Si Trump puede generar tormentas, busquemos ya alternativas

Existe bastante preocupación por parte de los exportadores de productos alimentarios de España y la UE por lo que haga el presidente Donald Trump en materia de comercio exterior, visto los antecedentes de su mandato anterior (represalias al vino, aceite de oliva y otros productos por el contencioso Airbus/Boeing, aceituna negra, etc.).

Todos somos conscientes de que a uno u otro sector le puede tocar “la pedrea” y que le establezcan nuevas trabas a la exportación que hagan inviable su comercialización en Estados Unidos. Como ya ha manifestado, Trump quiere reducir el déficit comercial agroalimentario que mantiene con la UE, y lo puede hacer mediante la oportuna subida arancelaria, que ya anunció en campaña que podría ser del 10-20%.  De cualquier forma, el gigante norteamericano seguirá siendo uno de los socios comerciales principales y relevantes.

Aunque la UE podría comprar más Gas Natural Licuado de Estados Unidos para compensar la balanza comercial general con EE. UU., no es de descartar mayores aranceles para algunos productos alimentarios emblemáticos para nuestro país, como el aceite de oliva, vino, lácteos u otros. Tampoco se sabe, si eso sucede, qué hará la UE al respecto…; si subirá también aranceles a productos como cereales, soja, algodón, carnes, etc., o si lo denunciará ante la OMC.

En cualquier caso y antes de que ocurra una posible catástrofe comercial con Estados Unidos, aquellos que tengan más comercio con este país deberían buscar alternativas en otros mercados potenciales en crecimiento, como Latinoamérica, Brasil, Sudeste Asiático, India e incluso explorar y explotar mucho más los mercados africanos en una posición económica aceptable, gobiernos estables y población en crecimiento y tendencia a “occidentalizar” su consumo alimentario.

Otra alternativa a los mayores costes de exportación que se esperan en los EE. UU. de Trump y en su “America First”, y que ya algunos vislumbran, es establecer centros de producción, en su caso, o de transformación en Estados Unidos, o que se adquieran empresas de ese país para poder tener capacidad real de fabricación de algunos productos allí con destino hacia ese mercado.

Busquemos un gran paraguas, por si llegan tormentas y así nos mantendremos secos y vivos comercialmente.