la anemia, su menor concentración de colesterol la convierten en una alimentación cardiosaludable y apropiada para dietas hipocalóricas por su moderado aporte calórico.

Avances conseguidos, retos pendientes

En todo caso, la percepción global de la carne de porcino tendrá que mejorar. Esta percepción se apoya en su imagen de alimento menos saludable que otros y con una excesiva presencia de grasa, hecho que contrastaría con una tendencia hacia una dieta saludable y equilibrada cada vez más notoria y entroncada dentro de lo “socialmente deseable” y que supone un cambio en los hábitos de consumo.

Como aspectos positivos que señala el estudio está su sabor, la versatilidad de uso y su precio ajustado.

Su posicionamiento competitivo frente a otras carnes la sitúan por debajo de la ternera y pollo en preferencia del consumidor. La ternera es la referencia en sabor y calidad, mientras el pollo tiene una percepción de carne más “saludable”, con mejor relación calidad-precio y más recomendable para los niños. Esta imagen está fuertemente instaurada en la mente del consumidor y en muchos casos alimentada por mensajes que atribuyen al colectivo médico.

En el caso de los productos procesados, si bien el embutido tiene una imagen positiva de sabor y versatilidad de uso, en general presenta connotaciones negativas en cuanto a salud. No obstante, con ciertos fiambres (jamón curado y jamón cocido) esta imagen se matiza notablemente.

Además, es destacable que el mercado general consumidor de porcino no visualiza con excesiva claridad cuáles son las ventajas, los puntos fuertes de la carne de cerdo, algo que sí tiene claro con respecto a la ternera, el pollo o el pavo.

Por su parte, los profesionales médicos introducen matices a las opiniones manifestadas por los compradores y consumidores. Así el estamento médico/nutricionista reconoce que:

- Ciertas partes del cerdo (magro de cerdo, jamón, etc.) son plenamente compatibles con una dieta equilibrada, y que no hay nada negativo con ciertos cortes, siempre que se cocinen de una manera saludable.

- Que en parte ellos mismos han contribuido a la imagen negativa. Justifican esta circunstancia en la necesidad de lanzar mensajes “fáciles de entender” por los pacientes que les ha llevado a prohibir el porcino sin distinciones, aún cuando no tienen objeciones con muchas partes/productos de porcino.

Por todo ello, se puede concluir que la carne de porcino tiene todavía en el consumidor una imagen negativa en cuanto a saludable/dieta equilibrada, que condiciona su consumo y la percepción del valor de la misma.

Uno de los factores clave para el reposicionamiento de la carne de porcino es incidir en que ésta debe formar parte de una dieta variada y equilibrada, y potenciar un concepto de imagen de “carne magra de porcino-carne blanca de porcino” como parte integral de una dieta equilibrada. Este concepto sería necesario trasladarlo a los consumidores y al estamento médico/nutricionista.

Es necesario transmitir y profundizar en las virtudes y ventajas de la carne de cerdo fresca y elaborada:

- Amplia cantidad de piezas / partes del animal que proporcionan:

Una variedad de comidas distintas.

  • La posibilidad de elaborarse de distintas maneras.
  • La posibilidad de jugar distintos roles en una comida.
  • La posibilidad de consumirse de manera sola o de manera combinada.
  • La oportunidad de satisfacer a distintos públicos del hogar.

- Incidir en la posibilidad de disfrutar de un apetitoso plato de carne de cerdo de manera rápida y sencilla.

  • Para aquellos/as que no disponen de tiempo para cocinar.
  • Sin transmitir la idea de ser comida de “fast food”, rápida elaboración pero, al mismo tiempo, saludable.

- Una opción de consumo económicamente ajustada con todos los estándares “saludables” y de “calidad” necesarios.

Por otro lado, es necesario contrarrestar la imagen negativa que existe en torno a las propiedades que aporta la carne de cerdo, y destacar:

- Los aportes energéticos y nutrientes favorables que aportan las principales piezas o partes de referencia del cerdo; hoy día desconocidos.

- Los beneficios de una dieta equilibrada y variada, en la cual resulta necesaria la inclusión de la carne de cerdo.

- Recomendar las formas de elaboración más beneficiosos en términos saludables.

- Asumir que el abuso no es beneficioso, como tampoco lo es el abuso de muchas otras categorías de productos.

Qcom.es no se responsabiliza ni se identifica necesariamente con las opiniones expresadas por sus colaboradores, limitándose a convertirse en canal transmisor de las mismas