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El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria
 

Periódico Digital Qcom.es: El punto de encuentro de la cadena agroalimentaria

28 DE enero DE 2025

La sequía no ha acabado en Andalucía

Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua)

La situación hidrológica se mantiene sin cambios significativos en Andalucía salvo en Huelva y los sistemas de explotación más occidentales del Guadalquivir

La Cuenca del Tinto-Odiel-Piedras y los sistemas de explotación más occidentales de la Cuenca del Guadalquivir han sido los mayores beneficiados de las lluvias de esta semana.

Pero en el resto de sistemas y cuencas la situación no ha variado un ápice. Es conveniente advertirlo porque las últimas precipitaciones han incidido en la falsa sensación de que la sequía ha acabado en Andalucía. Y desgraciadamente nada más lejos de la realidad.

Ya quisiéramos que así fuera. Ya quisiéramos poder anunciar que, seis años después, nuestros embalses vuelven a una situación de normalidad. Pero no sólo no es así, sino que la situación se sigue deteriorando en la mayoría de sistemas y cuencas.

Así, con respecto a la última semana, el Guadalete-Barbate y la Cuenca Mediterránea Andaluza, lejos de recibir aportaciones, han mantenido su nivel de embalse, por los riegos que (con restricciones) se están haciendo.

Con respecto al Guadalquivir, es cierto que el nivel de embalsamiento se ha incrementado un 2%, pero esta mejora media es bastante engañosa, porque se debe fundamentalmente al incremento de un sistema muy concreto, el de Ribera de Huelva, que es el que se ha visto sin duda más beneficiado por las lluvias.

En la Regulación General, de donde “bebe” la mayor parte del regadío de la Cuenca, las aportaciones por las últimas lluvias han sido de 30 hm3, un volumen insignificante. Con respecto a la capacidad total de 5.644 hm3, estamos hablando de una mejora de apenas el cinco por mil, y con eso está dicho todo.

La mejora sí es más importante en el Tinto-Odiel-Piedra, cuyos embalses han incrementado su nivel de embalsamiento un 10%, a pesar de que los frutos rojos están en plena campaña.

A principios de enero, informamos que la situación hidrológica apenas ha mejorado medio punto en Andalucía en los dos últimos meses del año, que suelen ser de los más húmedos.

Sensación engañosa

Sin embargo, se escucha la radio, se ve la televisión, se ojean los periódicos y se visitan las redes, y parece que la sequía ha pasado. Y se trata de una sensación completamente engañosa. Solo los sistemas de abastecimiento están en situación de normalidad. Para el regadío, la situación es de enorme gravedad. Llover, es cierto que llovió en octubre. Pero, después, muy poco o casi nada. Aportaciones en los embalses apenas se han producido.

Una campaña más, pintan bastos para el regadío. De hecho, las restricciones ya se están produciendo en las cuencas donde hay riego. En el Tinto-Odiel-Piedras son del 25%. En el Guadalete-Barbate, del 50%. En Mediterráneo, muy variables según los sistemas, y hasta del 100% de aguas superficiales en algunos como la Axarquía.

Y en cuanto a lo que nos espera en el Guadalquivir, lo veremos en la próxima Comisión de Desembalse de febrero, pero, con los datos actuales, nos encontraremos con restricciones de una horquilla entre el 60 y el 75%.

De modo que no, la sequía no ha pasado. La sequía sigue aquí instalada. Tan instalada como la molicie de nuestras administraciones, que están dormidas, como si aquí no pasara nada, sin acelerar ni poner en marcha una sola de las obras de regulación o de proyectos de balsas que ayudarían a mejorar la situación a medio y largo plazo.

Desde estas líneas hacemos un llamamiento a las autoridades y a los medios de comunicación para que sigan hablando de la sequía, porque la situación hidrológica sigue siendo grave y aquí no se está haciendo nada para paliar los efectos de la próxima sequía.

El plano adjunto muestra el estado de escasez de las cuencas andaluzas a primeros de año, apreciándose la situación de normalidad y prealerta (en color verde y amarillo) en los principales sistemas de abastecimiento mientras que los de regadío se encuentran en situación de alerta y emergencia (en color naranja-rojo), lo que conforma a gravedad de la situación de los sistemas afectados al regadío en todas las provincias y en todas las cuencas.

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