27 DE abril DE 2022
Redacción Qcom.es
Quesos frescos, tiernos, de pasta semiblanda jóvenes, afinados, azules, de pasta prensada, tortas .... Hablar de quesos de España es hacerlo de algo más que un alimento. Es descubrir un mundo de sabores, aromas y texturas a través de sus variedades y, también, experimentar con un sinfín de maneras diferentes de disfrutar y crear momentos con la familia, en pareja o con amigos. En casa, en un restaurante, en el campo…. El queso es gastronomía, tradición e historia.
Además, el queso es un alimento tremendamente versátil. No en vano, puede combinarse con una enorme lista de frutas como higos, uvas, granadas, manzanas o peras, entre otras, sin olvidar el maridaje sublime junto al delicado membrillo. Con salmón, miel, mermelada o frutos secos; en ensaladas, pastas y postres; con crudités de verdura; en salteados, fritos o a la plancha… ¿Acaso existe otro alimento con tantas posibilidades?
Pues hoy os proponemos “quesear” en el postre. La tarta de queso, por ejemplo, es uno de los postres más demandados en los restaurantes de todo el mundo. No hay mejor forma de terminar con un menú redondo que recurriendo a esta alternativa que nunca defrauda. Pero no hay que olvidar que el queso forma parte de un sinfín de elaboraciones gastronómicas más, e innumerables postres y panacotas, especialmente idóneos si se acompañan con frutas o cítricos. “Cada vez son más los españoles que, además de usar este alimento como ingrediente para la repostería, descubren las tablas de queso de postre, una modalidad mucho más extendida en otros países europeos pero que empezamos a descubrir y a disfrutar aquí también” apunta el presidente de la Organización Interprofesional Láctea (Inlac), Ignacio Elola, en el marco de su campaña de información “Quesea” para divulgar este patrimonio gastronómico.
Entre las bondades del queso cabe destacar que contiene proteínas de alto valor biológico y es uno de los alimentos con mayor concentración de calcio que existen hasta el punto de que, una sola porción de 100 gramos equivale al requerimiento diario de una persona adulta. El queso es, de igual forma, un alimento rico en vitaminas A, D, B12, B9 (ácido fólico), B1 (tiamina) y B2 (riboflavina). Las principales guías en alimentación recomiendan tomar entre dos y cuatro raciones de lácteos al día, dependiendo de la edad y circunstancias de cada colectivo. Una ración de leche equivaldría a 200-250 mililitros (una taza o vaso), mientras que la ración de yogur serían 250 gramos (2 yogures).
Por lo que respecta a los quesos, la porción de semicurado o curado recomendada rondaría los 30 gramos y, la de queso fresco, sobre 60 gramos. De esta forma, “los quesos deben formar parte de la ingesta de una media de tres lácteos al día, que es la recomendación que realizan también desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN)”, recuerdan desde InLac.
“Por todo esto y mucho más, nos sobran las razones para ‘quesear’ con los quesos de España. Y no solo podemos disfrutarlos en crudo, sino que también se erigen como ingredientes estrella de magníficos e insuperables postres”, agrega Elola.
Así, por ejemplo, InLac propone unas sencillas recetas con quesos de origen nacional para disfrutar de este “rey” de los postres: Tarta de queso, buñuelos de queso y helado casero de queso y arándanos. ¡Para chuparse los dedos!
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