La UE decide no renovar el acuerdo de pesca con Senegal

Debido a los fracasos observados en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), la UE no puede plantearse renovar el protocolo hasta que Senegal haya realizado avances suficientes en este ámbito.

El 27 de mayo de 2024, la Comisión Europea preidentificó a Senegal como país no cooperante en la lucha contra la pesca INDNR. Esta decisión forma parte de la política de tolerancia cero de la UE hacia la pesca INDNR y es consecuencia de varios años de debates con las autoridades senegalesas.

En aras de la coherencia política, la Comisión Europea ha adoptado el principio de suspender cualquier renovación de un protocolo de aplicación de un acuerdo de asociación pesquera con un Estado ribereño hasta que se retire esta decisión.

Se ha abierto un diálogo formal entre las autoridades senegalesas y europeas sobre cuestiones de pesca INDNR, con el objetivo de resolver los problemas identificados. A la espera de una evolución favorable, el acuerdo de pesca entre la UE y Senegal no se renovará. Por lo tanto, los barcos europeos tendrán que abandonar las aguas de Senegal cuando el protocolo expire el 17 de noviembre, y Senegal ya no recibirá ninguna contribución financiera en virtud del acuerdo de pesca.

La ausencia de un protocolo de pesca entre la UE y Senegal no es la primera vez. De hecho, entre 2006 y 2014, el acuerdo se suspendió, lo que permitió a ambas partes evaluar y renegociar las condiciones. La reunión de la Comisión Mixta en Bruselas los días 5 y 6 de noviembre permitió a Senegal y la UE mantener intercambios constructivos. Los socios acordaron utilizar este período de no renovación para evaluar los resultados obtenidos bajo el acuerdo actual. La UE sigue dispuesta a apoyar a Senegal en sus esfuerzos por combatir la pesca INDNR y ayudarle a remediar las deficiencias observadas.

La Comisión Europea toma nota de los compromisos del nuevo Gobierno senegalés para remediar las debilidades del sistema de control y trazabilidad del sector y de los productos pesqueros, y permanece disponible para apoyar y ayudar a Senegal en estos esfuerzos.

Capturas

La asociación entre Senegal y la UE en el ámbito de la pesca se remonta a principios de los años 1980. Durante el último quinquenio (2019-2024), aportó al presupuesto estatal senegalés una contribución de 8,5 millones de euros o más. de 5.500 millones de francos CFA, a los que se suman los cánones pagados por los armadores.

Se destinó una dotación de 900.000 euros al año (590 millones de francos CFA) a la ejecución de proyectos elegidos por la administración senegalesa para apoyar el desarrollo del sector pesquero y su gobernanza, incluido el seguimiento y la investigación científica necesarios para la preservación de las poblaciones de peces. . 

En este quinquenio, las capturas de la flota europea en aguas senegalesas representan menos del 1% del total de capturas declaradas y realizadas por el conjunto de las flotas en aguas senegalesas , es decir, cerca de 10.000 toneladas de pescado. Estas capturas, dirigidas únicamente al atún y la merluza negra, se realizaron en aguas senegalesas más allá de las 12 millas náuticas de la costa, evitando así interferencias con las actividades pesqueras artesanales senegalesas.

Ayudas de 2022

Por otro lado, el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 12 de noviembre publicó precisamente la convocatoria de ayudas a la liquidez del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para compensar las pérdidas de ingresos a los barcos españoles afectados por la restricción temporal de pesca de Senegal en 2022, de un máximo de 250.000 euros por buque.

La concesión de las ayudas tiene como objetivo paliar la pérdida de ingresos de buques -de categorías como la de los atuneros vascos- que se vieron perjudicados por dichas restricciones en el país africano.

La ayuda costeará hasta el cien por cien de las pérdidas de ingresos por esas limitaciones en 2022, con un tope de 250.000 euros por barco.

En 2022, los buques españoles que faenaban en Senegal tuvieron que parar porque ese país vetó la entrada a la bahía de Han para proveerse de cebo vivo y además sus autoridades decidieron no expedir nuevas licencias de pesca a los barcos de la Unión Europea (UE).

La flota atunera vasca amarrada en Senegal alertó incluso del riesgo de quiebra y pidió compensaciones, también a la Comisión Europea.