Más de 1.500 empresas lácteas deberán tener el 'Verifactu' en 2026

El nuevo reporte fiscal de Hacienda, denominado 'VeriFactu', marca un punto de inflexión para un sector complejo, muy dependiente de la volatilidad de los precios de la leche, que no siempre está adaptado a las últimas exigencias tecnológicas

La nueva norma de facturación electrónica de la Agencia Tributaria, conocida como 'VeriFactu', marcará un hito fundamental para las más de 1.500 empresas del sector lácteo español, que, según el INE, dan empleo a casi 35.000 trabajadores en España.

La digitalización de la facturación antes de 2026 se presenta como un desafío y una gran oportunidad para un sector vital que se enfrenta a una serie de particularidades intrínsecas a su negocio.

El sector lácteo español, que abarca desde la producción primaria en las ganaderías hasta la elaboración de una vasta gama de derivados como quesos, yogures y mantequillas, se caracteriza por una notable complejidad.

Factores como la volatilidad de los precios de la leche en origen, la constante presión inflacionaria sobre los costes de producción, la incertidumbre en la demanda de los consumidores y la necesidad imperante de mantener la competitividad frente a las importaciones, configuran un ecosistema donde la eficiencia y el control son esenciales. Hasta ahora, muchas de estas empresas, que van desde pequeñas cooperativas hasta grandes industrias, han gestionado su facturación con sistemas diversos, no siempre adaptados a las últimas exigencias tecnológicas.

Con la implementación de VeriFactu, los programas y sistemas de gestión actuales deberán evolucionar para cumplir con los nuevos requisitos de integridad, trazabilidad y seguridad fiscal, en línea con la Ley Antifraude.

Esto se traduce en la obligación de remitir a la Agencia Tributaria, los registros de facturas en formato electrónico, validadas directamente por Hacienda, y seguir garantizando su conservación segura, como hasta ahora, durante un máximo de seis años, dependiendo del ámbito, si fiscal o mercantil.

Para un sector con una cadena de suministro tan intrincada, desde la recogida de la leche en la granja hasta el punto de venta, la trazabilidad digital puede aportar una capa adicional de control y transparencia.

Por eso, es muy importante entender cuál es la afectación según la actividad que ejerce el afectado tributario dentro de toda la cadena, desde la ganadería hasta el procesado y distribución, y si aplica o no la nueva norma a sus sistemas informáticos de facturación y por tanto, ciclo de facturación.

La cuenta atrás para la adaptación ya ha comenzado. Las empresas constituidas como sociedades deberán tener sus sistemas preparados antes del 1 de enero de 2026. Por su parte, los autónomos y pequeños productores, una parte sustancial del tejido productivo, disponen de plazo hasta el 1 de julio de 2026.

Consciente de la envergadura del cambio, la Agencia Tributaria ha habilitado un entorno de pruebas que permite a los profesionales del sector verificar la compatibilidad de su software y prepararse con antelación.

Más allá del estricto cumplimiento normativo, la digitalización de la facturación a través de VeriFactu ofrece un abanico de beneficios al sector lácteo. Permitirá una reducción significativa de errores administrativos, simplificará los trámites fiscales, a menudo complejos debido a la variedad de productos y canales de distribución, y liberará recursos que podrán ser redirigidos a la optimización de procesos productivos, la innovación en productos lácteos o la mejora de la gestión de la cadena de frío. 

En esta transformación, los profesionales del sector lácteo también podrán beneficiarse de las subvenciones del programa Kit Digital, que proporciona apoyo financiero para la inversión necesaria en tecnología, facilitando así la transición digital y asegurando que las empresas lácteas españolas mantengan su liderazgo y calidad en el mercado nacional e internacional.